Los jesuitas han enfocado sus acciones en educación alrededor de cuatro ces: formar personas conscientes, competentes, compasivas y comprometidas. Ahora, y dentro de su proyecto de cambio Horizonte 2020, están añadiendo una quinta: creativas. Comentamos el proceso con el director general de la Fundación Jesuitas Educación, Xavier Aragay.
Entrevista con Xavier Aragay
¿Cómo se desarrolló este proceso de renovación?
Lo que nos dio muy buenos resultados fue separar el qué del cómo. Nos dijimos, “¡Hagamos un gran qué! Y cuando lo tengamos consensuado, ya descubriremos el camino”. Y vimos que cuando tienes un gran qué y has desarrollado un gran sueño, los cómo ya no son tan complicados. Iniciamos el cambio con dos experiencias piloto: el Modelo Pedagógico en Infantil, con los niños de tres años; y una nueva etapa, entre la Primaria y la Secundaria, a la que llamamos Nueva Etapa Intermedia, para cubrir el agujero que hay al acabar la primaria.
¿Qué cambios habéis introducido?
Para nosotros, el objetivo de la educación es ayudar a desvelar el proyecto vital de cada uno: cada chico y cada chica es diferente, tiene unas habilidades, unos valores, unas aptitudes, y debemos ayudarles a descubrirlos y a construirlos, porque esa será su aportación a este mundo. Tomamos la idea de las inteligencias múltiples de Howard Gardner y vimos que la obsesión por los contenidos y el currículo ha tenido demasiado peso. Los currículos son imposibles de abarcar y repetitivos.
Explícanos alguna experiencia del día a día para que nos hagamos una idea…
Hemos tirado las paredes de las aulas y hemos creado espacios grandes, en los que el alumno tiene libertad de movimiento. En P3 aprenden por rincones y van haciendo actividades autónomamente. Los de la etapa intermedia aprenden por proyectos. En los dos casos hay más de un profesor en el aula; como hemos juntado grupos, hay dos o tres, porque a veces entra un especialista. Un niño de P3 antes tenía su pupitre, su nombre, su libreta, y se tenía que quedar quieto allí. Ahora no hay pupitres, existe un mobiliario pensado para moverse constantemente, con ruedas, que puede aparecer o arrinconarse. Esa es la primera sorpresa.
¿En la etapa intermedia el mobiliario también es así?
Ellos tienen gradas, y dentro de las clases hay sofás. Otra cosa que sorprende es la irrupción del color. Nuestras escuelas eran tristes y ahora son espacios con mucha luz, muy creativos. Los alumnos de P3 tienen un tobogán dentro del aula, unas zonas rugosas para que suban, bajen, se tiren... Tienen acceso a una especie de jardín que estamos desarrollando con arenero, zona de rocas, madera… Y hemos hecho desaparecer los deberes.
¿Qué papel juegan las familias en este cambio?
Hemos abierto más el proceso para que se integren y participen. Queremos ser una comunidad que explora, crea y comparte el conocimiento. Tenemos un blog donde chicos y chicas participan constantemente, y procuramos que las familias estén siempre informadas. En la plataforma que compartimos, el diálogo es continuo, de modo que si ven una actividad y se les ocurre algo, nos lo dicen. Está funcionando: ¡es espectacular! Lo que nos sorprende es cómo no lo habíamos hecho antes.