5 ideas frescas y ligeras para cocinar en verano

Con el calor, ya no apetece ponernos a cocinar a los fogones. Si te faltan ideas de platos y recetas frescas, ligeras y saludables, este artículo es para ti.

Ideas de recetas frescas y ligeras

Llega el verano, el calor, las pocas ganas de acercarse a un fogón caliente y el apetito por cosas más frescas, ligeras y fáciles de preparar. Es cómodo dejarse llevar por la catarva de ultraprocesados que se publicitan para el verano: refrescos, postres azucarados, cremas y sopas frías, platos preparados… pero no todos son saludables, y además siempre salen mucho más caros que si los hacemos en casa.

También dejan menos lugar a la imaginación: como vienen ya hechos te acomodas a las variedades que te vendan en lugar de utilizar las cosas que ya tengas por casa para hacer variaciones con diferentes sabores, colores y texturas.

Ideas de platos para cocinar en verano

¿Qué cosas frescas podemos hacer que sean más saludables, que sean fresquitas, sencillas y a ser posible sin asarnos de calor en la cocina?

1. Patés vegetales

Hummus, guacamole, babaganoush… todo esto lo venden, por supuesto, pero puedes hacer mucha más cantidad en casa, a tu gusto, con decenas de sabores diferentes, aprovechando restos que tengas por la nevera, añadiendo tus ingredientes favoritos y ahorrando dinero.

Por ejemplo podemos combinar los ingredientes del hummus con unos pimientos asados, o un puñado de nueces, medio pepino, yogur de soja sin azucarar, tomates secos, remolacha encurtida, germinados caseros… y con la misma receta preparar 4 o 5 hummus diferentes, guardarlos en envases pequeños y tener siempre que queramos, sea para comer en casa o fuera.

  • Aprovecha también champiñones y setas, calabacines, berenjenas y otras hortalizas de temporada.
  • Cambia de legumbre: utiliza lentejas o judías cocidas en lugar de garbanzos.
  • Añade hierbas frescas: albahaca, hierbabuena, eneldo, cebollino…
  • Combínalos con otros platos que puedes dejar hechos: pisto, piperrada, ensaladas de verduras asadas, falafel, albóndigas veganas, seitán, tofu marinado…

2. Sopas y cremas frías

Esto es de lo más sencillo y todas las conocemos: gazpacho, salmorejo, ajo blanco, sopa de pepino…

  • Utiliza el gazpacho tanto para beber como refresco como para acompañar comidas.
  • El salmorejo sirve para picar y para acompañar cualquier comida. Puedes usarlo perfectamente como aliño para ensaladas.
  • El ajo blanco, haciéndolo un poquito denso, queda estupendo en bocadillos y sándwiches.

Parte de la base del gazpacho y el salmorejo para hacer preparaciones similares pero con otros ingredientes. Por ejemplo el salmorejo con pimientos rojos y el gazpacho con remolacha y zanahoria. No tengas miedo de innovar, usa los ingredientes que más te gusten.

3. Espaguetis de verduras

Utiliza un espiralizador o un cortador en juliana para hacerte en un momento un plato de espaguetis o “zoodles” de calabacín, pepino o zanahoria (o de las tres cosas). Alíñalo como una ensalada o añade salsa como si fuera pasta. O todo a la vez.

Ponle legumbres cocidas y frías, encurtidos, salmorejo a modo de salsa, hierbas frescas, frutos secos, germinados y todo lo que te apetezca.

Aunque vendan verduras ya cortadas con esta forma, sale muchísimo más barato hacerlo tú con un espiralizador que tirar de envasados.

4. Aguas aromatizadas

Una de las cosas que más me gustan de las aguas aromatizadas o aguas con sabores es dejar la fruta y comérmela al final.

Para aromatizar agua lo mejor es utilizar frutas y hierbas frescas. Por ejemplo melocotón y menta, limón, sandía y hierbabuena, cerezas y menta, etc.

Para que el agua coja todo el sabor tienes que dejarla en la nevera al menos de un día para otro. Haz una buena cantidad, por lo menos 1,5 litros, y tendrás para beber todo el día. Y para comer, claro.

5. Batidos de frutas y smoothies

El primer verano que pasé como vegana, hace muchos años ya, lo hice con batidos de frutas. No había bebidas vegetales en cualquier supermercado ni nada de eso, así que como no me gustaba el café solo me pasé a desayunar batidos de frutas.

  1. Compra todo tipo de frutas, incluso si no te hacen mucha gracia, porque lo mejor es mezclarlas y tomarlo todo junto fresquito.
  2. En casa lava las frutas, pela las que no se puedan comer con piel (por ejemplo plátano), córtalas en trozos medianos y congélalas.
  3. Cuando quieras un batido coge un puñado de cada y bátelo con la batidora con agua. Puedes medir las cantidades con el vaso que vayas a usar para tomártelo.
  4. Para hacer un smoothie añade alguna fruta fresca no congelada y bebida vegetal en lugar de agua. También puedes añadir yogur de soja sin azucarar y hacerte un lassi.

Los batidos de frutas quedan super dulces si la fruta que usas está en su punto, madura.

Puedes añadir también alguna hortaliza como zanahorias y tomates, que pegan con cualquier fruta. Prueba por ejemplo melocotón con zanahoria, ¡es una delicia!

¿Deseas dejar de recibir las noticias más destacadas de cuerpomente?