Las semillas de lino han pasado de ser una curiosidad en la corteza de algunos panes a estar en casi todos los supermercados.

A nivel nutricional son muy ricas en ácidos grasos omega-3, que no se encuentran en muchos alimentos (semillas de lino, nueces, pescado y poco más) y que son beneficiosos para nuestra salud. Una cucharada diaria es suficiente para obtener todo el omega-3 que necesitamos.

El lino se cultiva en muchos países, tanto cálidos como más fríos, es un cultivo relativamente fácil y con buena producción.

Cómo usarlas en la cocina

Las semillas de lino, sea lino dorado u oscuro, se pueden comer tal cual, como snack, aunque es preferible machacarlas un poco para asegurarnos de digerirlas bien y aprovechar sus nutrientes. Es mejor también comprarlas enteras y machacarlas en casa que comprar harina o linaza, que se enrancia mucho más fácilmente.

Una forma muy cómoda de usarlas es machacar un par de cucharadas y añadirlas a las ensaladas. No te preocupes, no se quedarán en el fondo, se pegarán a los demás ingredientes por la humedad y el aliño que pongamos.

Las semillas de lino duran bastante. Una vez abierto el paquete ciérralo siempre bien con una pinza y guárdalo en un lugar fresco y seco alejado de la luz. No hace falta que le pongas semillas de lino a todo, con consumir 1-2 cucharadas diarias es suficiente.

El aceite de lino también se ha popularizado bastante y lo podemos encontrar en algunos supermercados. Mi recomendación es que lo uses en crudo, en ensaladas y aliños, en el hummus y en tus patés vegetales. Aporta mucho omega-3 y un sabor muy suave.

También dura bastante siempre que lo mantengamos alejado del calor y la luz.

Las semillas de lino también tienen una propiedad curiosa, que es la de gelificar. El interior de la piel y la semilla forman un mucílago viscoso cuando las ponemos en agua, y más si lo calentamos. Esto hace que sean un sustituto tecnológico del huevo a la hora de hacer preparaciones veganas como tortitas, bollos, magdalenas, bizcochos, rebozados y ciertos tipos de panes.

Cómo hacer gel de lino para sustituir 1 huevo

El gel de lino sirve como ligante con el resto de ingredientes, aunque no cuaja como el huevo, pero sí aporta otras de sus características como retención de humedad, elasticidad y viscosidad.

Una vez hecho puedes usarlo para sustituir 1 huevo en cualquier preparación de masas (tortitas, pancakes, gofres, bizcochos, etc). Si necesitas sustituir más huevos basta con hacer más cantidad.

Ingredientes

  • 1 cucharadita de semillas de lino
  • 100 ml de agua

Preparación

  1. Calienta el agua hasta que esté a punto de hervir. Retírala del fuego y añade las semillas.
  2. Déjalo reposar hasta que se enfríe, removiéndolo ocasionalmente. Puedes guardarlo en la nevera hasta que vayas a usarlo.
  3. Si no quieres encontrarte las semillas puedes colar el gel con un colador o utilizar semillas trituradas o molidas.

También puedes hacerlo con ½ cucharadita de semillas de lino trituradas o molidas y la misma cantidad de agua, del tiempo. Tardará unos 20 minutos en formar el gel.

En hamburguesas y albóndigas puedes usar el gel o directamente las semillas y dejar reposar un rato toda la masa, ya que se hidratarán con los líquidos que añadas. Por ejemplo, a unas hamburguesas de tofu les puedes añadir un par de cucharadas de lino triturado o molido y una vez tengas hecha la masa, taparla y dejarla reposar 30 minutos. Después remuévela y verás que ha ganado en consistencia.

Recuerda que el lino puede aglomerar la masa en frío, pero no cuaja como el huevo, así que no evitará que se desmoronen tus hamburguesas si no usas otros ingredientes que mantengan la estructura, como avena, gluten, patata, almidones, etc.