3 / 3
Cuando los amigos te decepcionan
Doy mucha importancia a la amistad y, cuando conozco a alguien que me interesa, me entrego totalmente, lo idealizo y vivo intensamente esa amistad; pero, tarde o temprano, sufro un chasco. Ya son tres decepciones en un año y siempre es igual: me doy en cuerpo y alma, recibo una respuesta similar y, pasado un tiempo, me frustran o me decepciono. ¿Cómo puedo cambiar esta decepción?
Alba, Zaragoza
- Querida Alba: La decepción y la frustración suelen ser finales bastante probables de la idealización. Tarde o temprano todos fallamos y dejamos de encajar en los ideales que los demás pueden hacerse de nosotros. No en vano, Fritz Perls, padre de la terapia Gestalt, decía:
“Yo no estoy en este mundo para llenar tus expectativas, y tú no estás en este mundo para llenar las mías”.
- Lo cierto es que si nunca has visto al otro como realmente era, nunca ha habido amistad. No puede existir sin un contacto auténtico con el otro. Una vieja e irónica frase dice: “Un amigo es aquel que te conoce de verdad y, a pesar de ello, te quiere”. Más allá de la broma, hay en ella una semilla de verdad: la amistad con quienes te han decepcionado es la que podía haber surgido tras tu frustración, tras haber conocido su verdadero rostro.
- Quizá debas pensar también acerca de tu entrega. Si sientes tanto malestar cuando el otro no te retribuye lo que das, es muy posible que no estés tan convencida de darlo.
Para evitar tanto dolor, te sugerimos solo dar aquello que puedas ofrecer sin esperar nada a cambio.