La candidiasis es una enfermedad producida por la proliferación excesiva del hongo Candida albicans y sus síntomas en la lengua son visibles a simple vista: porciones blancas y protuberantes, placas enrojecidas y/o secreción con una apariencia similar a grumos.
¿Cómo puedo saber si tengo candidiasis en la lengua?
Si la infección se propaga al tracto digestivo se puede experimentar dolor al deglutir o una sensación de tener un cuerpo extraño. La causa más frecuente sin que dé molestias suele ser la saburra lingual. Si no estás seguro del diagnóstico sería aconsejable la opinión de otro especialista y realizar alguna otra prueba, ya que, si no es candidiasis, los tratamientos no solo no son necesarios sino que pueden complicar aún más tu cuadro clínico.
Para que el diagnóstico sea el correcto tendrían que haberse localizado cándidas en algún cultivo y se debería haber estudiado si la cándida era sensible y resistente a los tratamientos que mencionas.
Si se suspendiera el tratamiento, y no fuera candidiasis, lo más seguro es que no pasase nada. Si no aparecen problemas, posiblemente ni sea cándida ni se necesite ningún tratamiento.
Candidiasis oral y los mejores remedios caseros
Cuando hay proliferación de cándidas que desequilibran la flora y las bacterias que en ella habitan, hay molestias. En cuanto al posible contagio, si las personas de tu alrededor mantienen su flora bacteriana equilibrada no tiene por qué haber preocupación.
Si tras un cultivo se detecta candidiasis, se puede tratar en infusión con plantas como:
- Ajo
- Romero
- Tomillo
- Bardana
- Árbol del té
Entre los preparados homeopáticos el más usado es a base de bórax.
¿Es recomendable la hidroterapia de colon?
Hay quienes se preguntan si sería recomendable realizar una hidroterapia de colon. No veo por qué debiera serlo si no hay problemas intestinales, aunque el médico haya podido diagnosticar candidiasis también en el tubo digestivo.
La mejor recomendación es una buena práctica de higiene oral con el uso de instrumentos de limpieza simples, como un cepillo de dientes, una cucharilla o un limpiador de lengua, preferentemente al levantarte y al acostarte.
Acompaña siempre esa limpieza de enjuagues templados con las plantas en infusión, que son muy eficaces.