Los envases alimentarios de plástico o metal no son solo un problema grave para el medio ambiente. También son una amenaza para la salud.

El número de estudios científicos que revelan los peligros de estos envases va en aumento. Los relacionan con mayor riesgo de obesidad, cáncer, enfermedades cardiovasculares y otros problemas de salud.

La buena noticia es que pueden evitarse. Los envases alternativos para distintos usos son el cristal, el acero, la silicona, el papel sulfurado o el cartón.

4 /4

1 / 4

1. Vasitos de papel de café

Parecen una mejor opción que los de plástico, sin embargo, la mayoría tienen una película  interior de plástico. Por lo tanto, el líquido muy caliente sigue en contacto con plástico, cuyos aditivos, e incluso trocitos, pueden contaminanr el café o el té. 

Solución:

Lleva contigo tu taza de cristal o cerámica para que te la llenen.

2 / 4

2. Envases de comida para llevar

Todos los recipientes de comida para llevar, incluso los que parecen de papel o cartón, están forrados de plástico. Este plástico puede contaminar la comida con unos compuestos tóxicos denominados perfluorados (PFAS).

Los PFAS se han relacionado con problemas reproductivos, de desarrollo, de tiroides, inmunológicos, hepáticos y renales en animales.

Según un estudio realizado en Estados Unidos por organizaciones de consumidores, dos de cada tres recipientes de plástico liberan estos compuestos indeseables.

Para evitarlos, se recomienda evitar los envases que lleven los código de reciclaje con número 3, 6 y 7.

Por otra parte, algunos papeles que se utilizan para servir productos de panadería o freiduría, que se denominan "vegetales", pueden contener estos tóxicos. En este caso, la proporción de "papeles malos" es uno de cada diez.

Solución:

Los envases para llevar comida que merecen más confianza son los de papel blanco o marrón compuestos de cartón reciclado en un 100%. 

Si estás en el restaurante, al hacer el pedido puedes avisar de que te has traído tus propios recipientes (pueden ser cristal o acero).

3 / 4

3. Latas de aluminio

Las latas de refresco, cerveza o conserva posee un recubrimiento interior que contiene bisfenol, un compuesto disruptor endocrino, relacionado con infertilidad, trastornos metabólicos e, incluso, a largo plazo, con el cáncer.

Solución:

Preferir siempre los envases de cristal o, al menos, de plástico duro.

4 / 4

4. Envoltorios de plástico

No es necesario, pero los distribuidores de frutas y verduras tienen la tendencia a presentar sus productos envueltos en plástico, porque parece más limpio y cómodo (no exige el esfuerzo de seleccionar las piezas y pesarlas).

Este plástico tampoco es seguro. Lo más probable es que contenga ftalato, un compuesto omnipresente en los plásticos blandos y que, como el bisfenol, también es un disruptor endocrino.

Solución:

Compra frutas y hortalizas a granel. Y lleva tus propias bolsas de tela reutilizables para seleccionarlas y pesarlas.