Recuerdo un anuncio muy revelador, que me hizo reír y al mismo tiempo reflexionar. Una mujer joven y guapa, en minifalda y con un top que dejaba ver su vientre plano, atravesaba una diáfana oficina caminando muy coquetamente mientras, en sus mesas, un montón de oficinistas la miraban embobados dirigirse hacia el ascensor.

Cuando se abría la puerta, ella lanzaba una mirada pícara hacia atrás mientras desaparecía dentro del elevador, haciendo volar su cabello negro y liso. En el siguiente plano la cámara mostraba a la joven, ya sola dentro del ascensor, respirando ruidosamente después de haber estado conteniendo la respiración. Su vientre plano se hinchaba como por arte de magia haciendo saltar el botón de su falda sucinta.

Este anuncio me hizo pensar en todas esas mujeres que desean tener el vientre plano y no lo consiguen.

El vientre ha sido tradicionalmente una parte del cuerpo femenino muy valorada y venerada. Las estatuas antiguas representaban la abundancia y la fertilidad con mujeres de grandes pechos y barriga prominente.

Hoy en día, sin embargo, nadie quiere tener barriga aunque sí los pechos grandes, y muchas mujeres están descontentas de su vientre.

El vientre: la parte más yin del cuerpo femenino

A veces parece que olvidemos que en el vientre de la mujer, la parte más yin e instintiva, se esconde el secreto de la vida y residen los órganos esenciales para procrear.

Aunque energéticamente consta de estómago, bazo, hígado, vesícula biliar, riñones, intestinos delgado y grueso, vejiga, útero y ovarios, fisiológicamente se puede reducir a los órganos de la parte inferior: intestinos, vejiga, útero y ovarios.

Así pues, excepto el corazón y los pulmones, casi todos los órganos se alojan en el vientre, que también alberga y acomoda al feto que crece día a día hasta el alumbramiento. Por eso los sabios chinos denominaban al vientre "el pozo", tanto por su capacidad de contener como por la energía que alberga.

Como una goma, el vientre femenino debe ser extraordinariamente flexible pero, al mismo tiempo, también debe mantenerse firme para poder retener a todos los órganos en su sitio.

El vientre es la parte más yin de nuestro cuerpo, ya que todos los meridianos yin convergen en el abdomen para luego unirse con los meridianos yang y llegar a la cabeza.

En el vientre, además, nacen los tres meridianos extraordinarios más importantes: ren mai –el mar de los meridianos yin–, du mai –el mar de los meridianos yang– y chong mai –el mar de la sangre–. Nacen en el útero, en el lugar que conocemos como tan tien –el campo energético que representa el chi del cielo– y afloran por los genitales.

De estos tres meridianos extraordinarios, junto con los del bazo, hígado y riñón, surge el milagro de la vida. También son ellos los que regulan y controlan la menstruación, el deseo sexual y la capacidad reproductiva.

El buen funcionamiento de estos meridianos depende de los órganos que los alimentan, o sea, de todos los órganos ya que du mai depende de todos los meridianos yang, ren mai de todos los meridianos yin y chong mai, que controla la sangre y se encarga de la energía de la concepción, depende del bazo y estómago y del riñón.

¿Por qué sale barriga según las teorías del yin y yang?

La mujer es esencialmente yin, sangre. Cuando prepara el cuerpo para concebir, su útero se llena de sangre nutritiva para poder alimentar al feto, por lo que toda la sangre del cuerpo se dirige hacia él.

Si hay suficiente sangre esta demanda no causa ningún problema, pero en caso contrario se producen trastornos tales como insomnio, cansancio, irritabilidad, dolor e hinchazón de mama, distensión abdominal, gases, dolor de cabeza, estreñimiento, deseo de ingerir dulces o pesadez de piernas, entre otros.

Estos son síntomas combinados de insuficiencia de chi (energía) de bazo y de bloqueo de chi de hígado.

El vientre, siendo la parte más yin del cuerpo femenino, cumple una función totalmente yangy es ahí donde suelen darse problemas, en el equilibrio entre yin y yang.

