Mi hijo de dos años hace cosas que sabe que no me gustan, como tirar algo al suelo o ensuciar las paredes. Y mientras lo hace, me mira con media sonrisa, lo que me da mucha rabia y temo perder los nervios.
No te desafía ni te desobedece. Recuerda cuando tú hacías algo que tus padres te habían prohibido, ¿lo hacías delante de ellos y sonriendo o te escondías? Lo que pretende es obtener información para poder obedecer mejor.
Está prohibido tirar un plato al suelo, pero no tirar un peluche. ¡Es todo tan complicado! Y por eso pregunta con sus gestos: “¿Mamá, puedo tirar este tenedor...?”. Y sonríe para que veas que va con buena intención: “Mamá, no te enfades, pero tengo otra duda...”.
Carlos González, pediatra y escritor