Ahora que se acaba de aterrizar en Marte, me acuerdo de la frase de Neil Armstrong –el primer astronauta que pisó la Luna–, que dijo: “¡Si no lo veo, no lo creo!” mientras contemplaba el paisaje lunar.
Dice el psicólogo Sergi Huguet que podemos darle la vuelta a esa expresión y si la formulamos como “Si no lo creo, no lo veo”, comprobaremos que el escepticismo inicial se transforma en todo un alegato a favor de la confianza, la ilusión y la credulidad.
Bueno, pues eso es más o menos lo que le ha sucedido a mi amiga Marta, que ha pasado de “esas recetas no son para mí porque les falta huevo o harina”, a “no creía que el resultado fuera tan bueno y estuvieran tan deliciosas”.
Ayer me llamaba (gracias, Marta, porque me has inspirado para esta Newsletter) y me contaba cómo le ha dado la vuelta su escepticismo y, lo que antes le parecían recetas que les faltaba “algo”, ahora son “recetas para triunfar aunque te falten ingredientes”.
Esta es la la lista de sus preferidas:
Nos reímos un rato mientras me lo contaba: “Mira que has sido perseverante invitándome a probar”, me decía. “Perseverance”, como la sonda que ha aterrizado en Marte, seguía riendo…
¡Feliz día!
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