El amor no se lucha.
El amor nace.
Brota de los cuerpos igual que una cascada o una enredadera en un muro viejo.
El amor no es "sin ti no soy nada".
El amor es soy contigo y sin ti, pero contigo mira qué bien.
Contigo la vida es mejor.
Contigo la vida pesa menos.
El amor es que te ponga la libertad del otro.
Que te emocione ver cómo crece, cómo se relaciona, cómo se expande, cómo aprende a tu lado y cuando no está a tu lado.
El amor es crear un hogar en cualquier lado.
Es un cuerpo al que regresar.
Es la certeza de estar acabándonos, sí.
Pero en compañía.
El amor es alegrarte por el otro.
De sus elecciones.
Aunque en esas elecciones no estés tú.
Porque el amor es ante todo respeto.
Es admiración y afecto.
El amor es nuestra capacidad para negarnos a la barbarie.
Es nuestra elección de no odiar.
Es un superpoder.
Uno que tenemos todos y cada uno de los seres humanos.
Y que nos permite anidar.
En otros cuerpos.
Y en otros mundos.