Uno de los principales arrepentimientos de las personas al final de sus días es "no haber tenido el coraje de hacer lo que querían hacer y no lo que los otros esperaban que hicieran". Eso confiesa Bronnie Ware, experta en cuidados paliativos, en su libro The top five regrets of the dying.

Otros arrepentimientos habituales son: no haber sido más feliz ni más fiel a sí mismo, no haber disfrutado más de amigos y seres queridos, y no haberse dedicado menos al trabajo y más a vivir. Algo así sentimos nosotros, pero sin haber llegado a una edad avanzada ni vernos en una situación sin retorno.

Vivíamos en la provincia de Barcelona, adonde uno de nosotros se había mudado por amor 15 años antes desde Vizcaya. Teníamos empleos estables, hipoteca y postergábamos la libertad a la jubilación, que por cierto deriva de "júbilo".

Nuestra vida era moderadamente satisfactoria, pero nos dimos cuenta de que aspirábamos a algo más. Que la Vida no podía ser "solo" nacer, fichar, consumir y morir.

La catarsis en nuestro caso no vino de fuera, de una enfermedad, un accidente, un duelo o estrés. Fue el primer año de vida de nuestro hijo lo que nos hizo replantearnos qué hacíamos, por qué y hacia dónde queríamos ir. Pero no fue repentino…

Buscar la coherencia nos llevó a vivir en el campo

Llevábamos años asistiendo a Biocultura y conociendo otras formas de vida, leyendo, realizando retiros y cursos de desarrollo personal, alimentación natural y Sabiduría Perenne.

"Nuestra vida interna no se correspondía con la externa y, gracias a la crianza consciente de un bebé, tuvimos la certeza de querer algo distinto y la fuerza para llevarlo a cabo"

Para no precipitarnos, decidimos contestar ambos de forma independiente a dos preguntas existenciales: ¿qué haríamos si nos tocase la lotería? y ¿qué haríamos si nos quedase un año de vida? Y las respuestas nos convencieron.

No necesitábamos ni morir, ni ser ricos: solo era cuestión de desertar y comenzar a caminar. Era el año 2006, antes de la crisis y la hecatombe laboral, y las decisiones se tomaban con otro margen de maniobra.

Aun así, muchos nos tomaron por extraterrestres cuando anunciamos la decisión de dejar dos empleos fijos e irnos a un pueblito en las montañas de La Rioja Baja, donde nos conocimos de vacaciones y se hunden las raíces de nuestros ancestros.

En los años 50, 60 y 70 se produjo en España un enorme trasvase demográfico de los pueblos a las ciudades. Nuestros padres fueron expulsados en plena niñez de sus hogares hacia los núcleos industriales del País Vasco y Cataluña por circunstancias sociales y la escasez.

Unos 40 años después, nosotros hacíamos el camino inverso, pero libremente, con madurez, estudios, recursos y la voluntad de emprender una vida con propósito.

No todo es tan fácil, pero vale la pena

No fue todo "dicho y hecho", sino que tardamos tres años en vender el piso. El mercado inmobiliario cayó y nuestro presupuesto inicial se desmoronó, pero fuimos reajustando los planes sobre la marcha.

Nos estrenamos con un blog de artículos extensos e incisivos, "El dedo en la llaga", en 2007, que duró varios años.

En 2008 abrimos El Blog Alternativo. Había numerosos blogs temáticos, pero ninguno que reflejase el mundo holístico y variado que nos gustaba, y decidimos crearlo nosotros: vida slow, ecología, simplicidad, crianza respetuosa, pedagogías alternativas, cocina sana, salud natural, crecimiento personal, espiritualidad y denuncia del sistema.

La idea era un blog-cóctel de las revistas que nos inspiraban: Cuerpomente – presente en nuestras vidas desde jóvenes–, The Ecologist, Integral y las extintas Athanor y Crianza Natural.

Después abrimos La Cocina Alternativa y de aquí nacieron las clases de cocina y otras colaboraciones.

Vivir en un pueblo en el siglo XXI

Hasta hace relativamente poco, la agricultura, la ganadería, la artesanía o una vida hippy y contemplativa parecían las únicas opciones que ofrecía el mundo rural. Sin embargo, hoy en día, la situación ha cambiado a marchas forzadas y se puede residir EN el campo sin vivir DEL campo.

"Ni las ciudades son un Dorado de prosperidad y empleo para todos, ni los pueblos el refugio de los jubilados"

Gracias a las nuevas tecnologías, los pueblos atraen de forma creciente a nuevos moradores, sean desterrados del mercado urbanita en busca de segundas oportunidades, emprendedores digitales con libertad de movimiento o románticos de la vida lenta y la naturaleza.

No existe un único perfil de neorurales, ni de experiencias: repoblar pueblos abandonados, convivir en ecoaldeas, okupar, organizarse alrededor de escuelas libres de nuevo cuño, residir en pueblos dormitorio cercanos a grandes ciudades o simplemente querer una vida más verde.

Los pueblos están abiertos a nuevos vecinos, pero ni regalan nada, ni tienen que ser un camino de rosas. La adaptación y "éxito" dependerá de las expectativas, presupuesto, motivación y circunstancias de cada uno.

"Vivir en el campo no es cuestión de suerte, sino de decisiones que también tienen precio"

En nuestro caso, el día a día en un pueblo pequeño es muy satisfactorio y lleno de eventos, imposible el aburrimiento cuando se vive en una comunidad y con hijos; pero el camino hacia la autosuficiencia económica ha sido mucho más largo, hostil y difícil de lo que habíamos imaginado.

Muchas personas nos comentan que "qué suerte" vivir en el campo rodeados de naturaleza, y siempre les respondemos que no se trata de suerte sino de decisiones. Porque la vida se construye en base a decisiones, sabiendo que hay que pagar un precio por muchas de ellas…

Blogs y proyectos: www.elblogalternativo.com www.lacocinaalternativa.com www.programadeliciosamentesano.com

Una decisión meditada les llevó a María del Mar Jiménez y Ángel González a dejar su empleo y casa en Barcelona para instalarse en un pueblo de la Rioja Baja y vivir de trabajos vocacionales divulgando aquello en lo que creen.

Están detrás de blogs como el Blog Alternativo o La Cocina Alternativa, dirigen la escuela online Deliciosamente Sano, imparten charlas y talleres, diseñan recetas, gestionan redes sociales relacionadas con la vida sana y preparan un nuevo proyecto: Hogar Consciente.