Usos medicinales y propiedades del litio

¿Son recomendables las ampollas de litio cuando estás decaído? Te despejamos esta y otras dudas relacionadas con su efecto regulador del ánimo.

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Cuando estés triste o decaído piensa que también es natural estarlo y la mayoría de las veces es pasajero al igual que algunas depresiones menores. Se ha comprobado en muchos casos que la mayoría de estas tristezas y depresiones no varían con tratamientos antidepresivos más que con cualquier placebo.

¿Para qué se usa el litio?

El carbonato de litio se usa como medicamento antimaniaco desde hace décadas. A dosis altas se ha comprobado que actúa con efecto regulador, sobre todo en pacientes con alteraciones ciclotímicas que pasan de estados maniáticos a grandes depresiones.

También a dosis más bajas puede ayudar aunque no sea tan eficaz, pues el efecto, además de la dosis, depende de la sensibilidad de cada paciente. En 1817 se descubrió el litio y desde entonces se ha vendido en forma de litines o soda para limonadas.

También está presente en proporciones muy pequeñas en aguas mineromedicinales (como el agua de Vichy Catalán) y alimentos, como las algas o el azúcar de caña. Estos no han demostrado nunca toxicidad ni peligro alguno porque las dosis son irrelevantes, al igual que las que aparecen en las ampollitas de oligoterapia.

En oligoterapia el litio se recomienda para tratar la ansiedad, la irritabilidad, la depresión leve, las irritaciones de la piel de origen psicosomático, en niños (mayores de 6 años), en casos de inestabilidad o inadaptación y en personas mayores con agresividad o demencia senil.

Dosis recomendadas de litio

La dosis es baja, tan solo de 0,2 mg/ día, y se toma colocando una ampolla bajo la lengua. Cosa distinta son las dosis para el tratamiento de los trastornos psiquiátricos, que se sitúan entre 600 y 1.000 mg /día. No se han realizado estudios sobre si es más eficaz que el placebo ni sobre cómo funciona.

En todos los casos es inocuo y se puede tomar con tranquilidad. El litio puede estar bajo pero nunca falta en el cuerpo. Se ha visto que mejora la fase de manía cuando se eleva levemente entre 0,5 y 1,4 mEq/l (miliequivalentes por litro) de plasma.

Las sales de litio se suelen prescribir en tabletas de 400 mg por vía oral. En dosis altas sí es necesario hacer análisis de sangre periódicos (control de los niveles de plasma) para evitar los riesgos de intoxicación.

Además el litio "avisa" cuando el nivel plasmático es mayor del indicado (1,4 mEq/l) ya que aparecen efectos molestos: sequedad de boca, temblor en las manos, náuseas, sed, diarreas...

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