A mis 20 años, la moda era ya una parte importante en mi vida, como para muchos jóvenes. Poco a poco comencé a utilizarla como vehículo de mi flujo creativo. Empecé a pasar horas diseñando y manifestando mis creencias y pensamientos a través de artículos de decoración y souvenirs. Personalizaba mis propias camisetas y otras prendas textiles.
Poco a poco, mi grupo de amigos empezó a encargarme versiones para llevarlas ellos. De ahí surgió la idea de crear una marca propia y, durante ese primer año, me dediqué en cuerpo y alma a la creación de prendas y su producción. Pero sentía que me faltaba algo para completar mi creatividad.
Un proyecto de moda ética
Empecé a ser mucho más consciente de las desigualdades y la pobreza que había en Brasil y eso despertó en mí un constante flujo de pensamientos y emociones sobre el hecho de quelos seres humanos somos todos iguales, independientemente de la cultura, el país de origen, la religión o el color de piel.
Impulsado por los ideales de Simón Bolívar, y con tres buenos amigos, decidimos recorrer algunos países latinoamericanos, en búsqueda del intercambio cultural y enriquecimiento. De ahí nace la primera expedición del proyecto Pipe World Tour, en 2007, rumbo al legendario Machu Picchu. Recorrimos Brasil, Bolivia y Perú durante 30 días, haciendo más de 11.000 kilómetros.
La solidaridad como motor
Las expediciones reflejan mi pasión por los viajes y conocer otras culturas. Nos gustan las sinergias colectivas, romper las viejas costumbres y co-crear nuevas formas de relacionarnos con las personas y la naturaleza.
Después de esta primera expedición, sentí la necesidad de seguir viajando con el objetivo de regresar y realizar prendas que incitaran a la gente a cambiar su perspectiva, motivándola para que entre en contacto con otros tipos de culturas y formas de vida.
Las expediciones que más me han marcado han sido aquellas con un proyecto solidario. La primera fue a Haití, dos años después del devastador terremoto. Trabajamos construyendo casas para gente que seguía sin techo en Croix-des-Bouquets, cerca de Puerto Príncipe.
Mensaje en una... camiseta
Nuestras camisetas son el principal mensaje que llevamos al mundo. Son un discurso vivo a través de diseños, fotos o palabras. Es una responsabilidad crear lo que aparecerá estampado en el pecho de las personas.
Busco estar conectado con mi esencia y con la naturaleza, para crear a mi alrededor la energía positiva que ayude a transmitir mi misión. Por eso no utilizamos materiales de origen animal; por encima de todo respetamos la vida.
Nuestra búsqueda de formas sostenibles de producción es incesante. En Brasil y en el mundo es un desafío diario descubrir métodos más eco-friendly, pero nuestra responsabilidad con la ejecución de esta misión es fuerte.
El compromiso es de todos, de quien crea, produce y de quien compra. Más que nunca, todos somos responsables de crear un mundo más sostenible y justo para las nuevas generaciones.
Accesorios artesanales
Bolsos, carteras y otros complementos se hacen a mano con huipiles, las blusas y vestidos tradicionales centroamericanos. Se da así una segunda vida a estas prendas, obras de arte elaboradas en telares de cintura a lo largo de hasta tres meses.
La simbología, los colores y los brocados varían según las etnias y regiones de Guatemala. Son accesorios veganos, únicos, funcionales y atemporales.
Los elaboran comunidades de mujeres en Antigua Guatemala. Al comprar los productos se las apoya para que mantengan su forma de vida y sus tradiciones textiles.
Bruno Gomes es diseñador de moda y fundador de Pipe Content House.