La educación debería ser equitativa y de calidad y se debería promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos.
La ONU desea que "todas las niñas y todos los niños terminen los ciclos de la enseñanza primaria y secundaria, que ha de ser gratuita, equitativa y de calidad y producir resultados escolares pertinentes y eficaces".
Pero la educación no es exclusiva de las escuelas. Empieza en la familia y el entorno más cercano del niño. Los padres son los principales responsables y pueden participar activamente de muchas maneras en la educación de sus hijos.
Es importante garantizar la diversidad en la educación, pues existen diferentes enfoques y métodos, y los padres deben tener el derecho y la posibilidad de elegir. Asimismo es importante respetar las necesidades integrales del niño, que incluyen tanto aspectos tanto intelectuales como afectivos y sociales.
"Construir y adecuar instalaciones escolares que respondan a las necesidades de los niños y las personas discapacitadas y tengan en cuenta las cuestiones de género, y que ofrezcan entornos de aprendizaje seguros, no violentos, inclusivos y eficaces para todos", dice el objetivo de la ONU.
Además, para 2030, es necesario "garantizar que todos los alumnos adquieran los conocimientos teóricos y prácticos necesarios para promover el desarrollo sostenible, entre otras cosas mediante la educación para el desarrollo sostenible y la adopción de estilos de vida sostenibles, los derechos humanos, la igualdad entre los géneros, la promoción de una cultura de paz y no violencia, la ciudadanía mundial y la valoración de la diversidad cultural y de la contribución de la cultura al desarrollo sostenible, entre otros medios".