10 motivos para contarle que le has sido infiel

Si realmente quieres ahorrarle sufrimiento a tu pareja, comparte con ella lo que te está ocurriendo. En estos casos es mejor actuar con la mayor honestidad y generosidad del mundo.

10 motivos para contarle que has sido infiel

Si tienes un pacto de fidelidad con tu pareja y lo rompes, es probable que te sientas culpable y no quieras hacer daño a tu pareja. Es probable también que si ha sido algo puntual, o algo que crees que no va a durar mucho, tengas la tentación de no contarlo porque sabes que tu pareja podría querer romper la relación. O porque va a pasar un mal rato y te lo va a hacer pasar mal a ti también, y prefieres ahorrártelo. Y ahorrárselo.

Sin embargo, para que a tu pareja le duela menos, es mejor actuar con la mayor honestidad y generosidad del mundo. Si realmente quieres ahorrar sufrimiento a tu pareja, comparte con ella lo que te está ocurriendo.

¿Por qué es mejor contar una infidelidad que intentar esconderla?

Aquí tienes una lista de motivos importantes por los cuales no puedes seguir utilizando la excusa de que no se lo cuentas a tu pareja porque no quieres hacerle daño:

  • No te corresponde a ti tomar la decisión. Puede que creas que “ojos que no ven, corazón que no siente” y que es mejor vivir en la ignorancia, que vivir en la realidad. Pero eso lo tiene que decidir tu pareja, no tú.
  • Es muy probable que se acabe enterando. Se pilla antes a un mentiroso que a un cojo: generalmente las infidelidades se acaban sabiendo siempre, por alguna u otra razón.

Es mejor que tu pareja se entere por ti para que puedas cuidarla en un momento tan doloroso.

  • Le va a doler más tu mentira que tu infidelidad. Si no actúas con sinceridad, añades el dolor que causa saber que tu pareja te miente y te engaña. A veces duele más eso que la infidelidad en sí misma.
  • Tienes que darle la oportunidad de decidir. Siendo sincero le das a la otra persona la información que necesita para saber en qué mundo vive, es decir, para que pueda ser realista y tomar sus propias decisiones.
  • Es necesario que asumas las consecuencias de tu acción. Al ser generosos con la información, le das a la otra persona la libertad para decidir si quiere o no seguir la relación. Tienes que asumir las consecuencias de tus acciones y aceptar la posibilidad de que tu pareja no quiera seguir.
  • Debes evitar que alguien más utilice esta información para hacerle daño. Alguien puede utilizar tu infidelidad para hacer daño a tu pareja: no lo permitas. Es mejor que se entere por ti y no por un tercero que pueda tener malas intenciones.
  • Las mentiras se hacen grandes y tu culpabilidad también. Cuando mientes, tienes que seguir mintiendo y ya no puedes parar: engañar a una persona supone tener que inventarse constantemente nuevas mentiras para que ella se crea el escenario que a ti te conviene.

Entras en una rueda constante de mentiras y eso probablemente te haga sentir cada vez peor.

  • Es tu responsabilidad que tu pareja no se sienta humillada. A veces lo sabe todo el mundo menos tu pareja y no hay peor sensación que la humillación de saber que eras la única persona que no lo sabía (cuando deberías haber sido la primera).
  • Quizá sea una oportunidad para plantearos otra forma de relación. Si se lo explicas, abres la puerta a la posibilidad de plantearos si queréis o no abrir la relación, de saber si también a tu pareja le apetece tener otras experiencias sexuales y amorosas.
  • Quizá sea una oportunidad para arreglar lo que no funciona. Al explicarlo, abres la puerta también a poder sentaros a hablar juntos sobre cómo os estáis sintiendo o en qué momento estáis y a poder analizar si os apetece, o no, mantener la relación.

Solo así se puede salvar una pareja tras una infidelidad. Solo así se puede cuidar a alguien a quien quieres mucho, aunque después de pensárselo mucho, prefiera romper la relación. Solo con honestidad es como ahorras sufrimiento a tu pareja: no lo dudes, sobran los motivos para contárselo (y cuanto antes mejor).

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