Y una de las consecuencias es que sale barriga; vamos a ver con más detalle cuáles son las causas más comunes.

La importancia del bazo

La energía más importante del vientre es la del bazo. Se trata del órgano que genera chi y sangre a partir de los alimentos y que luego los distribuye por todo el cuerpo. La otra función principal del bazo es la contención de los órganos en su sitio, incluida la sangre.

Cuando la digestión es buena y se ha descansado no se suelen experimentar problemas de hinchazón. Por eso el vientre es más plano por la mañana, al levantarse. Pero a lo largo del día se va hinchando como un globo, especialmente después de comer, ya que la energía del bazo se va gastando poco a poco.

La vida sedentaria ralentiza el movimiento del chi y hace que no fluya correctamente. Perdemos claridad mental porque el chi puro que tiene que ascender para nutrir la cabeza se queda a mitad de camino y todo se acumula.

Esto produce hinchazón del vientre, además de gases, estreñimiento, pesadez en las piernas y la famosa "retención de líquido", que la medicina atribuye a la ralentización del chi del bazo.

El mayor enemigo del bazo es la humedad ya que corresponde al elemento Tierra en la teoría de los cinco elementos de la medicina china. En una tierra encharcada apenas puede crecer nada. Por eso beber agua en exceso es muy perjudicial.

Además, el agua ingerida llega primero al estómago, que es el fogón del cuerpo. En él empieza la transformación de los alimentos y para eso tiene que calentarlos como mínimo a la temperatura corporal de 37º C. Necesita chi y si no dispone del suficiente, porque la persona se ha tomado una bebida fría antes de comer, es fácil darse cuenta de que el estómago no va a trabajar cómodamente.

Preocupación y rabia: su papel en la hinchazón abdominal

La emoción asociada al bazo es la preocupación y la reflexión. Preocuparse, o sea adelantarse a algo que aún no ha sucedido, es malgastar la energía del bazo.

No pasa nada si una persona se preocupa esporádicamente pero sí es perjudicial que suceda habitualmente o sin control. Cuando las preocupaciones llegan a ser obsesivas, cuando hay miedo o frustración, confunden y bloquean.

Otra causa común de la hinchazón del vientre es el bloqueo de chi del hígado debido al enfado. El hígado es el órgano más sensible a la emoción, especialmente al enfado, la rabia y la frustración.

Una emoción retenida o estimulada puede afectar a su correspondiente órgano, y viceversa.

El hígado es el órgano que se encarga de mantener las vías de los meridianos libres de paso. Si se bloquea, el flujo de chi no fluye libremente.

También existe una estrecha relación entre el hígado y el bazo, ya que el primero tiene que ayudar al segundo a hacer bien la digestión. Si el bazo está débil, el hígado dificulta aún más la tarea.

Y una de las causas más importantes del bloqueo de chi del hígado es el enfado, o el enojo no expresado.

Falta de calor en el abdomen

El vientre es yin pero cumple funciones yangporque todo lo que sucede en el vientre tiene que ver con el calor y el movimiento: comer, beber, defecar, orinar, menstruar, concebir y albergar al feto. Así pues, hay que conservarlo caliente, tanto ingiriendo alimentos calientes como manteniéndolo abrigado, para favorecer su energía.

Por otra parte, como los intestinos, que son considerados el cerebro instintivo del cuerpo, ocupan la mayor parte del vientre, todas las emociones instintivas le atañen.

No es de extrañar, si se considera que el aparato más animal reside en el vientre, que las emociones clasificadas por el cerebro pero no digeridas por el estómago lleguen a él abultándolo.

Es un aviso para que sepamos que hay que arreglarlo, pero a menudo no lo escuchamos y, en lugar de eso, acudimos a la farmacia en busca de pastillas que ayuden a desinflamar el vientre, como si fueran la aguja que va a pinchar el "globo".

Del mismo modo, cuando la mujer se siente hinchada el diagnóstico es retención de líquido y el remedio… ¡beber dos litros de agua al día! Pero para eliminar el exceso de agua hay que reducir el agua y darle un respiro al cuerpo.

