Muchas veces no tenemos tiempo de preparar buenos desayunos, y nos solemos levantar con hambre. Una de las cosas más fáciles que podemos hacer es aprovechar las sobras de la cena para desayunar.
Cenas para desayunar
Vale, no te vas a desayunar un plato frío de macarrones con tomate, pero hay otros platos que sí que quedan estupendos. Prueba a hacerlo cuando uses estos ingredientes en tus cenas y al día siguiente tendrás desayunos exquisitos y energéticos.
Arroz
Como comenté en este artículo, podemos hacer un buen desayuno de arroz “a la japonesa” con arroz integral que hayamos cocinado la noche anterior.
Como cena podemos preparar un curry de verduras con arroz integral, un salteado de arroz integral con tofu y espinacas, etc. Haz el doble de arroz del que necesitas y tendrás para el desayuno del día siguiente.
Puedes ponerte para desayunar tu bol de arroz frío o templado y añadirle un puñado de frutos secos, frutas secas (las pasas quedan muy bien), muesli, etc.
También puedes hacer un porridge con el arroz, como suelen hacer en China. Basta con calentar el arroz con bebida vegetal o caldo de verduras (si lo quieres salado) hasta que quede cremoso. También puedes dejarlo toda la noche y calentar por la mañana.
Otra forma de aprovechar ese arroz es hacerte un wrap con una tortilla de trigo o maíz, lechuga y brotes frescos y unas rodajas de tomate y aguacate.
Sopas: harira vegana
Aunque te pueda parecer raro, en muchas regiones se toman sopas, además de otros alimentos, para desayunar. Pensándolo bien no es tan diferente de unas gachas o porridge, así que ¿por qué no probar alguna?
La sopa harira es muy popular en Marruecos. Basta con sustituir la carne por tofu, soja texturizada, tempeh o seitán y tendremos un primer plato para una cena verdaderamente exquisito. La base de esta sopa son verduras y legumbres, así que es bastante completo. Si le vas a poner fideos, aparta primero una parte para el desayuno, así evitamos que al día siguiente los fideos estén hechos una pasta.
Ingredientes
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 2 tomates
- 1 zanahoria
- 2 ramas de apio
- 1 cebolla
- un manojo de perejil, picado
- 1 taza de tomate triturado
- 1 taza de garbanzos cocidos
- 200 g de tofu ahumado
- 1/2 cucharadita de ras-el-hanout (o una mezcla de jengibre, pimentón dulce, cúrcuma, comino y pimienta negra)
- aprox. 1/2 cucharadita de sal
- 1/2 taza de fideos (opcional)
Preparación
- Corta las verduras en trozos medianos y la cebolla por la mitad y póchalas en el aceite con las especias.
- Añade el perejil, sal y tofu y remuévelo bien.
- Agrega los garbanzos y tomate triturado y sube un poco el fuego, removiendo bien.
- Añade 2 litros de agua, ponlo a fuego fuerte y cuando empiece a hervir deja que cueza a fuego lento unos 15 minutos, hasta que la zanahoria esté tierna.
- Saca con una espumadera la zanahoria, apio y cebolla y bátelo con la batidora para hacer un puré espeso. Agrégalo ala cacerola de nuevo, junto con un poco más de agua si estuviese muy espeso.
- Añade los fideos y deja que se hagan (serán 3-5 minutos).
- Pruébalo y rectifica de sal.
- Sírvelo caliente.
Para desayunar basta con calentar de nuevo la harira. Puedes añadir los fideos si quieres, pero tal cual estará perfecta.
No es necesario ponerse un plato gigante, basta con un bol pequeño y acompañarlo por ejemplo con tostadas de pan integral.
La sopa de miso también es un desayuno muy típico en Japón. Si haces sopa de miso por la noche recuerda hacer un poco más y guardar un par de boles para el desayuno.
Mijo
Igual que el arroz y otros cereales, con mijo podemos hacer una cena completa, sea salteado con verduras, en una lasaña o en un guiso. Cuando hagas el mijo pon el doble y reserva lo que sobre para el desayuno del día siguiente. En algunas zonas de Rusia es común desayunar gachas o porridge de mijo, que es precisamente el desayuno que propongo.
Mezcla el mijo cocido con bebida vegetal (más o menos la misma cantidad en volumen de mijo que de bebida vegetal) y déjalo toda la noche. Al día siguiente solo tienes que calentarlo.
Puedes añadirle frutas frescas troceadas, frutos secos, semillas, muesli, etc.
Legumbres
Potajes, guisos, patés, platos de pasta, ensaladas… con legumbres podemos montar cualquier cena exquisita y guardar para el desayuno. En Egipto hay un plato que se sirve de desayuno que se llama medames, que es muy simple: alubias pintas aliñadas.
Cuando hagas alubias guarda un par de tazas, escurridas, para los desayunos. Después solo tienes que mezclarlas con un buen puñado de perejil fresco picado, aceite de oliva, sal, pimienta, comino y, si quieres, un poquito de ajo. Puedes aplastar algunas alubias para que quede más cremoso y añadir un poquito de agua para que no queden tan secas.
Si lo prefieres puedes convertir tus legumbres en un paté vegetal para untar, igual que hacemos con los garbanzos y el hummus.
Ensaladas
Lo que te sobre de la ensalada de la cena te servirá al día siguiente para unas tostas llenas de sabor, unos wraps o un sándwich. Guarda los restos de ensalada, escurridos, en la nevera, en un recipiente bien cerrado. Al día siguiente solo tienes que añadirlo a tus tostas con hummus, aguacate, tomate o lo que te apetezca desayunar. Úsalas como relleno para tortillas y crepes saladas. No tiras nada y desayunas bien rico.