Para muchas personas ser multipotencial supone un complicado ejercicio de equilibrio entre lo que los demás esperan de ellos y lo que a ellas, realmente, les apetece hacer. La sociedad les demanda que sean responsables y que tengan un trabajo estable, mientras que a ellas les resulta mucho más estimulante estudiar, profundizar y trabajar, a lo largo de su vida, en campos muy variados.

Muchas de estas personas, ante la presión de familiares, amigos y compañeros, terminan soportando trabajos que no les satisfacen. Algunas, con el tiempo, acaban cayendo en una depresión, por dejarse llevar, más por los mensajes externos, que por su propia intuición.

Precisamente, hablando, en mi consulta, sobre este tema con Sonia, surgió la pregunta de cómo ser feliz en esta sociedad, siendo una persona multipotencial. ¿Es posible compatibilizar las demandas del exterior con los intereses propios para poder triunfar?

Un primer paso que dimos fue el de reformular la pregunta. No se trata de “triunfar” en el sentido tradicional, sino de cambiar las reglas. Un multipotencial no se sentirá a gusto trabajando toda su vida en la misma empresa, aunque esto le asegure un buen puesto y un buen sueldo.

El caso de Sonia nos sirve para entender cómo las personas multipotenciales pueden crear su camino particular y desarrollar su propia manera de ganarse la vida.

1. Cambiar de trabajo para buscar nuevos retos

Suele ser habitual que, a lo largo de su vida, los multipotenciales pasen por varios trabajos. Estas personas prefieren, antes que quedarse en su antiguo puesto, cambiar de una a otra empresa o crear su propio negocio, si esto les supone un nuevo reto. No les importa, incluso, perder parte de su sueldo en el cambio.

Sonia, por ejemplo, estudió arquitectura porque le gustaba la parte artística y creativa de ese mundo, pero su trabajo se había convertido en algo monótono que la tenía encerrada en una oficina durante las 8 horas de jornada laboral.

Al nacer su hijo, dejó su trabajo por un tiempo y, en el momento en que acudió a consulta, se estaba replanteando volver a trabajar, pero no le hacía ilusión retomar su antiguo trabajo como arquitecta.

2. Combinar aprendizajes para explorar posibilidades

Ningún aprendizaje es inútil. Todos los temas que estudiamos y en los que profundizamos, a lo largo de la vida, forman parte de nuestro bagaje y pueden llegar a ser muy útiles en el futuro. No hay que temer experimentar y aprender nuevas cosas, ya que siempre se puede combinar con lo anterior para crear nuevas posibilidades.

Durante sus primeros años de maternidad, Sonia retomó una afición que había abandonado en su infancia, la cerámica. Siempre le gustó jugar con barro; le encantaba crear cosas con sus manos (platos, vasos, cucharas, etc.), dejarlas secar y poder usarlas después, pero, en la adolescencia, Sonia tuvo que centrarse en sus estudios porque, según su familia, jugar con barro no era una actividad de provecho.

Varias décadas después, viendo a su hijo jugar con el barro y la plastilina, retomó su antigua pasión, pero, esta vez la abordó de forma más profesional. Incluso, compró un horno especial para cocer sus creaciones.

Usando lo aprendido en otras de sus pasiones (la arquitectura y el dibujo), comenzó a crear platos y vasijas decoradas con sus dibujos de edificios, puentes y paisajes. Tenía un estilo muy novedoso y personal que gustaba mucho en las redes sociales. Al poco tiempo, comenzó a vender sus creaciones entre amigos y vecinos. Las peticiones se extendieron, y Sonia comenzó a atender encargos de diferentes partes del país y del extranjero.

3. Confiar en la propia intuición y exigir respeto

Un paso clave para poder vivir plenamente la multipotencialidad es confiar en la intuición y la pasión que surge en cada momento. Si un tema te atrae, estudia y profundiza en él, para poder exprimirlo y sacar todo el beneficio posible. Puede que, pasado un tiempo, comience a interesarte otra actividad y se convierta en tu nueva pasión, o puede que combines varias aficiones al mismo tiempo.

Con toda seguridad, recibirás críticas por no seguir el camino tradicional de tener un trabajo estable para toda la vida. Frente a estas personas, exige respeto. Al igual que tú respetas su punto de vista, ellos también deben respetar el tuyo.