Wu chin xi o "el juego de los cinco animales" es una serie de ejercicios que en China se practica popularmente desde hace 18 siglos y que ha demostrado ser eficaz para promover el buen estado físico y la salud.

Su inventor fue el médico Hua Tuo (108-208), quien dijo que "el cuerpo humano debe hacer ejercicio, pero nunca debe esforzarse al extremo". Para crear una serie de ejercicios saludables estudió los movimientos del tigre, el ciervo, el oso, el mono y la grulla.

Cada uno de los animales se corresponde con un elemento o energía de la naturaleza (metal, madera, agua, fuego y tierra), un color, una estación, un órgano o sistema del cuerpo, un sentido y una emoción. Por lo tanto, cada una de las cinco posturas está diseñada para regular las funciones de los órganos correspondientes y los sistemas corporales relacionados:

  • El tigre se corresponde con el agua y los riñones, el aparato urinario y el aparato reproductor.
  • El ciervo se asocia a la madera y el hígado, la vesícula biliar, los sistemas digestivo y hormonal.
  • El mono se vincula con el fuego y el corazón, los vasos sanguíneos y el sistema circulatorio.
  • El oso se relaciona con la tierra y el bazo, el páncreas y el sistema digestivo.
  • La grulla se corresponde con el metal, los pulmones y el sistema respiratorio.

¿Por qué es beneficioso el juego de los cinco animales?

El objetivo del wu qin xi es equilibrar las energías yin y yang dentro del cuerpo humano, lo que equivale a fortalecer la inmunidad y el buen funcionamiento general de los procesos fisiológicos.

También contribuye al bienestar mental gracias a la reconexión con el cuerpo, la armonización de la respiración y la inmersión simbólica en la naturaleza que supone la imitación de los gestos de los animales.

La dignidad y el poder del tigre, la elegancia del ciervo, la terrenalidad y la suave fuerza del oso, el espíritu gracioso y libre de la grulla o la vivacidad del mono imprimen sus marcas en la conciencia y ayudan a desarrollar la confianza en uno mismo.

La forma más simpre de wuqinxi tiene solo 5 posturas o movimientos, pero existen formas más complejas de hasta 60 posturas.

El tigre

  • De pie, con los pies separados a la distancia de los hombros, las rodillas ligeramente flexionadas y la cadera basculada hacia atrás (pelvis hacia adelante), eleva los brazos pasándolos por delante del abdomen, el pecho, el cuello y la cabeza.
  • Al tiempo que elevas los brazos levanta y flexiona la rodilla derecha para dar un paso hacia adelante y hacia la derecha. Mientras das este paso, bajas los brazos estirados hacia al frente y hacia abajo, con las manos en garra, como si fueras un tigre que da un zarpazo con ambas patas. Al realizar este movimiento con los brazos el cuerpo se apoya sobre la pierna que has adelantado.
  • Recupera la posición inicial, estabilízate pasando el peso de una pierna a otra y realiza el mismo gesto con la otra pierna, avanzando hacia la izquierda.

El ciervo

  • Dibuja unos cuernos con cada mano: pinza sobre la palma los dedos corazón y anular con el pulgar, y estira el meñique y el índice.
  • Pasa el peso de una pierna a otra al tiempo que balanceas los brazos hacia derecha e izquierda.
  • Da un paso hacia adelante con la pierna derecha al tiempo que diriges los cuernos hacia ese lado y giras el tronco y la cabeza hacia el lado contrario para mirar al pie que queda atrás.
  • El movimiento se impulsa desde la cintura, los hombros están relajados y conectados a la cintura. Un error es dejar que los hombros lideren el movimiento.
  • Vuelve a la posición inicial y realiza el momiento adelantado la otra pierna.

El oso

  • Mientras te balanceas ligeramente de una pierna a otra, separa un poco los brazos del cuerpo y realiza rotaciones con los hombros hacia atrás. Al mismo tiempo, las manos también dibujan un círculo hacia atrás.
  • A continuación realiza el mismo movimiento pero dibujando los círculos con hombros y manos hacia adelante.
  • Luego combina los movimientos de los brazos de nuevo hacia atrás con dos pasos hacia adelante. Al dar el paso se levanta la rodilla hasta que el muslo está en paralelo al suelo. Luego se apoya el pie y se estira la pierna, el cuerpo apoya el peso en esta pierna y luego se echa hacia atrás para impulsar el paso con la otra pierna.
  • Después se realizan los movimientos de los brazos en círculos hacia adelante, pero se dan dos pasos hacia atrás.

El mono

  • De pie, con los pies algo separados, junta las manos a la altura de la cintura, haz como si cogieras algo con ellas juntando las puntas de los dedos, y súbelas hasta la altura del pecho mientras encoges los hombros y te pones de puntillas.
  • Al ponerte de puntilla girá rápidamente la cabeza hacia la derecha, vuelve al centro, y recupera el contacto de los talones con el suelo al tiempo que bajas las manos.
  • Sube las manos de nuevo, encoge hombros, ponte de puntillas y gira la cabeza hacia la izquierda.
  • Existen variantes de este ejercicio en que la garra del mono se proyecta hacia adelante al dar un paso.

La grulla

  • De pie, con los pies algo separados y las rodillas ligeramente flexionadas, respira y relájate durante unos segundos.
  • Junta, cruza y separa los brazos estirado por delante del tronco como si estuvieras desentumeciendo tus alas.
  • Junta los pies, levanta los brazos estirados por los lados hasta que los dorsos de las manos se toquen por encima de la cabeza. Al tiempo levanta la rodilla derecha hasta poner el muslo en paralelo al suelo.
  • Con la rodilla todavía levantada, baja los brazos y flexiona la rodilla izquierda, sube de nuevo los brazos y estira la rodilla izquierda. El movimiento imita el inicio del vuelo de la grulla.
  • Baja la rodilla derecha y realiza el mismo movimiento levantando la otra rodilla.