Algunas personas, cuando estamos en medio de un bosque sentimos que los árboles son nuestros parientes, abuelos sabios o, al menos seres amables que esconden multitud de secretos.
No parece un pensamiento racional, pero a veces los sentimientos aciertan más. La ciencia, de hecho, se está acercando a la comprensión de esta emoción que cuesta explicar con palabras.
En un estudio reciente realizado en la Universidad de Chiba, en Japón, se comparó el efecto de caminar durante 15 minutos por un bosque o un entorno urbano. Para ello, se organizaron grupos de una docena de personas que caminaron por 52 lugares distribuidos por todo el país.
En todos los casos, según se pudo comprobar mediante pruebas estandarizadas, las personas que caminaron por los bosques experimentaron menos ansiedad, agresividad, fatiga, confusión y síntomas depresivos, y más vigor. Y el efecto de esos baños de bosque se acentuó en las personas que estaban más ansiosas antes de empezar.
No es el verde, son los árboles
Los investigadores están buscando qué es lo que concretamente nos hace más felices al pisar un bosque.
En Polonia, a los investigadores se les ocurrió un estudio superoriginal. Un grupo de participantes pasó un cuarto de hora contemplando un bosque urbano en invierno, con árboles de troncos rectos, sin hojas y sin arbustos o plantas entre ellos.
Otro grupo de participantes contempló un paisaje urbano de edificios y carreteras. El objetivo de los investigadores era comprobar si un entorno de árboles pero sin el color verde producía algún efecto.
¿Qué crees que pasó? Las personas que observaron los desolados árboles grises y pelados... también se sintieron mejor. En los cuestionarios reflejaron más emociones positivas y declararon sentirse más energéticos que aquellos que observaron la escena urbana.
Los efectos de los árboles sobre el cuerpo y el alma
Así que el secreto no está en el color. Muchos estudios se fijan en los compuestos aromáticos que desprenden los árboles y las plantas. El olor del bosque. Y tienen razón porque se han probado los efectos estimulantes sobre la inmunidad, por ejemplo. Pero hay algo más, pues otras investigaciones detectan un beneficio incluso en la visión de una gran foto de un bosque.
Esté donde esté la clave, el caso es que los árboles producen efectos positivos sobre el cuerpo y la mente. Estos son algunas de las propiedades de los paseos por el bosque o baños de bosque, avaladas por estudios científicos:
- Estimulan la eficacia del sistema inmunitario.
- Reducen la inflamación.
- Disminuyen la presión arterial
- Descienden los niveles de hormonas del estrés como el cortisol.
- Se reduce la frecuencia cardiaca.
- Disminuyen la actividad del sistema nervioso simpático (excitación) y aumenta la del parasimpático (relajación).
La consecuencia lógica es que donde hay más árboles, hay más salud. Un estudio realizado en Nueva York probó que los vecinos que vivían cerca de los árboles se sentían más sanos.
Otro estudio, que reunió a expertos de las universidades de Chicago (Estados unidos), Toronto (Canadá) y Adelaida (Australia), concluyó que cada 10 árboles más en una manzana de la ciudad mejora la percepción de la propia salud como ganar 10.000 dólares (8.900 euros) más al año o tener 7 años menos. Estos estudios son muy americanos y parecen materialistas en exceso, pero resultan sugerentes.
Los árboles reducen los crímenes
Otras investigaciones se han fijado en un efecto más sorprendente: donde hay más árboles, hay menos crímenes. En Chicago observaron la relación entre crímenes y cantidad de árboles en la zona y descubrieron que por cada 10% de aumenta en la proporción de árboles, los atracos y robos se reducían un 11.3% y las agresiones un 10%.
Puedes pensar que los árboles podrían estar en lugares con más nivel económico, menos paro y mejor educación, pero los investigadores se encargaron de descartar estas variables y el efecto de los árboles sobre la delicuencia se mantenía. Los árboles y solo los árboles.
La próxima vez que, para contrarrestar el crimen en tu ciudad, alguien pida más policía, tú puedes exigir también "más árboles".
Lo mejor de ti mismo
¿Qué tienen los árboles para que frenen la delincuencia? Nadie lo sabe. Quizá donde hay más arboles también hay más personas en la calle, testigos potenciales que ayudan a evitar los crímenes. O quizá, a su lado no es simplemente el mejor lugar para que un ser humano saque lo peor de sí mismo.
Un estudio de la Universidad de Bretaña-Sur de Francia, dirigido por el doctor Nicolas Guéguen, probó que después de pasear entre árboles las personas se sienten más dispuestas a colaborar y a ayudar.
Si todavía no has sentido el poder de los árboles, espero que este artículo te empuje un poquito a buscar su cercanía y amistad.