Los dolores de oído no son solo para los niños, los adultos también los padecen. Las causas más frecuentes son la cera acumulada, que provoca dolor por la presión que ejerce, infecciones y sensibilidad de la piel del canal auditivo. Pero también le pueden doler los oídos si sufre una disfunción de la articulación temporomandibular (ATM) que presiona los nervios de la zona.

El dolor de oídos suele ser en la mayoría de los casos inofensivo, pero también es cierto que puede indicar un problema grave, como degeneración ósea o cáncer. Siempre es necesario consultar con el médico, sobre todo si el dolor se produce únicamente en uno de los oídos.

Cómo evitar las molestias en los oídos

La cera de los oídos puede parecer molesta, pero protege los tejidos, elimina la suciedad y, dado que migra naturalmente fuera del oído, arrastra con ella bacterias y cuerpos extraños. Por lo tanto no hay que obsesionarse con eliminar la cera del fondo del oído que no se ve.

Solo hay que retirar suavemente con la punta de una toallita empapada en agua jabonosa la cera que se pueda ver en la parte exterior del canal auditivo.

Nunca se debe introducir profundamente un hisopo con algodón porque se corre el riesgo de empujar la cera o suciedad más adentro.

De todos modos, si se aprecia alguna deficiencia en la audición es posible que se haya formado un tapón de cera. Para retirarlo es necesario acudir a un otorrinolaringólogo. No es recomendable buscar soluciones caseras porque una mala práctica podría dañar el tímpano.

Cómo evitar el "oído de nadador"

Por otra parte, es importante mantener las orejas bien secas. El "oído de nadador" no solo afecta a los nadadores; la humedad que queda en el oído al ducharse o lavarse la cara también puede provocar el problema.

Si lo has sufrido alguna vez, utiliza tapones para los oídos al nadar y al ducharte. Inclina la cabeza y tira de los lóbulos de las orejas para ayudar a drenar el exceso de agua y sécate las orejas con una toalla.

La disfunción de la articulación temporomandibular a menudo conduce al dolor de oído. Pruebe este ejercicio para relajar la mandíbula:

  • Presiona ligeramente con la punta de la lengua contra el paladar, sin que toque los dientes, mientras mantienes los labios juntos y los dientes superiores e inferiores separados.

Cómo tratar el dolor

Puedes aplicar una compresa fría sobre el oído para reducir el flujo sanguíneo y la inflamación que causa dolor. No se debe aplicar calor porque este puede favorecer el desarrollo de la infección.

Envuelve el pack frío en un paño y aplícalo sobre la oreja, donde lo puedes mantener como máximo 20 minutos para no dañar la piel.

Si el dolor no remite y se mantiene persistente, es conveniente consultar con el médico para descartar que el origen se encuentre en una infección bacteriana que sea preciso tratar con antibióticos.

La secreción de líquido por el oído es un síntoma bastante indicativo de infección que requiere atención médica. También se puede apreciar una pérdida de audición.

El dolor de oídos al volar en avión

Algunas personas sufren un intenso dolor de oídos al viajar en avión debido a los rápidos cambios de presión. Este tipo de dolor se puede prevenir con varios trucos:

  • Hazte una lavado nasal antes de viajar.
  • Mastica un chicle en cuanto subas el avión y durante todo el viaje.
  • Fuerza el gesto del bostezo, abriendo la boca al máximo.
  • Realiza la maniobra de Valsalva: aprieta los labios, tapa la nariz apretándola con los dedos e intenta sacar aire por la nariz empujando con la glotis.