No siempre sabemos aprovechar al máximo todas las posibilidades que nos ofrecen nuestros utensilios de cocina. Algunos están injustificadamente infravalorados. No voy a hablar de cómo hacerlo todo al horno o al vapor, si no de cómo aprovecharlos bien para hacer cosas diferentes, desde bases para patés hasta panes sin horno.

Para mí estos utensilios son imprescindibles. Al principio empecé a usarlos por aprender, y acabé experimentando con todo lo que se me ocurría, exactamente igual que haces con una sartén, una olla o un grill. Y la verdad es que te facilitan mucho la vida si les sacas el máximo partido.

1. El horno

Tanto si tienes un horno empotrable como si es más pequeño, los usos que puedes darle van más allá de calentar una pizza.

Sé que muchas veces no ponemos el horno porque consume bastante electricidad o gas (sobre todo si es antiguo) o porque da calor (en verano), pero podemos optimizar tiempos para hacer el mayor número de cosas en lo justo de tiempo, por ejemplo a la hora de asar verduras llenando bien la bandeja en lugar de asar solo un par de pimientos.

Todo esto lo puedes hacer igual si tu horno es pequeño. ¿Te cabe una berenjena cortada a lo largo y alguna otra cosa? Aprovéchalo, hazlo. En un horno pequeño tardará menos tiempo en hacerse (unos 30 minutos).

Verduras asadas en cantidad

Compra verduras y hortalizas asables en buenas cantidades y hazlas al horno. Lo máximo que necesitarán, todas juntas, es 1 hora a 200ºC, y obtendrás un montón de materia prima para los platos de toda la semana.

  • Con berenjenas asadas, por ejemplo, puedes hacer desde patés vegetales como el babaganoush hasta rellenos para sándwiches, ensaladas y salteados. La berenjena ya está hecha, se puede comer tal cual. Solo tienes que cortarla y añadirla.
  • Con calabacines asados lo mismo, igual te sirven para una crema que para un paté, un sándwich rápido, una ensalada, un salteado o incluso un guiso bien cremoso.
  • Los tomates asados se pueden pelar y poner directamente en platos de pasta o hacer salsa con ellos. Tarda muchísimo menos y el sabor es mucho más concentrado.
  • Con pimientos asados también puedes montarte todo tipo de platos en un momento, desde ensaladas de verduras asadas hasta ensaladas frescas, bocadillos, pisto, rollitos de verduras, etc.

Cocina platos al horno

Si te gustan las cosas que se hacen solas prueba a hacer platos al horno, siempre bien abundantes, así te sobrará para otros días. Por ejemplo ratatouille, pasteles de verduras, tartas de vegetales, patatas, boniatos y calabaza asada, etc.

Después puedes incorporarlos en un momento a cualquier otro plato o cortar una porción para llevar.

Leudar masas caseras

Al hacer masas leudadas caseras, como masa de pan, una de las cosas que más tiempo necesitan es el fermentado o leudado. Esto depende de la temperatura ambiente. Lo ideal es una temperatura entre 22 y 25ºC, y eso puede ser difícil de conseguir en invierno.

Para ello puedes hacer un truco: precalienta el horno al mínimo y apágalo. Comprueba la temperatura con un termómetro o con la mano abriendo la puerta. Si se nota cálido pero no caliente, mete tu masa, siempre bien tapada, y cierra el horno. El calor se mantendrá durante al menos 1 hora, tiempo suficiente para que tu masa suba perfectamente.

Recuerda que debe estar templado, no caliente, porque si no la masa se cocina en lugar de fermentar.

Deshidratar verduras

Otro de los usos que puedes darle es para deshidratar verduras y frutas. Puedes hacer tus propios tomates secos, manzana seca, zanahoria, etc. Solo tienes que cortarlos en tiras o lonchas finas, ponerlos en bandejas para horno con papel para hornear y desecar al horno, a la temperatura mínima, y con la puerta entreabierta (un poquito solo).

Según la verdura que sea puede tardar más o menos tiempo. En general son unas cuantas horas, con la ventaja de que no tienes que estar vigilándolo constantemente, solo dejar el horno encendido o programado a 50ºC con la puerta entreabierta.

