Un delicioso dip convierte cualquier verdura en un bocado de fiesta. Lo malo es que las salsas comerciales suelen estar repletas de ingredientes poco saludables, como aceites vegetales sin identificar, aditivos sintéticos y azúcares añadidos. La buena noticia es que las salsas dip más ricas las puedes elaborar en casa con ingredientes naturales, cien por cien vegetales y de toda confianza.

Salsa rosa con pasta de tomate en lugar de ketchup

Una buena salsa de cóctel lo tiene todo, tanto sabores ácidos como dulces, cremosos y picantes. A menudo, se mezclan mayonesa y ketchup, junto con algunos condimentos, pero se puede sustituir la salsa de tomate con azúcar añadido por tomate concentrado.


Ingredientes (para un frasco de tamaño mediano de 250 ml):

  • 100 g de mayonesa casera vegana
  • 100 g de yogur vegano
  • 1-2 cucharadas de tomate concentrado
  • 1 diente de ajo
  • 2 cucharadas de jarabe de manzana o una alternativa similar al azúcar
  • 2 cucharadas de vinagre de vino tinto
  • 1 cucharada de brandy
  • 1 cucharadita de mostaza o ½ cucharadita de mostaza en polvo o semillas de mostaza molidas
  • 1 pizca de sal

Elaboración:

  1. Pela el ajo y pícalo lo más fino posible.
  2. Mete en un frasco con tapa de rosca junto con todos los demás ingredientes y agita hasta que todo esté bien mezclado.

La salsa de cóctel se puede utilizar inmediatamente. La salsa mejora si la dejas en en la nevera porque se vuelve aún más aromática con el tiempo. Se conserva durante una semana. Además de las verduras crudas o palitos de pan integral, puedes sumergir en esta salsa albóndigas vegetales.

Alioli vegano con leche de soja

La leche de soja le da al alioli una consistencia cremosa.

Ingredientes (para 100 mililitros):

  • 2-3 dientes de ajo picados
  • 50 ml de leche de soja
  • 100 ml de aceite de oliva virgen extra
  • Sal y pimienta
  • 1 cucharadita de jugo de limón
  • 1⁄2 cucharadita de mostaza (opcional)

Elaboración:

  1. Pon el ajo picado, la leche de soja y la mostaza en el recipiente.
  2. Bate brevemente los ingredientes con la batidora de mano.
  3. Vierte lentamente un chorro fino de aceite en la mezcla. Mientras tanto, continúa revolviendo con la batidora de mano con la mínima potencia. De esta forma, los ingredientes se emulsionan.
  4. Sazona la salsa con sal, pimienta y zumo de limón.

Al principio el alioli puede estar un poco líquido. Sin embargo, adquirirá consistencia cuando la pogas en la nevera. El alioli vegano se puede conservar hasta siete días.

Dip de cacahuete picante y nuez

Las salsas que se elaboran con mantequilla de frutos secos son particularmente cremosas y sabrosas. Ésta se compone principalmente de mantequilla de cacahuete y leche de coco.

Ingredientes (para un frasco de 400 mililitros):

  • 150 g de mantequilla de cacahuete (sin aditivos)
  • 200 ml de leche de coco ecológica
  • 2 dientes de ajo
  • 1 guindilla roja (para un picante agradable)
  • ½ cucharadita de sal
  • El zumo de una lima (unos 40 ml)

Elaboración:

  1. Pela los dientes de ajo.
  2. Quita el tallo de la guindilla.
  3. Junta todos los ingredientes en un tazón alto para mezclarlos breve pero vigorosamente con una batidora de mano.

Al día siguiente de su elaboración, la salsa vegana ha adquirido un sabor muy aromático. Casa muy bien con panecillos, tempeh marinado o brochetas de verduras a la parrilla.

Queso crema de anacardos para mojar

El queso crema es particularmente popular para mojar palitos de verduras crudas y también se puede hacer puramente vegetal.

Ingredientes (para un frasco mediano de 300 ml):

  • 200 g de anacardos
  • 3-4 cucharaditas de pasta de miso ligera (shiro miso)
  • 100 ml de rejuvelac o 100 ml de agua y 2 cápsulas de probióticos
  • 1 diente de ajo
  • 1 cucharada de perejil picado
  • 1 cucharada de cebollino picado
  • Sal y pimienta

Elaboración:

  1. Remoja los anacardos en agua durante cuatro horas o durante la noche. Luego escúrrelos y enjuágalos con agua limpia.
  2. Procesa los anacardos remojados junto con la pasta de miso, el rejuvelac o el agua con probióticos, el ajo, el perejil y el cebollino, ya sea con la batidora hasta obtener una crema fina. Sazona bien con sal y pimienta.
  3. Dispón un colador sobre un bol y cúbrelo con un paño de algodón o una bolsa para filtrar leches vegetales. Vierte la crema y déjela escurrir durante 12 a 24 horas a temperatura ambiente. Si deseas que el queso de anacardo se vuelva particularmente firme, coloca un peso sobre la masa (por ejemplo, una cacerola).
  4. Transfiere el queso crema de anacardo resultante a un frasco con tapa de rosca desinfectado con agua hirviendo.

El queso de anacardo se puede guardar en el refrigerador hasta una semana. Allí madura un poco y se vuelve aún más picante y ligeramente amargo.