Los californianos dejarán pronto de ver en las tiendas de animales domésticos escaparates con una escena que nos es familiar: la de cachorros solos o amontonados que únicamente han conocido la vida en un criadero y que no podemos sacar de allí sin convertirnos en cómplices de la industria que comercializa con ellos.
Y esto es así porque California ha aprobado una ley pionera en la lucha por los derechos de los animales. Se ha convertido en el primer estado de Estados Unidos que ha prohibido la venta de perros, gatos y conejos procedentes de granjas o criaderos en las tiendas de animales de compañía.
Solo animales procedentes de refugios o centros de rescate
La prohibición entrará en vigor en enero de 2019 después de que el estado de California haya aprobado la ley AB 485, que impedirá a las tiendas comercializar con animales que no provengan de refugios o centros de rescate.
Además prevé la posibilidad de que tiendas y refugios o asociaciones colaboren a fin de encontrar un hogar para los animales abandonados o rescatados mediante adopción.
Es un paso. La medida no evitará que se siga comercializando con estos animales. Tampoco impedirá que existan los criaderos. Sin embargo, incentiva la adopción y deja de amparar una práctica que favorece la cría de animales de compañía como negocio, en unas condiciones que la mayoría de las veces dejan mucho que desear.
Fábricas de cachorros y de dolor
La medida supone una victoria para quienes luchan por acabar con las tristes condiciones en que se crían los animales destinados a la venta a particulares. En la actualidad el 99% de los perros, gatos y conejos que se venden en las tiendas de animales domésticos proceden de granjas de cría industrial.
Estas granjas de cachorros, conocidas en Estados Unidos como puppy mills, son auténticas fábricas y han sido muy criticadas por mantener a los animales hacinados en espacios muy reducidos y obligarlos a criar sin descanso.
La Sociedad Estadounidense para la Prevención de la Crueldad a los Animales (RSPCA) apoyó el proyecto de ley por considerar que, en las granjas o criaderos, los animales "suelen vivir en condiciones insalubres y saturadas, sin cuidados veterinarios, alimentos, agua ni socialización".
La Humane Society de Estados Unidos (HSUS), otra gran organización que vela por la protección de los animales, también ha dado su respaldo a la iniciativa y ha recordado que la cría irresponsable de animales lleva a la grave situación de que se produzcan 1,5 millones de sacrificios al año en el país norteamericano.
Multas a las tiendas que se salten la prohibición
El sector ha criticado la medida alegando que impedirá a los particulares tener garantías sobre el historial médico de los animales y hará más difícil encontrar determinadas razas.
Para evitar fraudes, la ley prevé una multa de hasta 500 dólares para las tiendas que incumplan la prohibición y se descubra que siguen vendiendo animales que no hayan sido rescatados.
Al mismo tiempo, la ley contribuye a concienciar sobre las dinámicas que esconde la compraventa de animales y la existencia de alternativas que sí tienen como objeto el bienestar animal.
La compraventa no solo cosifica a los animales, sino que la mentalidad sobre la que se sostiene es una de las principales causas de abandono.
Más de una treintena de ciudades de California, entre ellas Los Ángeles y San Francisco, habían puesto ya límites a la cría industrial de animales de compañía en granjas o criaderos. También algunas ciudades canadienses. La aprobación de la ley en todo el estado de California podría animar a otros a seguir los mismos pasos.
En España también se venden animales criados en puppy mills
El estado de California marca un posible camino. Cuando compramos un animal en una tienda contribuimos a una industria que prima el beneficio económico sobre el bienestar de los animales.
En España se venden muchos animales de compañía que proceden de criaderos de países del este. La Fundación para el Asesoramiento y la Acción en Defensa por los Animales (FAADA) denuncia las condiciones en que se cría a los animales en muchas de esas granjas, que además suelen reventar con sus precios el mercado de los criadores legales locales.
Según la FAADA no se sabe cuántas fábricas de cachorros hay en Europa ni cuántos animales se transportan, porque no todos siguen los cauces legales. Sin embargo, los accidentes de camiones y controles de tráfico han puesto de manifiesto que llegan animales de países como Hundría, Polonia, República Checa, Eslovaquia o Rumanía.
Adoptar mejor que comprar
Tenemos la opción de adoptar un animal, sea uno rescatado de la perrera o de otras asociaciones que acogen animales abandonados o rescatados.
Al adoptar no se fuerza a ningún ser vivo a reproducirse por nuestro egoísta interés, no se apoya a una industria que en muchas ocasiones cría animales en condiciones abusivas y se ofrece un hogar y cuidados a animales que lo necesitan.