Síndrome premenstrual: qué es y cómo tratarlo

Las molestias en los días previos a la regla pueden llegar a ser muy intensas. Detrás suele haber un desequilibrio hormonal que podemos corregir.

Tratamiento natural del síndrome premenstrual
Averie Woodard (Unsplash)

Se acerca el día en que te ha de bajar la regla y las cosas no parecen ir bien. Te hinchas, te duele la cabeza, te sientes especialmente desanimada... A veces solo te ocurre una cosa, otras te ocurre todo a la vez. Quizá antes no te pasaba, o no empezaba tan pronto ni con tanta intensidad. Lo más probable es que sufras lo que se conoce como "síndrome premenstrual" y tengo una buena noticia para ti: el síndrome premenstrual no es algo que tengas que aceptar como inevitable, porque son muchas las cosas que puedes hacer para aliviarlo y prevenir su aparición.

Los estrógenos son esenciales para el desarrollo del ciclo reproductivo femenino, pero un exceso de estas hormonas es la causa de las múltiples molestias, tanto físicas como emocionales, que muchas mujeres experimentan entre cinco y diez días antes de la menstruación. Y ese exceso de hormonas se puede regular.

¿Qué es el síndrome premenstrual?

Por síndrome premenstrual (SPM) entendemos un amplio abanico de síntomas físicos y emocionales que comienzan durante la segunda mitad del ciclo menstrual y cesan cuando aparece la menstruación. La intensidad depende de la sensibilidad de cada persona y puede ir desde una ligera molestia, hasta interferir seriamente en la vida diaria de la mujer que lo sufre.

La lista de signos y síntomas que conforman el síndrome premenstrual es amplia: tristeza y llanto fácil, irritabilidad, problemas de concentración, ansiedad, cansancio, dolores articulares, cefaleas, retención de líquidos, hinchazón abdominal, brotes de acné, tensión en los senos… .

De hecho, tres de cada cuatro mujeres sufre alguno de ellos, en mayor o menor grado, antes de la regla. En algunas, los síntomas son lo suficientemente graves como para interferir en sus vidas.

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Causas y tratamiento del síndrome premenstrual

La causa del SPM suele ser un exceso de estrógenos o hiperestrogenia, pero… ¿a qué se debe este desequilibrio hormonal? ¿Cómo puede corregirse?

A continuación encontrarás algunas recomendaciones para corregir los diferentes desequilibrios hormonales que están detrás de la excesiva presencia de estrógenos en tu cuerpo. Consulta siempre a tu médico o algún especialista antes de iniciar cualquier tratamiento.

1. Síndrome premenstrual por déficit de progesterona

Es una de las principales causas que provoca dominancia estrogénica. Los síntomas que indican un déficit de progesterona son diversos: ciclos cortos e irregulares; pérdidas de color parduzco entre la ovulación y la menstruación; inflamación abdominal; flujo menstrual abundante durante todo el ciclo; caída de pelo; sequedad vaginal; cambios de humor.

Para aumentar la producción de progesterona puede ser útil tomar algunos suplementos o alimentos:

  • L-Arginina: un aminoácido que mejora la vascularización del cuerpo lúteo, encargado de la fabricación de esta hormona, y que además incrementa los receptores de la leptina, una proteína secretada por el tejido adiposo que no solo interviene en el control del apetito, sino que actúa como reguladora del sistema reproductor. Dosis recomendada: 6 gramos/día repartidos en tres tomas de 2 gramos.
  • Wild yam (Dioscorea villosa): se utiliza durante la segunda fase del ciclo, tomada en forma de suplemento (500 mg de extracto seco al día) o aplicándola en crema en la cara interna de brazos y piernas para una absorción cutánea, lo que evita la fatiga hepática.
  • Omega-3, zinc, vitamina B6 y antioxidantes como la vitamina C (1.000 mg diarios) y la E (400 UI/día): mantener unos buenos niveles de estos nutrientes también es imprescindible para el buen desarrollo del cuerpo lúteo. Procura que en tu dieta no falten los cereales integrales, las nueces, la chía, las semillas de calabaza y girasol, las algas marinas, así como las verduras y frutas de temporada, todos ellos alimentos ricos en estos nutrientes.

2. Síndrome premenstrual por excesiva producción de estrógenos

La elevada producción de estas hormonas es otra de las causas. Ocurre cuando hay una actividad acelerada de la aromatasa, una enzima que interviene en la fabricación de estrógenos (estradiol y estrona) a partir de la hormona masculina androstenediona (andrógeno producido a partir del colesterol).

Los síntomas más habituales son la menarquía prematura (antes de los 12 años); una gran facilidad para acumular grasa en caderas, muslos y senos; menstruaciones regulares pero muy abundantes y dolorosas desde el inicio; retención de líquidos, con la consiguiente inflamación; hambre feroz, especialmente de dulces; migrañas; cansancio; dolores musculares o articulares; ansiedad, tristeza o desmotivación.

