Jengibre

El jengibre es un tesoro nutricional por sus propiedades medicinales: puedes aprovechar sus beneficios incluyéndolo en una infusión o en recetas.

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Originario, al parecer, de alguna zona tropical de Extremo Oriente, el cultivo del jengibre se ha extendido a casi todas las regiones tropicales del mundo. Para aprovechar sus beneficios se suele utilizar el rizoma fresco de la planta, aunque también se puede adquirir en polvo o bien encurtido.

Qué es el jengibre y para qué sirve

De sabor picante y alimonado, este tallo subterráneo, estrella de la cocina asiática, no solo aromatiza los guisos de arroz, las salsas agridulces, los postres y las bebidas frías y calientes, sino que está considerado un remedio eficaz para el alivio de problemas intestinales, náuseas, vómitos… aparte de resultar un buen antiinflamatorio y antiséptico.

El principal país productor del mundo es Jamaica. Otros países productores son: China, India, Nepal, Tailandia, Sri Lanka, Nigeria, Bangladesh, Filipinas.

Jengibre: propiedades

Las múltiples propiedades del jengibre se deben sobre todo a su riqueza en aceites volátiles.

También posee sustancias fenólicas (denominadas gingeroles, shoagoles y gingeronas), enzimas proteolíticas, ácido linoleico, vitaminas (especialmente vitamina B6 y vitamina C) y minerales (calcio, magnesio, fósforo y potasio).

Jengibre: beneficios para la salud

Una revisión de estudios científicos publicada en la revista Nutrients, concluye que el jengibre se ha probado eficaz en la mayoría de los estudios, incluidos los que examinaron el alivio de las náuseas y los vómitos durante el embarazo, la función digestiva, la mejora en el nivel de expresión de marcadores de riesgo de cáncer colorrectal y efectos antiinflamatorios. 

La poderosa composición del jengibre hace que los beneficios del jengibre sean numerosos:

  • Para el mareo y las náuseas. El jengibre reduce los síntomas asociados al mareo. Resulta muy útil para las náuseas tomar jengibre en el embarazo, aunque por periodos cortos de tiempo.
  • Para el mal aliento. Una técnica oriental consiste en utilizar un pequeño trozo de jengibre encurtido con vinagre para quitar el mal aliento y refrescar la boca después de las comidas.
  • Para la digestión y la microbiota. Las propiedades del jengibre para mejorar la digestión son bien conocidas. Favorece la eliminación de bacterias y otros microorganismos intestinales perjudiciales. Tomar habitualmente jengibre ayuda a mejorar la composición de la flora intestinal y ayuda a evitar la aparición de putrefacciones intestinales responsables de hinchazones abdominales y meteorismo. Es recomendable, para ello, acompañarlo de probióticos.
  • Para los resfriados. Este es uno de los beneficios del jengibre más conocidos: puede ayudar a la sudoración y es muy útil en resfriados y gripes.
  • Como tónico circulatorio. La combinación del estímulo de sudor y del torrente circulatorio induce a mover la sangre a la periferia. Esto lo hace apropiado para sabañones, hipertensión y fiebre. El jengibre también inhibe la agregación plaquetaria, por lo que contribuye a prevenir enfermedades cardiovasculares.
  • Efecto antioxidante. El jengibre es rico en antioxidantes, que retrasan el proceso de envejecimiento.
  • Efecto antiinflamatorio. Sus gingeroles, principales componentes activos del jengibre y responsables de su sabor picante, son aceites volátiles con propiedades antiinflamatorias muy potentes. Personas con artritis reumatoide experimentan alivio en su dolor e hinchazón y mejorías en su movilidad cuando consumen jengibre regularmente.
  • Efecto anticancerígeno. Los gingeroles también pueden inhibir el crecimiento de células de cáncer colorrectal, como sugieren los resultados de diferentes estudios.
  • Para la actividad muscular. El jengibre presenta un alto contenido en magnesio, calcio y fósforo, minerales que participan activamente en la contracción del músculo y en la transmisión del impulso nervioso. Constituye, pues, un remedio útil para prevenir y combatir espasmos musculares y debilidad muscular.

¿Cómo tomar jengibre con fines medicinales en cada caso?

Las investigaciones médicas que se realizan con jengibre suelen utilizar el extracto (dosis de 250 mg) o la raíz cruda o cocida (unos 2 g). Para aprovechar bien los beneficios del jengibre en cada caso estas son las recomendaciones:

  • Para prevenir los mareos, antes de emprender el viaje, es aconsejable tomar dos tazas de una infusión con rodajitas de jengibre fresco rallado y una cucharadita de flores de manzanilla. Se deja hervir el jengibre durante 15 minutos a fuego lento, se añade la manzanilla y se deja reposar cinco minutos antes de colar.

