No te mereces eso.
No te mereces tener que conformarte con las migajas.
Con un Ok.
Con un polvo solo cuando el otro quiere y puede.
Con malas caras, malas contestaciones, mal rollo.
No te mereces perder tu tiempo donde no te demuestran amor.
Donde eres invisible y solo te usan.
Para descargar, para vomitar, para echarte encima dramas y mierda.
No te mereces ese lugar triste que te dejan.
Con todas tus ganas apagadas.
Sin poder reclamar nada porque no te dan nada.
No te mereces que no apuesten por ti.
Que no estén por ti.
Que no se den cuenta de quién eres y sobre todo de quién quieres ser.
Que no te vean.
Por eso no te quedes ahí.
Porque tú te mereces algo mucho mejor.
Mereces los cuidados, la atención, la preocupación.
Mereces la escucha.
Mereces el asombro en los días que han de venir.
Mereces que pasen la lengua por todo tu cuerpo a plena luz del día.
Mereces sentirte amada y que te permitan amar.
Lo mereces todo.
No te conformes con menos.
Así que vete.
No te creas nunca menos que nadie.
Que no te hagan sentir que no vales.
Así que levanta la cabeza y dilo.
No quiero estar contigo.
Porque tú no quieres estar conmigo.
Y hay tanta, tantísima gente, que sí quiere.
Que me voy a buscarla.
Sin ti.