Por ejemplo, para hacer tomates desecados:

  1. Córtalos a lo largo por la mitad, quita la pulpa y disponlos en la bandeja de horno con papel para hornear, boca arriba.
  2. Espolvorea con sal y hazlos a 50ºC con la puerta del horno un poquito abierta durante 4 horas.
  3. Deja que se enfríen a temperatura ambiente y guárdalos en un bote hermético con aceite de oliva.

2. La vaporera

Es posible que tengas por casa un accesorio para asar al vapor. Puede ser una especie de bol con agujeros, un cestillo que se acopla o unas vaporeras de bambú. Pues aunque parezca mentira, es un accesorio muy versátil que te puede ahorrar mucho tiempo.

Al igual que en el horno, en la vaporera podemos cocinar varias cosas a la vez. La verdura no está flotando en el agua, si no en contacto con vapor muy caliente y además tapado, lo que hace que podamos cocinarlas a temperaturas bastante altas en muy poco tiempo sin miedo a que se quemen o se deshagan en el agua de cocción.

Verduras al vapor

La mayoría de verduras y hortalizas se hacen en poco tiempo y lo que obtenemos son piezas de vegetales tiernos listas para guardar y usar cuando queramos.

Las patatas, boniatos, calabazas y zanahorias se cocinan especialmente bien en la vaporera:

  1. Lávalo todo bien, córtalo en trozos medianos (las patatas si son pequeñas las puedes dejar enteras, con piel y todo) y ponlo en el cestillo.
  2. No llenes la cacerola de agua, a la mitad o menos es suficiente. El agua no ha de tocar el cestillo de las verduras.
  3. Ponlo a fuego fuerte, tapado, y cuando hierva fuerte, bájalo a fuego medio-bajo. Tardará unos 25 minutos. Puedes pinchar las verduras con una brocheta para comprobar que estén hechas.

El brócoli, coliflor, romanesco y coles de bruselas se hacen en menos tiempo, unos 8 minutos para que estén al dente, siempre que los cortemos en trozos medianos.

Las judías verdes tiernas, tirabeques, judías planas, etc., se hacen en 8-10 minutos, dependiendo de la cantidad que pongas y el grosor de la piel.

El calabacín y la berenjena, en 6-8 minutos. Una de las ventajas de hacer la berenjena al vapor es que después puedes añadirla a cualquier plato, saltearla o dorarla a la sartén y se dorará rápidamente sin absorber un montón de aceite.

Pan sin horno

En la vaporera también podemos hacer panes. ¿Has probado alguna vez los panes chinos al vapor? La masa es muy similar a la del pan normal y corriente, pero haciendo bolas de masa más pequeñas y cociéndolo al vapor.

Recuerda poner bajo cada pan un trocito de papel para hornear para que no se peguen a la vaporera, y hacerlos por tandas (para que no se peguen entre sí). Por supuesto se pueden adaptar y utilizar harinas integrales, semillas, etc., y los rellenos que tú quieras.

Una vez hechos consúmelos calentitos o déjalos enfriar. En una bolsa bien cerrada te durarán 1-2 días. También puedes congelarlos, siempre bien protegidos, y te durarán hasta 3 meses.

Calienta las sobras

Aprovechar bien las sobras ahorra tiempo y dinero. Y otra de las cosas para las que podemos usar la vaporera es para calentar comida, especialmente aquellas cosas que pueden quemarse, dorarse demasiado o resecarse si las recalentamos a la sartén, al horno o al microondas. Por ejemplo empanadillas, patatas cocidas o asadas, rollitos de col rellenos, hojas de parra, etc. Siempre que sean cosas que vayan por piezas medianas-grandes y que no se deshagan ni tengan caldos o salsas, considera recalentarlas o descongelarlas al vapor.

3. Pelador de verduras

Este utensilio tan sencillo y que todo el mundo debería tener en casa sirve para mucho más que pelar patatas. Te sirve con cualquier fruta o verdura, incluídas algunas de piel dura como la calabaza. Úsalo sin miedo para pelar la fruta que no te guste con piel, como manzanas o peras, no tardas nada y los cortes son más finos, no te llevas fruta por delante.

Cintas de verduras

Con el pelador de verduras puedes cortar rápidamente también cualquier verdura en tiras finas y con ella preparar en un momento una ensalada (por ejemplo cortando en tiras zanahorias), unos toppings (pepinillo en tiras), unas cintas de calabacín, etc.