    En los desplazamientos largos es recomendable llevar un termo con un par de tazas más de esta tisana. También es útil masticar un trozo de raíz cruda de jengibre, aunque es picante y su sabor puede no ser agradable a todos los paladares. Otra opción para aprovechar los beneficios del jengibre es tomarlo en forma de tintura: 10 gotas en medio vaso de agua antes de emprender el viaje.
  • Para el resto de usos del jengibre, también puedes tomar la infusión (hasta tres tazas diarias) o condimentar con la ralladura tanto platos salados como dulces. Para prevenir los mareos se van tomando sorbos de infusión –hasta tres vasos– a lo largo del día.

En cualquier caso, antes de tratar un problema con jengibre, recuerda que el diagnóstico de lo que te pasa tiene que hacerlo un profesional de la medicina.

Jengibre: contraindicaciones

En dosis altas puede producir gastritis. A las embarazadas y madres lactantes se les recomienda en dosis bajas y durante periodos cortos. Tampoco conviene a niños menores de 6 años.

Entre las contraindicaciones del jengibre destaca que está desaconsejado en caso de úlcera gastroduodenal.

Cómo tomar jengibre

Del jengibre suele decirse que tiene un aroma fresco, exuberante y especiado. Recuerda a los cítricos, especialmente al limón, a algunas aguas de colonia, a hierba fresca y un poco a madera, pero dulce y aterciopelada.

A la hora de hacerse un té de jengibre, una combinación muy habitual es la del jengibre con limón, que nos permite aprovecharnos de las propiedades de ambos alimentos.

En la cocina salada también combina bien con la salsa de soja, el vinagre, el sésamo, el aceite, y el miso para elaborar salsas, vinagretas y condimentos. Añadido solo enriquece cualquier alimento de sabor no muy fuerte o también dulce, como el pescado, el arroz, las verduras o las frutas.

La otra opción, muy utilizada por la cocina oriental y la natural, es la de rallarlo, exprimir la pulpa obtenida y añadir ese zumo al final de la cocción, justo antes de comérselo. Se recomienda media cucharadita de zumo por persona.

En repostería también puede dar mucho juego y de hecho es habitual en recetas clásicas como el pan de jengibre, el carrot cake o las galletas de jengibre.

El jengibre encurtido japonés o gari, suele acompañar el sushi y el maki para aportarle textura crujiente y un toque de sabor ácido y salado que limpie el paladar entre bocado y bocado.

Diferentes presentaciones del jengibre

El rizoma fresco es como se suele usar en Asia. Debe adquirirse terso, sin arrugas. Los rizomas se pueden congelar, pelados y en trozos o rallados. En la nevera, se mantienen frescos hasta un par de meses.

Los rizomas jóvenes tienen la piel dorada y un sabor más complejo y menos picante que el de los viejos, de piel oscura. Se añade entero o cortado a sopas y guisos, y también se ralla y exprime para obtener su zumo.

El jengibre en polvo conviene comprarlo en pequeñas cantidades para que conserve su aroma y frescor. Proviene de los rizomas secos, por lo que su aroma y sabor son más pronunciados y picantes. Debe guardarse en un lugar oscuro, fresco y seco.

También se encuentra jengibre encurtido. De suave tono rosado, es un producto de origen japonés, llamado allí gari, que suele acompañar el sushi y el maki. Se prepara con rizomas frescos, vinagre, azúcar y una pizca de café y de sal.

El jengibre conservado en almíbar es más propio del norte de Europa. Antiguamente se presentaba en unos bonitos tarros de cerámica china y se empleaba para la decoración de recetas dulces como los budines, las galletas y las tartas. Igualmente, el jengibre escarchado es la versión oriental de nuestras frutas confitadas. Su contenido en azúcar es tan elevado que no resulta muy recomendable, puesto que la cocción, además, destruye en gran parte sus sustancias más saludables.

Infusión de jengibre

La infusión de jengibre más conocida es la de jengibre con limón. Es un clásico muy fácil de preparar pero resulta deliciosa. 

Para prepararla, corta el jengibre en rodajas. Calienta agua en un cazo e incorpora una corteza de limón. Cuando rompa a hervir, retira el cazo del fuego y añade azúcar integral u otro endulzante saludable (puedes optar también por no endulzar la infusión). Remueve bien y deja reposar de 8 a 10 minutos.  Cuela y sirve. Si quieres, puedes agregar un chorrito de zumo de limón. Aquí puedes consultar más recetas de infusiones de jengibre.

Infusión de jengibre

La infusión de jengibre más conocida es la de jengibre con limón. Es un clásico muy fácil de preparar pero resulta deliciosa. 

Para prepararla, corta el jengibre en rodajas. Calienta agua en un cazo e incorpora una corteza de limón. Cuando rompa a hervir, retira el cazo del fuego y añade azúcar integral u otro endulzante saludable (puedes optar también por no endulzar la infusión). Remueve bien y deja reposar de 8 a 10 minutos.  Cuela y sirve. Si quieres, puedes agregar un chorrito de zumo de limón. 

