Tienes que ser bonita.
Tienes que tener la piel perfecta.
Los labios carnosos.
Los ojos almendrados.
La nariz pequeña.
Tienes que tener el pelo largo.
Los pechos grandes.
La cintura de avispa.
Las caderas anchas pero no mucho.
Tienes que estar siempre delgada y depilada.
Con los muslos firmes.
Tienes que maquillarte lo justo y necesario para no parecer dejada pero no mucho para no parecer insegura.
Tienes que vestir femenina.
Cruzar las piernas.
No reírte muy alto, no interrumpir, callar, ser obediente y sumisa.
Tienes que cumplir con todo lo que te dicen que ha de ser una buena mujer.
Tienes que cuidar.
Tienes que cumplir con los deseos ajenos y tú no desear mucho no sea que te vayan a insultar.
Tienes que ser discreta.
Tienes que ser el ojito derecho, la madre, novia, hija, hermana, modelo.
Tienes que obviarte y sacrificarte porque eso se espera de ti.
Tienes que ser lo que el resto quiere que seas.
O no.
Y puedes ser.
Todo lo "monstruosa", oscura y libre.
Que te dé la gana de ser.