Cuando encuentres el tomate de tus sueños, con un aroma que te enamora, no lo dejes escapar: quédate con sus semillas, cultiva su linaje y conviértelo en el rey de tus ensaladas.
Cómo cultivar semillas de tomate
Si quieres tener un huerto repleto de tomates, estos son los consejos que debes seguir:
- Corta el tomate (ha de estar bien maduro) y con una cuchara saca las semillas junto con la pulpa gelatinosa.
- Colócalas en un bote de mermelada limpio.
- Agrega agua filtrada y tápalo con papel de servilleta y una goma.
- Ferméntalas. Deja el bote en un lugar cálido pero lejos de la luz del sol. En la despensa, por ejemplo.
- Remueve cada día el contenido y cambia el papel que lo cubre.
- Sécalas. Después de 4 días o cuando las semillas se hayan hundido (descarta las que floten y el moho que se haya formado), lávalas en agua fresca y sepáralas con un colador.
- Ponlas sobre un papel no absorbente y deja que se sequen al sol 1 o 2 días.
- Luego guárdalas en un bote y en la nevera hasta la primavera.