Galletas de jengibre

Las galletas de jengibre son un clásico de la Navidad.  La masa básica se elabora con 300 g de harina de espelta, 200 g de margarina ecológica vegana no hidrogenada blanda (a temperatura ambiente) y 100 g de azúcar de coco

Pra elaborarlas se bate la margarina con el azúcar hasta que esté espumosa. Se puede agregar vainilla y ralladura de limón. Agrega la harina y mezcla hasta que se forme la masa. Luego se forma una bola con la masa obtenida y refrigera durante una hora. Después extiende la masa con un rodillo hasta que tenga un centímetro de grosos y usa un molde de galletas para darles forma. A continuación, hornea 10 minutos en el horno precalentado a 200 grados.  Aquí puedes consultar más recetas de galletas de jengibre. 

otras Recetas con jengibre

Seitán al jengibre con puré de patata

Ingredientes (para 4 personas): 

  • 200 g de seitán
  • 1 cucharada de jengibre en polvo
  • 3 cucharadas de aceite de sésamo
  • 600 g de patatas
  • 4 setas shiitake secas
  • 8 cebollitas francesas
  • 1 vaso de zumo de manzana
  • 2 cucharadas de miel clara
  • 1 cucharada de salsa de soja
  • 1 cucharada de aceite de oliva
  • sal 

Preparación (30' + 20' de cocción + 2h. de reposo): 

  1. Corta el seitán en pequeños filetes. Mezcla el jengibre en polvo con el aceite de sésamo para untarlos por ambas caras. Deja reposar al menos 2 horas o durante toda la noche.
  2. Pela las patatas y cuécelas con los shiitakes y una pizca de sal durante unos 20 minutos. Retira los pies a las setas y tritura todo junto, añadiendo si es necesario agua de cocción.
  3. Cuece las cebollitas enteras durante unos 20 minutos, cubiertas con el zumo de manzana, la miel (o sirope de arce), la salsa de soja y el aceite de oliva.
  4. Asa los escalopines en una parrilla, a fuego fuerte y sirve con el puré de patatas y dos cebollitas caramelizadas. 

Información nutricional: 

  • Calorías: 200
  • Hidratos de carbono: 23 g
  • Proteínas: 11 g
  • Grasas: 7 g
  • Colesterol: 0 mg.

Makis de pepino con dos jengibres

Ingredientes (para 4 personas): 

  • 2 pepinos
  • 8 hojas de col china
  • 4 cucharadas de alga wakame picada
  • 125 g de zanahorias
  • 125 g de calabaza
  • 15 ml de zumo de manzana
  • 3 cm de raíz fresca de jengibre
  • 1 limón (su piel y su zumo)
  • 1 cucharada de azúcar moreno
  • 1 cucharada de salsa de soja
  • 2 cucharadas de aceite de oliva virgen
  • 2 cucharadas de jengibre encurtido
  • 1 cucharada de gomasio
  • sal 

Preparación (20' + 33' de cocción): 

  1. Pela y corta longitudinalmente los pepinos en forma cuadrada, sin los extremos. Remoja el alga wakame.
  2. Escalda la col china 3 minutos, aclara con agua fría y reserva. Cuecen la zanahoria y la calabaza con el zumo de manzana y un poco de sal durante 30 minutos. Escurren bien. Ralla la raíz de jengibre, exprime la pulpa, mezcla con las verduras cocidas y tritura todo.
  3. Extiende una hoja de col y unta con el puré obtenido, dejando 2 cm sin untar en los bordes. Dispón un trozo de pepino a lo largo, pegado a uno de los bordes, y coloca sobre él pedazos de wakame. Enrolla la hoja. Repite la operación hasta terminar el pepino
  4. Lava el limón. Ralla su piel y, en un mortero, mezcla con una cucharada de su zumo y el azúcar, la soja y el aceite.
  5. Corta las puntas de los rollitos de col y parte en porciones. Sirve con 1 un trozo de jengibre encurtido, el aliño y gomasio espolvoreado por encima. 

Información nutricional: 

  • Calorías: 128
  • Hidratos de carbono: 12 g
  • Proteínas: 2 g
  • Grasas: 7 g
  • Colesterol: 0 mg

Puré de caqui con jengibre

Ingredientes (para 4 personas): 

  • 3 caquis maduros
  • 1 cucharada de miel clara
  • 1 cucharadita de agar-agar
  • 2 cm de raíz fresca de jengibre
  • 750 ml de leche de avellanas o de soja al chocolate
  • 4 yemas de huevo
  • 1 cucharada de kuzu o harina de maíz 

Preparación (10' + 55' de cocción):  

  1. Ralla y exprime el jengibre. Cuece la pulpa de los caquis con el jugo del jengibre y la miel (o sirope de arroz), a fuego suave durante 45 minutos. Al final añade el alga agar-agar, remueve bien y deja reposar.
  2. En otra olla mezclan las yemas con el kuzu y añade poco a poco la leche al chocolate. Cuece a fuego lento 15 minutos, removiendo a menudo para que no llegue a hervir. Deja enfriar.
  3. En copas, monta un fondo de fruta, otro de chocolate, otro de fruta y de nuevo chocolate, para crear un efecto decorativo. 

Información nutricional: 

  • Calorías: 233
  • Hidratos de carbono: 27 g
  • Proteínas: 10 g
  • Grasas: 9 g
  • Colesterol: 314 mg.
 

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