Fideos de konjac o shirataki, fideos de celofán, soba, pastas hechas con legumbres... Cada vez encontramos en las tiendas más tipos de pasta como alternativa a las clásicas pastas de trigo blanco, que nos ofrecen la oportunidad de preparar platos distintos y originales.

A continuación te describo las características de cada tipo de pasta y al final del artículo te doy las claves para cocinar y conservar cada una de ellas.

4 tipos de pasta originales para alegrar tus platos

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Fideos de soba

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Fotografía: Gtres/Stockfood

Fideos de soba

Estos fideos están cada vez más presentes en supermercados, en la zona de alimentos asiáticos. Tienen un color marrón claro, son finos y cortos (comparados con los espaguetis) y están hechos de harina de trigo sarraceno.

Tienen una textura muy interesante, más parecida a las pastas de trigo, se cocinan en pocos minutos y se puede hacer con ellos todo lo que queramos, como si fuesen unos espaguetis finos normales y corrientes.

Fideos de celofan

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Fotografía: Gtres/Stockfood

Fideos de celofán

Los fideos de celofán, también de origen asiático, se usan mucho en sopas, salteados y hasta rollitos. Estos fideos están hechos de almidón de judías mungo, aunque también hay variedades hechas con almidón de patata, boniato o tapioca.

Son casi transparentes y no tienen apenas sabor, pero se consumen sobre todo por su textura elástica y su capacidad para absorber los sabores de los ingredientes con los que lo cocinemos.

Encontrarás estos fideos en paquetes en supermercados asiáticos. Vienen secos, como la pasta de trigo normal y los puedes guardar durante bastante tiempo en la despensa, bien cerrados para que no les entre humedad.

Fideos de konjac o shirataki

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Fotografía: Gtres/Stockfood

Fideos de konjac o shirataki

Los fideos de konjac o shirataki son un tipo de pasta o fideos orientales sin gluten que se hacen moliendo el cormo del konjac, una planta nativa del sudeste asiático. Tienen una textura como de gelatina densa, suelen ser casi transparentes y no tienen apenas sabor.

También es curiosa su composición, con pocos carbohidratos y mucha fibra de glucomananos, que es muy saciante.

Estos fideos se suelen vender frescos, en líquido (agua, sal y poco más), en supermercados asiáticos y en muchas tiendas de dietética y tiendas veganas.
 

Pasta de legumbres

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Fotografía: Gtres/Stockfood

Pasta de legumbres

Últimamente podemos encontrar unos cuantos tipos de pastas elaboradas únicamente con harinas de legumbres como garbanzos, lentejas y guisantes. Son pastas sin gluten y más nutritivas que las pastas de trigo blancas.

Como vienen con formas y tamaños conocidos (espaguetis, espirales, macarrones, etc) es fácil hacerse una idea de cómo cocinarlas y con qué acompañarlas. Las diferencias están en los tiempos de cocción y la textura final.

Fideos de konjac o shirataki: cómo cocinarlos

Se pueden comer tal cual, abriendo el paquete y escurriéndolos, añadiéndolos como ensalada o plato fresco, aunque como no tienen sabor suele ser mejor cocinarlos aunque sea en un caldo rico y acompañarlos de verduras y hortalizas.

Por lo demás, se pueden usar igual que los espaguetis o que otras pastas asiáticas, aunque teniendo en cuenta que su tiempo de cocción es mucho menor (suele bastar con un minuto), su textura y que no tienen sabor.

Una de las mejores formas de usarlos es en platos de inspiración china o japonesa, ya que se utilizan ingredientes muy sabrosos que mejoran el plato.

  • Ten en cuenta... Cuando compres un paquete y vayas a usarlo, escúrrelo y lava un poquito los fideos. Mira las instrucciones del paquete, porque según el grosor de los fideos puede necesitar más o menos cocción. Después los puedes saltear brevemente con otros ingredientes o directamente hacer una sopa tipo ramen con miso, setas shiitake, tofu, verduras, etc.
  • Cómo conservar la pasta konjac. Al contrario de las pastas italianas, que solemos comprar casi siempre secas, y que se guardan fenomenal en la despensa, estos fideos se tienen que conservar refrigerados y teniendo en cuenta la fecha de caducidad que marque el envase. De todas formas, como son paquetes pequeños, lo más probable es que no te sobren y no tengas que guardarlos.

Fideos de celofán: cómo usarlos en la cocina

Para usarlos revisa las instrucciones del paquete. Se pueden usar como unos fideos normales y corrientes hirviéndolos brevemente, o solo remojándolos un ratito en agua caliente. Después solo hay que escurrirlos bien y, si queremos saltearlos, lavarlos con agua corriente en un colador para soltar parte del almidón que hace que se peguen entre sí. Así nos quedan más sueltecitos.

  • Ten en cuenta... Si te pasas de cocción se rompen fácilmente, así que recuerda siempre que vayas a hacer una sopa con ellos agregarlos casi al final de la cocción.
  • Antes de comprarlos. Esta pasta tampoco contiene trigo ni gluten, pero no está de más comprobarlo antes de comprarlos. Como suele haber diferentes variedades, siempre puedes elegir la que más te llame la atención o la que te pida la receta que vayas a preparar.

Fideos soba: consejos para prepararlos

En Japón los toman tanto calientes como fríos acompañados de salsas, sobre todo en los meses de verano.
Para cocinarlos revisa siempre las instrucciones del paquete. Suelen ser unos 3 minutos de cocción o 10 minutos en reposo en agua caliente.

  • Ten en cuenta... Si quieres saltearlos y que te queden bien sueltos y enteros, procura no pasarte de cocción y lávalos un poco en un escurridor de pasta antes de pasarlos a la sartén.
  • Antes de comprarlos. Revisa los ingredientes antes de comprarlos, porque hay algunos que sí llevan una pequeña cantidad de harina de trigo junto con la de trigo sarraceno.

Pasta de legumbres: cómo cocerla

Mira siempre las instrucciones del paquete y prueba la pasta antes de sacarla y servirla, por si te gusta un poco más blandita. Pero nunca te pases mucho de cocción o la pasta se romperá muy fácilmente.

  • Ten en cuenta... Cuando se enfría tiende a ponerse dura y gomosa, así que cuando vayas a recalentarla hazlo mejor sumergiéndola un minuto en agua hirviendo y escurriéndola, así evitamos tener una pasta reseca y dura. También vale echarla directamente a sopas y guisos, ya que con el líquido y el calor mejora su textura.
  • Cómo conservarla. Otra de las cosas buenas de estas pastas es que no necesitan refrigeración, se venden secas y se pueden guardar en la despensa en algún bote bien cerrado para que no cojan humedad.