En los últimos años hemos pasado de tener a la vista solo los cereales y legumbres básicas (arroz, lentejas, judías y garbanzos) a encontrar un montón de cosas nuevas en cualquier supermercado. Quinoa, espelta, mijo, semillas de lino… ¿realmente nos sirven para algo? ¿qué ventajas nos aportan en la cocina?

La quinoa es una de las cosas que más se ha popularizado, es muy útil en la cocina, suele tener precios bajos y la podemos aprovechar para un montón de cosas. Su venta se ha extendido a muchas superficies comerciales y es omnipresente en redes sociales, donde cualquier receta “healthy” que se precie tiene que tener un buen puñado de estas semillas. Aquí puedes leer sobre las propiedades y beneficios de la quinoa.

 

Cómo preparar quinoa: paso a paso

La quinoa es un pseudocereal que, aunque en España y otros países ni conocíamos, es sustento básico de otras latitudes (América del Sur). Tiene un montón de proteínas para ser una simple semillita (en torno al 15% y contiene todos los aminoácidos), no contiene gluten y se cocina fácilmente como un arroz por ejemplo.

Si usamos quinoa en nuestra cocina estamos variándola, evitando ser repetitivos/as, y a la vez utilizando un ingrediente saludable.

Cuánta quinoa necesitas por ración

Una taza de quinoa nos puede dar para 2-4 platos, dependiendo de cómo nos lo montemos (igual que el arroz, no es lo mismo comer un plato de arroz blanco que saltearlo con verduras, usarlo como acompañamiento, etc).

Cómo lavar la quinoa

Antes de usar la quinoa hay que lavarla (ponla en un colador, lávala con agua del grifo y escúrrela) para eliminar las saponinas que contiene la piel de las semillas (es su conservante y protección natural, pero puede resultar indigesto).

No es que venga sucia, es que las semillas están recubiertas de unas sustancias llamadas saponinas que la propia planta produce para su protección, pero que dan un sabor amargo desagradable. Durante la recolección y procesado de la quinoa se eliminan parte de las saponinas, pero en casa es preferible darles un lavado antes de cocinar.
Basta con poner la quinoa (por ejemplo 1 taza) en un colador fino y lavar las semillitas bajo el grifo. Después escúrrelas muy bien.

Cómo cocer la quinoa

Después de lavar la quinoa, puedes hacerla como un arroz normal y corriente, solo que la quinoa es redondita y su piel más crujiente. La quinoa se cuece muy rápido, no es necesario dejarla en remojo. Para lograr una cocción perfecta solo debemos calentar el agua con sal y, cuando hierva, cocer las semillas durante unos 15 minutos a fuego medio y con la olla tapada.

La quinoa estará lista cuando las semillas doblen su tamaño inicial y se vean transparentes. No dejes que se ablande y se apelmace: debe quedar suelta.

Cómo tostar la quinoa

Una de las mejores formas de hacer quinoa es tostándola primero con un poquito de aceite y cociéndola después con el agua justa para que se evapore y nos queden los granos cocidos.

Cómo conservar la quinoa

Una vez cocida puedes guardarla en la nevera en un recipiente bien cerrado, te durará hasta 3 días.

Cómo usar la quinoa en recetas

Usa la quinoa igual que usarías pastas cortas o arroz. Por ejemplo puedes hacer una sopa y añadir quinoa en lugar de pasta maravilla o estrellitas; en lugar de un arroz con verduras, una quinoa con verduras; y en lugar de ensalada de pasta (cuscús o piñones), ensalada de quinoa. Aunque los granos sean más pequeños que los de la pasta o el arroz, tienen muchísimo sabor y son muy saciantes, así que no te preocupes, ni te parecerá soso ni te quedarás con hambre.

La quinoa cocida también nos sirve como ingrediente principal en hamburguesas veganas, albóndigas, etc. Como no es pegajosa, siempre tiende a quedar más suelta, combínala con otros ingredientes que sí hagan de ligante, como por ejemplo avena en copos, harina de avena, etc. En estas preparaciones la quinoa aporta textura y un sabor muy agradable, además de jugosidad y cremosidad.

Aquí tienes 9 formas de cocinar la quinoa y que quede perfecta.

Otras recetas con quinoa:

Cómo usar la harina de quinoa

La harina de quinoa se usa mucho para preparaciones sin gluten, desde tortitas hasta panes. Es una harina con un buen contenido de proteínas, se amasa relativamente bien, es ligera y no aporta sabores raros. En panes y masas grandes es mejor combinarla con almidón de maíz, por ejemplo, para evitar que la masa quede arenosa o la miga se desbarate.

Aquí tienes una receta de pan rápido de quinoa y avena.