Para modular la actividad de la aromatasa te pueden ayudar las siguientes estrategias:

  • Aumentar el consumo de los siguientes alimentos: semillas de lino, sésamo y chía, cebolla morada, manzanas al horno con canela, bayas del bosque con granada y ralladura de piel de limón, aceitunas, ciruelas, crucíferas, alfalfa, cúrcuma, jengibre, alga kombu, así como tomar a diario una infusión de pasiflora, regaliz, canela y té verde.
  • Tomar abundantes ácidos grasos omega 3 y 6, en un ratio de 4:1.
  • Tomar suplementos como el extracto de semilla de uva (1.000 mg en dos tomas diarias) o la berberina (dos cápsulas diarias de 500 mg antes de las comidas), un alcaloide vegetal que ayuda a disminuir la producción de triglicéridos y colesterol, mejora la sensibilidad periférica a la insulina y el síndrome metabólico, es antiinflamatoria y reguladora del ciclo menstrual.
  • Practicar el ayuno intermitente y realizar actividad física en ayunas también incide en la reducción de la síntesis de estrógenos.

3. Síndrome premenstrual por alteración de las funciones hepáticas

Una mala detoxificación de los estrógenos por parte del hígado da lugar a un aumento de estas hormonas en la sangre, lo que provocará los mismos síntomas que si hay una excesiva síntesis.

Si el problema está en la fase 1 de la depuración hepática, las señales suelen ser la fatiga, lipoproteínas aumentadas, GGT elevadas y signos de envejecimiento prematuro por exceso de estrés oxidativo.

Tomar alimentos ricos en antioxidantes así como suplementos de resveratrol, antocianidinas, ácido alfalipoico, quercitina, indol-3-carbinol e infusiones de té rooibos ayuda a potenciar esta fase y a transformar los estrógenos (hormonas liposolubles) en moléculas hidrosolubles. Estos metabolitos intermedios son muy inestables y necesitan unirse a las enzimas de la fase 2 para ser eliminados definitivamente del organismo.

Las personas metódicas y constantes, con mala tolerancia al estrés, que sufren cefaleas premenstruales y tienden a la anemia o sufren picores cutáneos con frecuencia, suelen tener alterada la metilación, una de las reacciones de la fase 2 que elimina los estrógenos, la histamina, la adrenalina y la noradrenalina, entre otros muchos compuestos. En este caso puede ser de gran ayuda los suplementos que impulsan la excreción de dichas moléculas:

  • Un suplemento de vitaminas B9 (500-1.000 mcg/día) y B12 (500-2.000 mcg/día) metiladas.
  • El magnesio con vitamina B6 (400-600 mg/día).
  • Los probióticosL. Reuteri, L. Planctarum, L. Rhamosus, L. Infantis y L. Longum,

Otra fase que puede ser necesario mejorar es la sulfoconjugación. Esto es así cuando los síntomas predominantes son la opresión torácica, los sofocos, las diarreas, los espasmos estomacales, la hinchazón de manos y pies, los dolores articulares, los problemas en mucosas… Para ello es recomendable tomar molibdeno (400 mcg/día durante 6-8 semanas), vitamina A (50.000 UI/día), riboflavina (100-400 mg/día), cisteína (600-4.000 mg/día) y metionina (200-500 mg/día), así como cuidar el intestino y tratar, si procede, la permeabilidad y/o la disbiosis.

Incluye también en tu dieta rábano negro, miso, azuquis, judías verdes, aceite de sésamo o crema de tahin, pipas de calabaza, trigo sarraceno y el alga cochayuyo. Son alimentos que activan las enzimas encargadas de eliminar los estrógenos a través de la sulfatación. En cambio, debes evitar las naranjas, el ajo, la cebolla, la lechuga, las manzanas y el café, pues son inhibidores de esas enzimas.

Un tratamiento integral

Cuando el SPM presenta síntomas confusos que indican la confluencia de más de una de las causas comentadas, se puede llevar a cabo una terapéutica global que incluya:

  • En primer lugar, un tratamiento para el equilibrio del sistema digestivo: permeabilidad intestinal, disbiosis, disminución de la carga glucémica…
  • La revisión del estilo de vida: gestión del estrés, disminución de tóxicos, dieta saludable, ejercicio físico…)
  • En una segunda fase se puede tomar extracto de semilla de uva, un compuesto que tiene la capacidad de activar el factor de transcripción Nrf2 que regula la expresión de numerosos genes de enzimas hepáticos con acción antioxidante y detoxificante.
  • Después se tendrá que estudiar cada caso para adecuar la dieta y ver si es necesario suplementar con algún producto más específico.

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