El lavavajillas es uno de los electrodomésticos que más trajín lleva en casa. Quizá te pueda parecer que, como es un aparato para limpiar, el mismo aparato queda limpio después de cada uso. Sin embargo, con el paso del tiempo la acumulación de restos de comida, grasa y jabón pueden provocar malos olores y afectar al buen funcionamiento de los programas de lavado. Por eso, no basta con renovar la sal cuando toca. También hay que limpiar periódicamente el aparato por dentro. 

La buena noticia es que no hace falta recurrir a productos industriales y caros para hacerlo. Los encontrarás, pero existen productos sencillos y naturales que te permitirán hacerlo sin esfuerzo y obtener un resultado impecable. 

La experta en hogar María Lourdes, conocida en Instagram como @uvasycolor, revela cómo lo hace ella y demuestra que se puede mantener impecable el lavavajillas con productos sencillos que todos tenemos en casa. Gracias a su método, no hace falta gastar mucho ni complicarse: solo necesitas vinagre, bicarbonato y un poco de dedicación.

Es una limpieza a fondo del lavavajillas que requiere desmontar y limpiar algunas piezas, pero es un mantenimiento imprescindible y el pequeño esfuerzo vale la pena. Te contamos cómo lo hace y qué variaciones puedes hacer para un resultado perfecto.

Desmontar y limpiar las piezas lo primero de todo

En el post de Instagram, María Lourdes explica que lo primero que hace es sacar el filtro y todas las piezas desmontables del lavavajillas. Puedes ver todo el proceso aquí, aunque luego desgranaremos todo el proceso paso a paso con algunos consejos adicionales:

Según la experta, para poder limpiar bien el interior y cada rincón “hay que desmontar todo lo que se pueda” . Con este paso inicial, asegura que la limpieza sea mucho más profunda y efectiva.

Una vez tienes fuera todas las piezas, comienza la limpieza del interior del lavavajillas. Para ello, utiliza dos ingredientes básicos: bicarbonato de sodio y vinagre de limpieza. 

“Espolvoreo bicarbonato por todo el interior y echo vinagre de limpieza”, comenta mientras muestra cómo lo distribuye bien para que actúe en todas las superficies.

María Lourdes destaca que el siguiente paso es frotar bien con un cepillo. “Lo froto todo con un cepillo para que salga bien toda la suciedad”, explica.

El vinagre y el bicarbonato reaccionan y ayudan a desprender la grasa y los restos de comida que puedan quedar incrustados. 

Otra opción es usar bicarbonato y vinagre por separado

Algunos expertos consideran que la mezcla de bicarbonato y vinagre no es más efectiva que cada uno de los ingredientes por separado. Si lo deseas, aunque te dé un poco más de trabajo, puedes realizar la limpieza en dos pasos: 

  • Primero, espolvorea las superficies con el bicarbonato de sodio. Después frota con un paño o la parte blanda de la esponja. Esto ayudará a desprender cualquier suciedad incrustada. Aclara con agua tibia. 
  • Segundo, pulveriza vinagre concentrado y pasa el paño. Así eliminarás resto de cal y dejarás la superficie de metal brillante.  

El poder del cepillo 

Después María Lourdes limpia todas las piezas que ha sacado con un desinfectante desengrasante. “Las piezas que he sacado las limpio por separado”, indica.

Utiliza el mismo cepillo para frotar cada rincón, eliminando la grasa y la suciedad acumulada en el filtro y en otras partes móviles.

Enjuague y desinfección final

Después de frotar bien, María Lourdes aclara las piezas desmontadas con agua para eliminar cualquier resto de producto o suciedad. “Las enjuago bien y luego las vuelvo a poner en su sitio”, explica.

Esto asegura que no queden restos de desinfectante o de suciedad en las piezas que están en contacto con la vajilla y los utensilios.

Una vez colocadas las piezas en su sitio, María Lourdes continúa con la limpieza de todo el interior del lavavajillas. Para ello, rocía de nuevo con el desinfectante desengrasante.

“Le doy un buen repaso por todo el interior para que quede bien desinfectado”, asegura.

Último paso: ciclo normal y resultados impecables

El paso final en la limpieza mensual de María Lourdes consiste en poner en marcha el lavavajillas. “Lo cierro y pongo un programa normal para que haga un buen lavado”, explica en su vídeo.

Con esto, no solo se eliminan los restos de los productos usados, sino que también se activa el calor y el agua para arrastrar toda la suciedad.

María Lourdes destaca que el resultado final es sorprendente: “Después de 12 años, mi lavavajillas queda como nuevo”, dice satisfecha.

Gracias a esta rutina mensual, asegura que su electrodoméstico ha superado la barrera de los 10 años, algo que considera poco común hoy en día con la obsolescencia programada.

Un método sencillo, económico y natural

La experta en hogar deja claro que no necesita más accesorios para que el lavavajillas funcione bien. “Un cepillo sencillo y los productos básicos son suficientes”, señala. Así, demuestra que la constancia y una buena rutina son la clave para prolongar la vida útil de los electrodomésticos.

Su método es sencillo, económico y muy efectivo: desmontar las piezas, frotar con bicarbonato y vinagre, enjuagar, desinfectar con desengrasante y, finalmente, poner un ciclo de lavado normal. Una fórmula que, según la experta, mantiene el lavavajillas reluciente y funcionando como el primer día.

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