El riñón es elemento Agua y el frío tampoco le favorece. El chi del riñón se puede considerar como la calefacción central y el chi del bazo y estómago, el fogón de la cocina que alimenta a toda la familia. Echar agua a la calefacción central no es lo más recomendable.

Hay que proteger el fogón del cuerpo porque el chi del estómago es el mejor indicador de buena salud. Si una persona convaleciente tiene apetito y hace bien la digestión tiene buen pronóstico, ya que indica que el chi del bazo y estómago está fuerte.

¿Qué tal te llevas con tu feminidad?

Mucho han cambiado el estilo de vida y los valores sociales y culturales. Hoy las mujeres trabajamos codo a codo con los hombres, luchamos por la igualdad de condiciones, demostramos que somos capaces de realizar cualquier tarea con el mismo rendimiento y eficacia que ellos.

De ahí que el cuerpo de la mujer se esté masculinizando, con los consiguientes casos de infertilidad, dolores de regla, vientre hinchado y miomas y quistes uterinos. No nos identificamos con la feminidad ni con la fertilidad.

Nos gusta el vientre plano sin poder sentir lo que solo una mujer es capaz de sentir y dar: la comprensión, el acomodamiento, el acogimiento.

¿Será el momento de reconciliarnos con lo que hemos dejado de ser?

¿Cómo ayudar al vientre a mantener el equilibrio?

Para mantener el vientre cómodo y firme se necesita calor y ejercicio diario. Más que mover el vientre, lo realmente eficaz son los ejercicios que movilizan las extremidades, para favorecer el flujo energético desde el tronco en un movimiento centrífugo.

infusiones para mantener el calor y la energía

También es muy aconsejable tomar infusiones cálidas y energéticas después de comer y de cenar.

  • Jengibre, canela y miel. Esta infusión es especialmente recomendable por su acción como "calentador" de estómago y pulmón, y como "activador" de la sangre. Además, la miel es un buen tónico y al mismo tiempo tranquilizante y emoliente de estómago e intestino.
  • Piel de mandarina. Esta infusión es muy usada en fitoterapia china para activar el chi (energía) del estómago. Tiene un sabor algo amargo y ácido. Se prepara dejando secar la piel de mandarina en un lugar aireado y a la sombra, durante unos días, y echándola, una vez seca, en agua hirviendo. Hay que dejar que hierva entre cinco y diez minutos, dejarla reposar otros cinco minutos y tomarla caliente, añadiéndole si se quiere un poco de miel o azúcar moreno. La piel seca de mandarina se puede conservar en tarros herméticos de cristal, para asegurarse de que no penetra la humedad. Conviene estar seguros de que no posee productos químicos.
  • Hinojo con regaliz. Resulta eficaz para eliminar los gases y favorecer la digestión.
  • Pétalos de rosa. Buen activador de sangre, es beneficiosa en caso de menstruación dolorosa y se le puede añadir una pizca de canela.
  • Manzanilla con bayas goji. La manzanilla es calmante y beneficiosa para el hígado y las bayas lo tonifican y suavizan. Bastan cinco gramos de las bayas.

Automasaje para aliviar la tensión en el vientre

  1. Hay que tumbarse boca arriba y doblar las piernas para que se relajen los músculos abdominales.
  2. Poniendo cuidado en que las manos no estén frías, se inicia el masaje partiendo del ombligo y describiendo un círculo en el sentido de las agujas del reloj. Se presiona suavemente y se va abriendo poco a poco el círculo hasta abarcar toda la zona del abdomen.
    Se recomienda realizar 300 veces el círculo completo.
  3. Después del abdomen, se puede realizar un masaje de drenaje del hígado. Se fricciona con las dos manos, apoyando toda la palma, desde los lados, en las costillas, hacia el ombligo.
    Este movimiento relaja la tensión del hígado y favorece así la digestión y la distensión abdominal. Se lleva a cabo unas 100 veces.