Las alcachofas son la cabeza floral de una variedad de cardo muy apreciada porque tienen un sabor intenso y delicado. Son ricas en fibra, vitamina C, ácido fólico, magnesio, manganeso y fósforo.

¿Has notado alguna vez que después de comer alcachofas todo te sabe dulce? ¡Hasta parece que el agua lleve azúcar! Esto se debe a su contenido en cinarina, un compuesto que inhibe temporalmente nuestra percepción de los sabores dulces.

Cuando comemos algo distinto o bebemos agua, retiramos la cinarina de nuestras papilas gustativas y todo nos parece mucho más dulce de lo que es en realidad.

Cómo elegir y limpiar las alcachofas

Cuando vayas a comprar alcachofas, el truco está en elegir las que veas más prietas y densas, que estén bien cerradas, de color verde y sin manchas negras.

Ya en casa tenemos que prepararlas para saborearlas mucho mejor. Primero se quitan las hojas exteriores más duras y secas y las puntas si son muy duras. Con una cucharita se puede quitar la pelusilla del interior de la alcachofa.

Podemos ir dejando cada alcachofa ya preparada en un bol con abundante agua fría y zumo de limón o vinagre para retrasar la oxidación.

Cómo cocinar alcachofas: recetas fáciles

Ahora que las tenemos listas, ¿cómo cocinamos las alcachofas? Si queremos un efecto más crujiente, lo mejor será elegir el horno o la sartén. O podemos elegir hacerlas al vapor o hervidas, que quedan mucho más tiernas.

Alcachofas al vapor

Para cocer las alcachofas al vapor colócalas, ya limpias, en la vaporera. Tápalo y deja que se hagan aproximadamente 25 minutos. ​Puedes añadir hierbas aromáticas para darles otro sabor, como por ejemplo unas hojas de hierbabuena, una ramita de romero o tomillo.

Alcachofas al horno

Puedes ponerles una pizca de aceite y añadir las hierbas que prefieras, junto con una pizca de sal. Hazlas a 200 ºC y sácalas cuando estén tiernas y doradas (algo más de media hora).

Alcachofas hervidas

Sumérgelas en el agua cuando ya esté hirviendo, tardan alrededor de 15 minutos en estar tiernas. Igual que cuando las preparamos al vapor, puedes añadir hierbas aromáticas que les aporten un toque especial.

Alcachofas a la plancha

Las alcachofas pueden absorber mucho aceite si las hacemos fritas, así que es mejor hacerlas con poco aceite, en una sartén antiadherente, a fuego medio-bajo y tapadas. Es una preparación muy sencilla, solo hay que darles la vuelta cada 5-6 minutos.

Usa las alcachofas en otras preparaciones

Podemos añadir las alcachofas ya limpias directamente a nuestros guisos, paellas y otros arroces, sopas, potajes, etc. Siempre que los trozos no sean muy grandes se harán en el mismo tiempo de cocción que, por ejemplo, una zanahoria.

Seguro que se te ocurren muchas ideas distintas de platos que puedes hacer con alcachofas y no sabes por dónde empezar. Te cuento una de mis recetas favoritas, ¡espero que la disfrutes tanto como yo!

Receta de alcachofas asadas con cardamomo y limón

Ingredientes

  • 1,5 kg de alcachofas
  • 3 cucharadas de aceite de oliva
  • 1 limón
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 4 cardamomos verdes machacados o en polvo
  • 1 ramita de romero
  • 2 hojas de laurel

Preparación

  1. Precalienta el horno a 200 ºC.
  2. Prepara las alcachofas como ya hemos comentado, retirando las hojas externas y la pelusilla si la hubiera, y córtalas por la mitad.
  3. Ponlas en una bandeja para horno y rocíalas con el aceite. Espolvorea con la sal y añade el resto de hierbas aromáticas y especias.
  4. Corta el limón en cuartos y rocía un poco las alcachofas con su zumo para evitar que se oxiden. Coloca los cuartos del limón también en la bandeja de horno.
  5. Ásalas al horno a 200 ºC durante 30 minutos o hasta que veas que están doradas.

Puedes servir este plato caliente como acompañamiento o guarnición.