Además, las cintas de verduras, si las cortas con un cuchillo a lo largo, te sirven como espaguetis vegetales sin necesidad de usar ninguna herramienta especial.

Juliana rápida

También te sirve para cortar en juliana más rápidamente: corta las verduras en tiras, haz un montón con ellas, córtalas con el cuchillo a lo largo y después pícalo cortando a lo ancho. Mucho más fácil y rápido que hacerlo todo con el cuchillo, especialmente si no tienes mucha destreza.

Virutas de chocolate

Usa el pelador de verduras para "afeitar" una tableta de chocolate y añadir virutas a tus desayunos o a cualquier dulce que quieras. Procura que el chocolate esté a temperatura ambiente para que las lascas sean más largas y rizadas. Si está muy frío o muy seco, queda más bien picado, que también está muy bien.

Cuando en una receta te piden ralladura de limón o de naranja, también puedes hacerla con el pelador. Simplemente saca lonchitas de piel del cítrico y después córtalas con un cuchillo. Es rápido y queda muy bien ya que solo sacamos la parte pigmentada, no la blanca, que tiene un sabor más amargo.

4. Rallador de 4 caras

Es un utensilio muy incomprendido que suele acabar en los confines de algún estante de la cocina.

Por la cara del rallador fino, además de pan, se pueden rallar muchas otras cosas, por ejemplo piel de naranja y de limón.

Si ya lo has hecho alguna vez pensarás que es que da mucha pereza que todo se quede en el rallador. Para evitarlo, pon encima un trozo grande de papel de hornear, sujétalo con la mano y ralla por encima. La ralladura se queda en el papel, no en el rallador.

Toppings variados

La cara de agujeros grandes es genial para un montón de cosas, desde rallar quesos vegetales hasta hacer toppings ligeros. Ralla con los agujeros grandes zanahoria, pepinillos, pepino, calabacín, etc. y úsalo en tus ensaladas.

Si rallas los tomates con esta parte, el resultado es mucho más cremoso y menos aguado, por eso me gusta usarlo para rallar tomate y poner sobre una tostada.

Con los agujeros grandes puedes hacer pan rallado estilo japonés, mucho más grueso, con cualquier tipo de pan. Y también puedes pasar por ellos patatas cocidas para hacer puré y que quede como con el pasapurés.

Para hacer virutas de chocolate finas, usa también este lado del rallador.

Mandolina todoterreno

La cara que tiene 2 o 3 cuchillas grandes es genial para cortar en rodajas finas patatas, zanahorias, calabacín, pepinos, pimientos, etc. Es más o menos como usar una mandolina, aunque con menos superficie de corte y con un poco más de esfuerzo. En cualquier caso vale la pena.

Para aromatizar

En la 4ª cara en algunos viene un rallador en juliana, muy útil para hortalizas y verduras, y en otros un rallador de agujeros redondos más finos, que funciona genial para cosas un poco más delicadas como la nuez moscada, el jengibre, las trufas (el hongo), etc. Con este lado también puedes picar y rallar coco y frutos secos, siempre que sean de tamaño grande.

5. Tijeras

Tienes que tener unas tijeras en la cocina. No esas de pescado enormes, pero sí unas que tengan las cuchillas largas, que sean fáciles de limpiar, que no se oxiden y a ser posible con un mango que no escurra (de goma o silicona sirve).

No solo para abrir envases

Las tijeras no te sirven solo para abrir envases, también para cortar y picar ingredientes, especialmente los finos y los blandos. Por ejemplo si en una receta vas a añadir tomates de lata y tienen que ir cortados, solo tienes que abrir la lata, meter la tijera y hacer unos cuantos cortes. Listo.

¿Picar cebollino? Lo más fácil es hacerlo con unas tijeras. Sujeta bien el manojo y córtalo a trocitos. Lo mismo para el perejil, cilantro, albahaca o cualquier hierba fresca.

Con las tijeras también puedes cortar el seitán en trozos para un guiso, pepinillos para una ensalada o una salsa, hojas de lechuga, rúcula, los tallos de las espinacas frescas, las porciones de una pizza… A veces todo es más fácil con unas tijeras.