La moda sostenible sigue ganando posiciones. Cada vez hay más firmas que apuestan por una producción respetuosa con el medio ambiente y que tienen en cuenta criterios sociales y económicos responsables.
Pero ¿qué materiales emplean? ¿Sabes lo que es el piñatex? ¿O que se están investigando las posibilidades del residuo de la uva y de los posos del café?
Te ponemos al día, para empezar, aclaremos conceptos.
Ni la piel ni el cuero pueden ser veganos
Pues no, ni hay piel vegana ni existe el cuero vegano porque, por definición, los tejidos veganos no pueden elaborarse con animales ni productos derivados de ellos. Distinto es que el tejido recuerde o imite a la piel y el cuero animal, aunque sea sintético.
Pero resulta una contradicción usar estos nombres ya que se alejan de la filosofía del veganismo, que prioriza las materias primas naturales y la producción sostenible.
La lana y la seda son tejidos naturales pero no veganos.
Sí son veganos y completamente naturales el algodón, el lino, el yute, el cáñamo y el bambú, y se está innovando en otros producidos a base de algas, maderas, restos de frutas y otras plantas.
No todos los tejidos veganos lo son al cien por cien
Lo ideal para nuestra salud y la plena sostenibilidad del proceso circular de una prenda es que todos los componentes de un tejido sean completamente naturales, sin aditivos tóxicos, y que puedan reciclarse completamente.
Pero muchas materias veganas se mezclan con sintéticos como el poliéster, especialmente en las camisetas de algodón, para aportar elasticidad y abaratar el producto. Este poliéster impide o dificulta el reciclaje.
Además, mientras algunos de estos polímeros sintéticos son derivados del petróleo, otros son biopolímeros, de origen animal.
Para asegurarse del origen verdaderamente vegano de una prenda lo más útil es recurrir a las prendas con sello vegano. Muchas de las que se venden como sostenibles lo son solo en una parte de su proceso, porque incluyen valores ambientales como la reutilización y el reciclaje. Por esta razón, la sostenibilidad dentro de la cadena de la moda se mira con lupa.
Las microfibras y el piñatex imitan bien a la piel y al cuero
La alternativa estética al cuero y la piel son las microfibras, fibras de poliamida y poliéster reciclado y se están estudiando otros nuevos tejidos sintéticos y veganos.
Los que mejor imitana esta materia animal son los acabados de poliuretano y el piñatex.
A base de una masa hecha con los desechos de hojas de piña, el piñatex es realmente un material vegano pero no deja de mostrar unas arrugas, fruto de esa pasta creada para elaborarlo.
Imitan mejor la piel los tejidos de microfibra pero no son biodegradables y además, en cada lavado, estas microfibras se van desprendiendo y yendo a parar al mar, como los microplásticos.
Lo que se está investigando
Del residuo de la uva y de los posos del café se están desarrollando nuevos materiales que podrían usarse como tejidos innovadores en la moda textil y en el calzado.
Aún en proyecto, el Centro Tecnológico del calzado de La Rioja (CTCR) estudia también tejidos derivados de bacterias a partir de la celulosa bacteriana, y otros provenientes de las setas y champiñones, "ya que ambos tienen características de fibra y pueden producir tejidos si se someten a condiciones óptimas", explicó en MOMAD Maribel Martínez Vergara, una de sus investigadoras.
El calzado vegano encuentra nuevos materiales
Marcas innovadoras como Ecoalf están revolucionando el calzado sostenible al utilizar botellas recicladas del mar que otra empresa convierte en filamentos para hacer sus sneackers. La valorización de esos residuos le dan categoría medioambiental a la marca pero al final de su ciclo, sus calzados volverán a ser plástico.
Al calzado vegano aún le queda un trecho por recorrer para serlo al cien por cien y todavía ha de incorporar materiales para abordar ciertos usos que no pueden satisfacer materias textiles naturales como el algodón en situaciones de lluvia y frío.
Porque al calzado plástico, típico de los chinos, aunque incorpore un forro textil, no deberíamos llamarlo vegano.
Desde la punta al talón y hasta las suelas
El curtido tradicional de pieles con cromo preocupa a la nueva industria circular de la moda y el calzado ya que libera sustancias muy contaminantes para la salud y el medioambiente. Por eso se está innovando en un curtido más saludable de la piel (material que ya hemos dicho, no es vegano) usando sustancias naturales como la mimosa y los taninos.
En suelas naturales y veganas, destaca el látex, muy aislante, pero que puede hacer también de conductor si se introducen unas partículas específicas que ya se utilizan en cierto tipo de calzado laboral, para descargar a tierra como hacen las suelas de piel.