Tras la cosecha del verano la tierra queda exhausta y se hace necesario nutrirla para que pueda sustentar el desarrollo de las plantas en la próxima primavera. Generalmente se recurre al compost, el abono de materia orgánica, pero otra opción son los "abonos verdes".
Los abonos verdes protegen y regeneran la tierra del huerto
Los "abonos verdes" son especies que se plantan durante el otoño y que contribuyen a oxigenar y regenerar la tierra. También hay abonos verdes de primavera y verano.
Las raíces de estas plantas mejoran la estructura de la tierra, la nitrogenan y captan agua. Además no dejan que crezcan especies que no deseamos en el huerto y, tras ser cortadas, forman una capa de humus que facilita la vida microbiana, esencial para la fertilidad del suelo.
Nunca es buena idea dejar el huerto descubierto durante un periodo largo de tiempo, porque se evapora el agua, el suelo se erosiona con la lluvia y el viento, y el sol merma la vida microbiana. Los "abonos verdes" evitan todos estos problemas.
Tres abonos verdes para tu tierra
Tres "abonos verdes" son, por ejemplo, la veza común, la mostaza blanca y el centeno. Se plantan y, cuando alcanzan su desarrollo, se cortan y se dejan sobre el terreno para que al descomponerse se incorporen como nutrientes a la tierra.
- La veza común (Vicia sativa) crece mejor si se siembra junto con avena, en torno a cuyos tallos se enredará. Funciona como abono verde de otoño y de primavera.
- La mostaza blanca (Sinapsis alba) se desarrolla muy rápidamente y ahoga cualquier otra maleza que quiera ocupar el huerto. En 5 semanas el huerto estará totalmente cubierto. A los dos meses se puede segar para que se incorpore a la tierra. Esta planta es muy adecuada como abono verde de primavera.
- El centeno (Secale cereale) ocupa muy bien el terreno, crece lentamente y sus raíces se desarrollan a gran profundidad, lo que ayuda a estructurar la tierra. Esta planta secreta toxinas que evitan el crecimiento de plantas adventicias durante la primavera.
Conviene segar estas plantas antes de la floración para que sus nutrientes se incorporen rápidamente al suelo. Si esperamos un poco más, esta asimilación será un poco más lenta. En el caso de la veza puede valer la pena la espera porque las flores azules son preciosas.