Varios estudios han relacionado la vitamina C con una menor mortalidad en caso de sufrir Covid-19 pero, ¿cómo obtener suficiente vitamina C? El escaramujo es una baya europea increíblemente rica en vitamina C (aporta hasta 30 veces más vitamina C que las naranjas o los limones) y en otros compuestos antioxidantes que aumentan la resistencia del organismo frente a los ataques de los virus y las bacterias patógenas.

Los mayores beneficios se obtienen consumiendo los escaramujos frescos durante el otoño. No los encontrarás en el mercado, sino en las salidas por el campo, pues es el fruto rojo anaranjado (morado oscuro e incluso negro en algunas variedades) del rosal silvestre (Rosa canina).

Una de las frutas más ricas en vitamina C que existen

La concentración de vitamina C en esta fruta es altísima. 100 gramos de la pulpa contienen unos 1.250 mg de vitamina C. En consecuencia, con solo 10 gramos obtienes más de la que necesitas en un día (de 60 a 100 mg).

Además contiene licopeno, un caroteno antioxidante con propiedades antiinflamatorias y anticancerígenas que protege especialmente la vejiga y la próstata.

Así se extrae la pulpa del escaramujo

Los frutos destacan como puntos de color entre las ramas de la planta que ha perdido todas las hojas. Para comerlos tienes que sujetarlos por el extremo del pedúnculo y aspirar la pulpa por el agujero del otro extremo.

Esta pulpa es dulce como una mermelada. Tienes que poner atención en dejar dentro del fruto las semillas, que son muy duras y pueden irritar la garganta.

Otra opción es cortar el fruto por la mitad y separar la pulpa y las semillas.

Esta pulpa se puede utilizar como aliño de ensaladas. Si el fruto no está completamente maduro se puede mezclar la pulpa a partes iguales con azúcar de coco o miel.

Cómo utilizar sus frutos, pétalos y hojas con fines medicinales

La medicina natural lo utiliza para prevenir infecciones de las vías urinarias y en casos de mareo y jaqueca. En forma de jarabe está indicado en la anemia, pues potencia la absorción del hierro.

Además de los frutos puedes utilizar los pétalos de las flores, que se secan al aire libre y se guardan para utilizarlos a lo largo del año como decoración en ensaladas y postres.

Con los pétalos también se pueden hacer infusiones para suavizar la garganta inflamada (1 cucharadita por taza). También posee propiedades tranquilizantes y, aplicada sobre la piel, es un tónico, especialmente indicado para las personas con piel grasa y con acné.

Las hojas poseen asimismo aplicaciones medicinales. Son eficaces contra las diarreas, gracias a su alto contenido en taninos, lo que justifica que en algunos lugares de España se denomine a la planta "tapaculo".