El plástico intoxica las bacterias marinas con consecuencias imprevisibles

Al descomponerse los plásticos liberan sustancias químicas que perjudican a bacterias esenciales para los ecosistemas marinos.

plastico mar

Empezamos a ser conscientes de las consecuencias de nuestra adicción al plástico. Sabemos que peces, aves y ballenas tienen sus estómagos llenos de plásticos. Pero todavía no conocemos los efectos más sutiles. Científicos de la Universidad de Macquarie (Australia) acaban de descubrir que los residuos de la descomposición del plástico intoxican las bacterias sobre las que se levantan los ecosistemas marinos.

Los plásticos que llegan al mar y se descomponen por efecto de las olas, el viento y la luz solar dejan escapar una serie de aditivos químicos: colorantes, ablandadores, endurecedores, metales, filtros solares, antibióticos, retardantes de llama...

El plástico en el mar agrava la emergencia climática

Y este cóctel químico es un veneno para el Prochlorococcus, un genero de bacterias que producen el 10% del oxígeno existente en el planeta Tierra, forma parte esencial del ciclo de carbono que sostiene la vida en la Tierra y es el primer eslabón de la cadena alimentaria en los ecosistemas marinos. Estos efectos, además, agravarían la emergencia climática.

Del estudio se deduce que las consecuencias de la contaminación con plásticos pueden ser mucho mayores de lo imaginado hasta ahora.

Los científicos han realizado el estudio en laboratorio y ahora consideran necesario continuar con la investigación en mar abierto. Ahora mismo no se tiene ni idea sobre si el daño producido sobre las bacterias es reversible.

Pero, advierten, ya hay que tomar todas las medidas precisas para evitar el vertido de más plástico en los océanos.

Mejorar el control de las redes y controlar los aditivos

Se necesitan decisiones mucho más radicales que las recientes prohibiciones de los plásticos de un solo uso en la Unión Europea, explican en Theconsversation.com las investigadoras de la Universidad de Bath Petra Cameron y Philippa Kearney.

Se debe, por ejemplo, mejorar la gestión internacional de los residuos plásticos producidos por la industria pesquera. Solo las redes de pesca abandonadas representan la mitad de la Gran Mancha de Basura del Océano Pacífico.

También son necesarias modificaciones en la legislación para prohibir o limitar el uso de aditivos químicos dañinos por parte de la industrial. Por ejemplo, un reconocido disruptor endocrino como el bisfenol A continúa utilizándose con despreocupación en muchas aplicaciones, desde los recubrimientos interiores de las latas de conserva al papel de los tickets de caja.

Referencia:

  • Sasha G. Tetu et al. Plastic leachates impair growth and oxygen production in Prochlorococcus, the ocean’s most abundant photosynthetic bacteria. Communications Biology

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