La humanidad se pone en peligro al extinguir un millón de especies

El informe más completo realizado nunca sobre la situación de la naturaleza deja claro que la humanidad la está diezmando y que, con ello, nos ponemos en peligro todos.

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La historia del planeta contabilizaba cinco grandes extinciones de especies, protagonizadas por erupciones volcánicas e impactos de meteoritos, como el que acabó con los dinosaurios (fue la quinta extinción).

La sexta gran extinción está en marcha y la culpable es la humanidad, que provocará la desaparición de un millón de especies de animales y plantas en pocas décadas, y con ello pondrá en riesgo su propia supervivencia.

Estas son las conclusiones de la mayor investigación realizada hasta ahora sobre la situación de la vida en la Tierra, realizada para la Unesco por la Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (IPBES). Esta plataforma está compuesta por 145 expertos de 50 países.

La humanidad no deja respirar a la naturaleza

Las especies desaparecen como consecuencia de la invasión de los entornos naturales por parte del ser humano, que explota abusivamente los recursos naturaleza y la riqueza biológica.

Al reducir la biodiversidad, se ponen en riesgo el abastecimiento de alimentos y el descubrimiento de medicinas, entre otras necesidades humanas.

El ritmo de la extinción se acelera continuamente. Desde el siglo XVI al XXI han desaparecido casi 700 especies de animales vertebrados, y miles de invertebrados y plantas. Ahora mismo están en riesgo de extinción un millón de especies biológicas de los ocho millones que existen.

Cada 10 años desaparecen el 4% de las especies

Ahora mismo, las actividades humanas alteran la vida de las especies en el 75% de los ecosistemas terrestre y el 66% de los marinos. En estos ecosistemas, cada 10 años desaparacen el 4% de las especies. En los medios más vulnerables, como los humedales y los bosques primitivos, la pérdida de biodiversidad es todavía más rápida.

Por culpa de la humanidad, quienes están en situación más delicada son los anfibios (un 40% de las especies están en vías de extinción), seguidos de los corales y los mamíferos marinos.

El desarrollo sostenible no será posible

La humanidad está explotando la Tierra como si no hubiera un mañana. Al agotar los recursos estamos consiguiendo que en los próximos años y siglos no sea posible un desarrollo sostenible.

Un ejemplo de lo que ya está pasando: las poblaciones de insectos polinizadores como las abejas están cayendo en picado y con ello se pone en riesgo el 75% de las cosechas agrícolas del mundo (frutas, hortalizas, cacao, café, frutos secos, etc) con pérdidas potenciales de cientos de miles de millones de euros.

La invasión de terrenos para cultivarlos es otra gran amenaza. Los campos de cultivo crecen a costa de los bosques que albergan más especies, sobre todo en America Latina y en el sudeste asiático, donde hace estragos la palma aceitera, que abastece de grasa a las industrias alimentaria y cosmética.

Unai Pascual, uno de los autores del informe, investigador y profesor en Iberbasque, Centro Vasco para el Cambio Climático, llama la atención sobre uno de los factores que impulsan la pérdida de biodiversidad: la fé ciega en el crecimiento económico como motor de desarrollo.

El crecimiento de producto interior bruto de las naciones, el aumento de la población mundial y del comercio internacional van de la mano y son las causas del acoso que sufre la naturaleza, debido a la demanda creciente de energía y materiales.

Menos variedad de alimentos

Por otra parte, la perdida de calidad de la tierra ha reducido la productividad un 23% y cada vez se utilizan menos especies en la producción de alimentos. Esta pérdida de diversidad agrícola disminuye las posibilidades de hacer frente al cambio climático y a las plagas.

El presidente del IPBES, Robert Watson, ha denunciado que "estamos erosionando los fundamentos de la seguridad alimentaria, de la salud y de la calidad de vida en todo el mundo". Y, en consecuencia, "vamos a tener problemas si no actuamos".

El informe del IPBES ha sido bien recibido por organizaciones conservacionistas como la World Wild Fund (WWF). Uno de sus directores ejecutivos, Mike Barrett, ha manifestado que "este es el informe más completo sobre el estado de la naturaleza y confirma de manera irrefutable que sufre un fuerte declive".

Tenemos dos años para reaccionar

Según Barrett, solo tenemos dos años para reaccionar, tomar medidas eficaces y evitar las peores consecuencias del cambio climático y la pérdida de biodiversidad.

Nuestro futuro depende de las decisiones que tomen los gobiernos, las empresas y los individuos. El informe incluye decenas de medidas que se deben tomar en diversos ámbitos. Puedes descargar un resumen en inglés aquí.

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