Muchas veces nos cuestan las cenas. O estamos cansadas o no se nos ocurre qué cenar, o hace mucho calor y no apetece ponerse a cocinar… el problema es que, si tenemos hambre pero descartamos hacer cualquier cosa, nos decantaremos más por ultraprocesados y comidas preparadas que ni son tan sanas ni tan baratas como hacerlo en casa.
Las cenas no tienen por qué ser pesadas ni llevar de todo, pueden llevar lo que tú quieras y te apetezca, pueden ser cenas ligeras, fáciles de hacer y ensuciando pocas cosas. Y de estas cenas te pueden salir platos para el día siguiente.
Cenas ligeras para el verano
Los tipos de cena que hoy os propongo son mis básicos para el verano. Son platos fríos hechos a base de verduras de temporada y legumbres, que no sientan nada pesados, no hinchan, pero sí sacian y están deliciosos.