Radón: un gas cancerígeno cerca de ti

El gas radón supone la primera causa de cáncer de pulmón en personas no fumadoras. Emana del suelo y entra en casa donde, sin saberlo, se inhala. ¿Cómo evitarlo?

casa natural

El 20 de diciembre de 2019 el Consejo de Ministros aprovaba una nueva normativa en relación a evitar la exposición al radón, un gas radioactivo natural que emana de la corteza terrestre y que se concentra en los espacios cerrados, es decir, en el interior de los edificios y de las viviendas.

Así, el Código Técnico de la Edificación ya incluye directrices para saber cómo aportar soluciones constructivas en los edificios existentes y en los de nueva construcción, a fin de que el radón no entre y se concentre en las casas.

El radón causa cáncer de pulmón

Esta nueva normativa se fundamenta en los estudios epidemiológicos que revelan una asociación causal y lineal entre la exposición al gas radón residencial y el cáncer de pulmón. Por ello es tan relevante que se tomen medidas en la construcción, para evitar ese riesgo.

De hecho, si bien el tabaco es el principal factor de riesgo y la principal causa de muerte por cáncer de pulmón, estar expuesto al gas radón en casa es la primera causa en quienes nunca han fumado y la segunda en los que fuman o son exfumadores.

En 2019, la revista científica Environmental Research publicó los resultados del estudio multicéntrico llevado a cabo por un grupo de investigadores de diez hospitales españoles que indica que el cáncer de pulmón en los que nunca fuman comprende aproximadamente el 15-25% de los casos y se relaciona con el radón.

El Código Europeo Contra el Cáncer ya incluye, entre los diversos factores de riesgo del cáncer de pulmón, el evitar la exposición al radón, así como el tabaquismo y la exposición al humo ambiental de tabaco.

El gas radón pasa desapercibido

El radón procede de las rocas que forman el subsuelo del terreno, en especial de las ricas en uranio, como las graníticas. Del proceso de desintegración del uranio, se forma el radio, y de la desintegración del radio, se forma el radón.

El radón, al ser un gas, tiene la capacidad de filtrarse a través de las porosidades del terreno y llegar a la superficie. Cuando se encuentra en espacios abiertos, no constituye un problema para la salud.

El problema surge cuando se cuela a través de las fisuras y grietas de la solera y los muros, de las juntas de la construcción, de los espacios alrededor de tuberías y cableados, de los sumideros y los desagües, y se concentra en el interior de los edificios.

Al ser una gas incoloro, inodoro e insípido, no se tiene percepción de que está presente en el ambiente y, por consiguiente, que se está expuesto a él. Su presencia pasa totalmente desapercibida.

Al ser más denso que el aire, el radón se concentra en sótanos, garages y plantas bajas, especialmente si no hay una ventilación adecuada. En los pisos más altos, los niveles de radón son progresivamente más bajos.

Casas sin radón

Según la composición natural del terreno, si son más ricas en uranio o no, se han determinado las zonas de más riesgo en la península.

Vivir en una zona de riesgo requiere de una intervención para implementar medidas constructivas que eviten la entrada del gas en casa. Después de aplicar las medidas, ya no hay problema en seguir viviendo en esa casa y en esa zona.

Galicia es un referente, no solo por su mayor presencia de suelos graníticos y por tanto de este problema de salud pública, sino también por contar con la Universidad de Santiago de Compostela, un referente en el estudio del gas radón. Esta universiadad lidera los estudios junto con la de Cantabria y la Politécnica y la Autónoma de Cataluña.

Las zonas de España en que las actuaciones son más necesarias son, además de Galicia, el sur y el oeste de Castilla y León, el norte de Extremadura, zonas de la Comunidad de Madrid y el Maresme en Cataluña.

Con este avance en la normativa, los profesionales podrán aplicar soluciones para construir y rehabilitar casas más sanas. Dar a conocer el problema a la ciudadanía también es clave para evitar la presencia de este enemigo invisible en casa.

¿Cómo evitar el gas radón?

La mejor estrategia de salud ante el radón es evitar que entre en casa, se concentre y acabe entrando en el sistema respiratorio con cada inspiración. Las principales medidas son:

  • Ventilar viene siendo una medida que ayuda a renovar el aire y por consiguiente a que no se concentren gases, como el radón, en su interior. De hecho, en las casas donde no se ventila de forma adecuada y, además, se tapan las rejillas de ventilación en los meses de frío, se han detectado valores más altos de radón. Pero no siempre es suficiente.
  • Conocer si se vive en una zona de riesgo de radón es un paso más. Se puede consultar el mapa elaborado por el Consejo de Seguridad Nuclear en su página web (csn.es).
  • Medir es clave para tener datos reales de los valores promedios anuales de radón en el ambiente. Se pueden adquirir medidores pasivos que se colocan en casa y se dejan durante dos meses. Después se llevan al laboratorio para que analicen los resultados.
  • Consultar con un especialista permitirá aportar la mejor solución para cada caso, desde barreras de protección hasta los sistemas de despresurización del terreno.

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