Una de las ventajas del batch cooking es que siempre tendremos ingredientes ya preparados y listos para complementar cualquier plato. Lo que sucede a veces es que, a pesar de tenerlo todo ya hecho, no se nos ocurren ideas para usarlo, sobre todo si llegamos a casa con hambre o tenemos que preparar una comida rápidamente y no queremos repetir platos frecuentemente.
No pasa nada, para evitarlo os doy unas cuantas ideas.
Cómo aprovechar los restos de cereales
1. En guisos y potajes
Las clásicas lentejas con arroz pueden hacerse en un momento si tienes el arroz ya preparado. Simplemente añádelo a tu guiso de lentejas y caliéntalo todo junto un par de minutos.
La quinoa nos sirve como el arroz así que podemos usarla también con las lentejas o con cualquier otro guiso en el que pondríamos un buen puñado de arroz.
El trigo sarraceno también se puede usar como el arroz, aunque tiene un sabor más fuerte. Para mí queda mejor con cremas de verduras y guisos ligeros, así se realza su aroma y sabor.
El bulgur es de los cereales que mejor se adaptarán a cualquier guiso que hagas, tanto por su sabor como por su textura. Sean unas lentejas, un curry de garbanzos o un potaje de alubias, el bulgur mejorará mucho su sabor. La textura del plato final dependerá de lo molido o cortado que esté el bulgur. Si tu bulgur es muy fino parecerá que has espesado el caldo y que tiene grumitos.
El centeno y el trigo tierno quedan estupendos en guisos y potajes, sobre todo si tienen caldos poco densos. Basta con añadirlo al final de la cocción, lo justo para que se caliente, y servir.
Aquí tienes otros trucos para hacer buenos potajes.
2. En salteados
Esto es lo más fácil. Una sartén grande y todas las verduras que queramos poner más los cereales para que se doren rápidamente. Cebolla picada, puerro, ajo, pimientos rojos y verdes, zanahoria, espinacas… Usa los ingredientes que más te gusten.
Si eres fan de la cocina coreana te gustarán estos arroces sueltos, picantes y con el preparado icónico, el kimchi. Si tienes kimchi casero o comprado (mira que no tenga pescado) basta con picar un trozo grande y saltearlo con el arroz en una sartén hasta que se mezcle todo.
Si te gusta el chucrut, prueba a hacer un salteado de chucrut con arroz, igual que el de kimchi pero con chucrut bien escurrido. Para darle un toque dulce añade zanahoria cortada en juliana o picada fina.
Con otros cereales puedes hacer lo mismo. El trigo sarraceno queda especialmente bien con todo tipo de salteados, sean de verduras, verduras con legumbres, carnes vegetales, etc.
El mijo nos puede quedar un poquito más apegotonado que el arroz en los salteados, pero merece la pena. Los granitos de mijo que se doran a la sartén quedan muy fragantes.
El amaranto, al ser granos tan pequeñitos, nos puede resultar difícil de saltear, especialmente con otros ingredientes. Cuando son semillas así muy pequeñas y que se pegan entre sí, puedes hacerlas igualmente a la sartén pero después de saltear las verduras. Es decir, lo añadimos cuando las verduras y resto de ingredientes estén casi hechos y lo removemos todo junto.
3. Al horno
Una de las formas más fáciles de aprovechar cualquier cosa que tengamos hecha es montar un plato que se haga al horno. Una casserole, una lasaña, unas enchiladas, un gratinado… Solo tienes que mezclar ingredientes y meter al horno.
Una forma rápida de aprovechar el cuscús ya hecho pero sin repetir plato es ponerlo por encima de un plato que vaya al horno y gratinarlo. Puedes dejarlo tal cual o ponerle una bechamel por encima.
Por ejemplo puedes poner verduras asadas que tengas también hechas (patata, cebolla, zanahoria, calabacín, berenjena…) en un molde o bandeja para horno, cubrirlo con el cuscús y gratinar 10 minutos.
El arroz no gratina tan bien como otros cereales, se reseca bastante, pero podemos ponerle por encima una salsa, queso vegano o lo que queramos.
Mezcla el arroz con verduras cortadas finas, ponlo en el recipiente para horno y ponle por encima una capita de bechamel vegetal o una crema de aguacate (es solo batir aguacate con un poco de bebida de soja y una pizca de sal) y gratínalo.
Con mijo puedes hacer topping crujiente para canelones y lasañas. El relleno puede ser perfectamente de legumbres y algún cereal que tengas ya hecho (por ejemplo quinoa, bulgur o amaranto). Después pones la bechamel y por encima el mijo. Te quedará un gratinado con mijo tostado muy aromático.