La sensibilidad a la radiación electromagnética es un problema emergente de salud del siglo XXI. Por eso es imprescindible que los profesionales de la salud, los gobiernos, las escuelas y los padres aprendan más al respecto. Los riesgos para la salud humana son significativos", exponía el Dr. William J Rea, fundador y director del Centro de Salud Ambiental de Dallas y presidente de la Academia de Medicina Ambiental.
El Dr. Rea, quien nos dejó en 2018, fue el inspirador del Congreso Internacional de Campos Electromagnéticos (CEM) y Radiación Electromagnética (REM) que se celebró del 6 al 8 de septiembre de 2019 en California. Esta primera conferencia médica internacional reunió a más de 500 prestigiosos científicos expertos en bioelectromagnetismo y medicina ambiental.
La telefonía 5 g hará más densa la contaminación electromagnética
Desde los años 70, las ondas electromagnéticas han ido en aumento exponencialmente en nuestro entorno, debido al avance tecnológico. La evidencia científica alerta del impacto en la salud que genera la exposición en el día a día. Durante muchos años los expertos mundiales han exigido límites de seguridad más bajos para proteger la salud de la población, pero sus voces no han sido escuchadas.
Las necesidades tecnológicas precisan de una transferencia de datos más rápida, de más volumen y con cobertura total las 24 horas. La nueva tecnología de telefonía móvil 5G responde a estas necesidades, si bien usa frecuencias y modulación con mayor amplitud de onda y emitiendo los datos a ráfagas rápidas.
Los científicos exigen que se revisen los límites permitidos
La radiación pulsada del 5G se espera que pueda causar aún mayor daño celular que el observado con las emisiones anteriores del 3G y 4G. Por ello, el congreso lanzó el "Llamamiento Internacional 5G", que pide a la Organización de las Naciones Unidas, a la OMS y a todos los gobiernos que revisen los niveles límite actuales de emisión teniendo en cuenta los efectos no térmicos.
En la actualidad, se dispone de múltiples estudios publicados en revistas científicas de gran impacto, que ponen la alerta sobre los efectos a la exposición de los CEM a corto y largo plazo. Se puede consultar una recopilación de ellos en la web Bioinitiative.org.
En 1971, el Naval Medical Research Institute ya enumeró algunos síntomas de la exposición a microondas como las utilizadas por la telefonía móvil: calor, sudoración, taquicardia, infertilidad, enfermedades cardiovasculares, neurológicas, inmunológicas, metabólicas y endocrina. En 2011, los CEM fueron clasificados como posibles carcinogénicos por la OMS.
Nuevos hallazgos sobre los efectos de los CEM
En el congreso, la doctora Devra Davis, profesora de medicina en el Centro Médico Hadassah de la Universidad Hebrea de Israel, expuso que "los resultados de los estudios determinan que lo mejor es tener móviles, tablets y portátiles lo más alejados posible de los testículos (ya que alteran las membranas celulares –atrofia de los túbulos seminales– y disminuyen la calidad y cantidad del esperma, además de alterar el ADN".
Según los ponentes Dominique Belpomme (profesor de oncología en la Universidad París-Descartes), Magda Havas (profesora emérita de la Escuela de Medio Ambiente de Trent), y Pilar Muñoz Calero (codirectora y profesora de la cátedra de patología y medio ambiente de la Universidad Complutense de Madrid), entre otros, se produce una "cascada inflamatoria multiorgánica" debido al denominado "efecto cóctel".
La exposición ambiental se da a muchos contaminantes químicos, biológicos, físicos y psicológicos a la vez, lo que supone en el cuerpo un efecto sumatorio. Esta exposición cóctel genera una disminución de los antioxidantes, agotando el mecanismo de adaptación del organismo y dando lugar a un proceso inflamatorio que llegará a alterar la membrana cerebral, haciéndola más permeable a los tóxicos.
El sistema nervioso central (SNC) se ve afectado en zonas específicas (tálamo, hipotálamo…), lo que a la vez perpetuará el proceso inflamatorio crónico. Según la doctora Muñoz, se ha comprobado que los CEM actúan potenciando otros tóxicos orgánicos (plomo, mercurio, disruptores endocrinos, infecciones, hongos…).
Diferentes grados de electrosensibilidad
El doctor Dominique Belpomme expuso los diferentes grados de la enfermedad conocida como electrosensibilidad:
- Intolerancia leve (los síntomas de la electrosensibilidad desaparecen al alejarnos de la exposición)
- Moderada (con fatiga crónica, estrés, irritabilidad, insomnio, depresiones, pérdida de reflejos, cambios de temperatura corporal, mareos y vértigos, dolores musculares y articulares, anorexia, déficit de memoria y concentración, sin que cedan los síntomas)
- Severa (enfermedades crónicas y degenerativas, autoinmunes o endocrinas, ruptura del ADN, cáncer).
La sensibilidad a las radiaciones y a las sustancias tóxicas pueden aparecer juntas en la misma persona. Los CEM actuarían como amplificadores de los efectos de otros tóxicos.
Para realizar el diagnóstico de electrosensibilidad los médicos pueden recurrir a los análisis de sangre (marcadores de alergia y estrés oxidativo) y a escáneres cerebrales especiales (ecografía Doppler pulsada).
Hay que proteger a los más vulnerables
Las mujeres embarazadas y los niños, al ser mayor el grado de penetración de la radiación y la inmadurez de sus órganos, deben protegerse frente a la exposición habitual.
La doctora Cindy Russell insistió en el impacto del wifi en los colegios y la necesidad de cablear. También hay que proteger a los enfermos crónicos, ancianos, personas con riesgo laboral, personas electrohipersensibles y quienes lleven metales internos (prótesis, amalgamas dentales…), pues hacen de antena amplificadora.
10 medidas que te protegen
A nivel individual, minimiza la exposición a radiaciones ambientales para no incrementar la carga tóxica.
- Evita el wifi, siempre que se pueda usar el cable: en teléfonos, ordenadores, consolas, teclados, ratones...
- Desactiva para dormir todas las conexiones inalámbricas o eléctricas. Utiliza despertador a pilas.
- Usa tablets, móviles u otros dispositivos inalámbricos solo cuando sea necesario y manténlos lejos de niños y embarazadas.
- Se desaconseja el uso del móvil a menores de 16 años. Si lo usan, que sea no más de 3 minutos por llamada, con manos libres o auriculares, y en modo avión.
- Por recomendación de los propios fabricantes de teléfonos, lleva el móvil a 5-22 mm del cuerpo, y el portátil a mínimo 20,8 cm. Ni cerca de órganos reproductores ni en el sujetador.
- Evita los vigilabebés y los teléfonos inalámbricos en casa.
- No uses el móvil en vehículos en movimiento o con poca cobertura (coche, metro, ascensor…).
- Exige ciudades sostenibles que conserven y restauren la biodiversidad. Buena toma a tierra en casa.
- Evita los cables eléctricos cerca de la cama.
- Mantén una distancia mínima de 500 metros a torres de alta tensión y antenas de repetición wifi.
Nota de la autora, Dra M. Carmen Ruíz Martín, médico de familia, experta en medicina ambiental y coordinadora del grupo de patología ambiental de la Camfic:
Escribo este artículo en agradecimiento y memoria del Dr. William Rea (1935-2018), quien hizo cambiar mi concepto de medicina como otros muchos profesionales sanitarios. Tuve la suerte de conocerle y el honor de aprender a su lado. Gracias por abrir mi mente a nuevos horizontes.