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Moras blancas: protegen tu corazón
Las moras blancas, el fruto de la morera, llegaron de Oriente a Turquía por la ruta de la seda. Hoy, su poder antioxidante y su apreciado sabor han llevado a considerarlas un superalimento.
Como fruta desecada resulta dulce por la concentración de sus azúcares, si bien los contiene en mucha menor proporción que otras, como las pasas. Además, aportan proteínas y fibra.
Son muy ricas en fenoles que, gracias a su gran capacidad para combatir los radicales libres, se han relacionado con una mayor protección del corazón.
Puedes añadirlas a tus mueslis, yogures, ensaladas y repostería.