Si estás cansado de la vida urbana y sientes la necesidad de recuperar el contacto con la naturaleza, prueba a plantar un huerto en tu balcón. Cuidar plantas relaja y es una fantástica forma de reconectarse con la naturaleza. Cada fruto recolectado de tus plantas te parecerá el mejor del mundo.
Cultivas tus propias hortalizas es divertido, promueve una alimentación sana y de temporada, y te permite acceder a productos frescos y ecológicos a bajo precio. Además, a los niños les encanta meter las manos en la tierra, regar y recolectar los frutos; nunca es necesario negociar para que se coman las verduras que ellos han recolectado.
El placer de comer lo que uno siembra
La acelga (Beta vulgaris) es apta para novatos en el huerto pues no suele sufrir el ataque de plagas o enfermedades. Puedes cosechar sus hojas durante todo el año en zonas templadas, su crecimiento se para alrededor de los 5 ºC. Pueden crecer, incluso, en macetas.
Es uno de los alimentos con proporciones mayores de vitaminas, minerales y fitoquímicos beneficiosos. Abunda en hierro (2,7 mg/ 100 g) y vitamina C (39 mg), combinación que favorece la absorción del mineral. Toda la vitamina A que necesitas al día la encontrarás en unos 200 g de acelga, junto con el 50% de la vitamina B6 y una quinta parte de la vitamina B1 y vitamina B2.
Hasta 13 antioxidantes polifenólicos diferentes se encuentran en la acelga y se han relacionado con una mejor salud cardiovascular.
Cómo no fracasar en el intento
Las claves del éxito del cultivo de acelgas en el balcón son las siguientes:
- Necesitan una maceta de 25 l de sustrato. Como alcanzan un tamaño considerable, sus raíces se extienden.
- Los plantones deberán estar separados unos 50 cm.
- Serán suficientes dos plantas para disfrutar de las acelgas de vez en cuando.
- Necesitan un emplazamiento con sol o con sombra parcial.
- Requieren de un riego constante durante todo su ciclo.
- Podrás disfrutar de la cosecha en dos meses. A partir de los 60 días aproximadamente ya podrás empezar a recolectarla.
- Puedes ir consumiendo las hojas a medida que crecen. Si quieres alargar su ciclo mejor no arranques la planta entera, ve cortando las hojas a medida que las necesites y así estimularás su crecimiento.
- Asociación de cultivos. Para que las plantas se mantengan sanas y contentas, puedes sembrar cerca lechugas, cebollas y ajos.
Las acelgas en la cocina
Las acelgas son verduras muy versátiles, no tenemos por qué hacerlas siempre hervidas. Las hojas y las pencas de las acelgas tienen tiempos de cocción distintos. Las hojas se cocinan en un minuto o menos.
En cambio, las pencas necesitan más tiempo de cocción, suelen tener hebras duras que debemos retirar a mano antes de cocinarlas. Aguantan muy bien cualquier tipo de cocción. Se pueden utilizar las pencas más anchas como placas de lasaña (en lugar de la pasta) o asarlas junto con otras verduras (calabaza, patatas, boniatos, etc).