El ser humano es el único ser que se tropieza dos veces con la misma piedra.
Eso dicen.
Y puede que sea cierto pero, cuando nos dicen eso, no están contemplando que la vida no es algo inmutable.
Que no es una línea recta, visible, cómoda.
Que hay cosas que nos atraviesan y definen.
Cuando nos dicen eso nos interpelan a ser máquinas perfectas.
A ser robots de limpieza que reconocen un obstáculo y lo evitan.
Y si algo nos hace humanos y humanas.
Si algo es un vestigio de nuestra humanidad.
Es que erramos.
Es que lo hacemos mal cuando queremos hacerlo bien.
Es que nos equivocamos.
Porque la vida es un cúmulo de circunstancias.
De despedidas.
De ausencias.
De asombro.
De fotos.
De días y de noches y vuelta a empezar.
De decepciones.
De sorpresas.
De rupturas.
De primeras y últimas veces.
De dolor y alegría y de todo lo que está en medio.
De atascos y ruido.
De viajes y obligaciones y orgasmos.
De lugares comunes y tópicos.
De series que continuar y de libros por leer.
Y de tropiezos.
Así que.
Cuando te vuelvas a caer por la misma piedra.
Promete que no te tratarás con tanta dureza.
Intenta comprender por qué esa piedra sigue ahí.
Por qué esa es tu piedra.
Porque lo importante no es que te caigas de nuevo o no.
Lo realmente significativo es que sepas por qué te caes.
Solo así puedes volver a levantarte.
Solo así puedes reírte de ti.
Y aunque no te creas que puedas estar otra vez en la misma situación.
Porque otra vez confiaste u otra vez te dejaste llevar.
Recuerda que para tropezar lo único que hace falta es seguir con vida.
Es seguir caminando.
Porque podrías hacer el trayecto flotando o levitando, sí.
Sin sentir el suelo bajo los pies.
Sin dejar que absolutamente nada te afecte.
Cruzando el mundo como una burbuja.
Vale, así no te caerías.
Pero tampoco sentirías nada.
Un simulacro de tu existencia.
Un conato.
Una falsa alarma.
Una fruta de plástico.
Por eso permítete fallar las veces que haga falta.
Porque solo así tendrás una prueba de vida.
Solo así podrás decir que te equivocaste de nuevo.
Sí.
Pero fue.
Porque estabas viviendo.