Si existe un síntoma que casi todo ser humano entiende por haberlo padecido alguna vez, ese es el dolor de cabeza. Se trata de una patología efectivamente universal y con una gran variedad de formas de presentación, aunque con la característica de ir siempre asociada a malestar general, hasta el punto de que no nos permite desarrollar nuestras labores a pleno rendimiento.

Tampoco es raro hallar aquien convive con ese dolor de forma habitual y se conforma aplacándolo con analgésicos en cada ocasión para que no interfiera en su rutina.

El dolor de cabeza es un mensaje del cuerpo

Es cierto que en la mayoría de ocasiones las cefaleas no esconden enfermedades graves o de riesgo inmediato, pero precisamente para descartar esa posibilidad será siempre necesario realizar una historia clínica detallada y minuciosa. Y en ocasiones serán precisas ciertas pruebas para establecer correctamente un diagnóstico diferencial.

Pero quizá tan o más importante que eso será preguntarse qué nos está provocando ese malestar. El cuerpo nos alerta permanentemente de nuestro estado, y un dolor de cabeza repetido debe interpretarse como signo de que algo no anda bien.

Si lo acallamos, probablemente nos permitirá funcionar durante un tiempo sin molestias, pero volverá a aparecer y quizá cada vez necesite una dosis mayor de analgésico o su uso deberá ser más repetido.

Si lo escuchamos, tal vez nos lleve al origen que desencadena tal daño: esa es la llave que abre la puerta a la verdadera curación. La homeopatía intenta dar el estímulo necesario para encontrar respuesta a esa señal, y devolver al organismo la posibilidad de reacción propia ante cualquier desequilibrio.

Las sensaciones personales importan

El dolor de cabeza más frecuente, la llamada cefalea tensional, suele ser provocada por la contracción mantenida de grupos musculares que se insertan en cuello y cráneo, bajo el cuero cabelludo.

Su contracción generalmente está generada por sobrecargas tanto físicas (posturales) como sobre todo emocionales. Si se va repitiendo, será sumamente importante para el médico homeópata recoger cuáles son las características que hacen que el mismo diagnóstico se viva de forma diferente en cada individuo: a qué hora aparece, qué lo favorece o lo desencadena, dónde se localiza, qué lo calma o lo mitiga.

Las sensaciones que vive quien lo sufre serán esenciales para precisar el tratamiento más afín en cada caso, tanto para aliviar como para curar y prevenir.

Dolores de cabeza invalidantes

Sara acudió a la consulta para tratarse de un acné rosácea que no había mejorado con su medicación convencional. También sufría desde hacía años violentas cefaleas que la habían incluso obligado a interrumpir su actividad profesional como docente.

Afirmaba que se acompañaban siempre de una desagradable sensación de congestión del cráneo, como si se le hinchara. Además sufría dolores reumáticos, sobre todo por la noche y en días de mayor humedad.

El tratamiento con Kali iodatum hizo que progresivamente mejorara tanto de la rosácea como de sus manifestaciones articulares, pero hasta diez meses después Sara no se dio cuenta de que desde que había empezado el tratamiento no había vuelto a padecer ningún dolor de cabeza, seguramente el primero de los síntomas de los descritos que había presentado, y por ende con el que más se había acostumbrado a convivir.

Expresiones como "esta situación me está provocando un verdadero quebradero de cabeza", tan habituales, no dejan de ser reflejo de que los problemas y las tensiones que nos genera la vida son como un gran peso que recae sobre este órgano tan singular. Interpretamos en nuestro lenguaje diario que todo lo que nos genera tensión o aquello que nos exige resolución deberá pasar por un procesador que puede saturarse si los estímulos llegan en exceso.

Comer y respirar mejor

Pero también es cierto que existen otros factores que pueden predisponer e incluso desencadenar un dolor de cabeza.

Ciertos alimentos como el alcohol, el chocolate o el café están relacionados con él. A menudo no es tanto un alimento concreto como la sobrecarga del sistema digestivo lo que genera el malestar en la cabeza.

En estos casos hay que pensar que los órganos depuradores (básicamente hígado y vesícula biliar) se encuentran saturados crónicamente. Habrá, pues, que abstenerse de ciertas toxinas, así como valorar la necesidad de un ayuno depurativo antes de empezar con cualquier otro tratamiento.

Dolores de cabeza tras comidas copiosas

Toni, con poco más de treinta años, presentaba a menudo un dolor como si le apretaran en el vértice de la cabeza, sobre todo después de comidas copiosas que a su vez le provocaban muy malas digestiones y gran sensación de flatulencia abdominal.

Solo mejoraban parcialmente al salir del edificio en busca de aire frío, a pesar de ser sumamente friolero. Tras un par de dosis de Lycopodium notó una mejora en su estado de alta irascibilidad y empezó a dormir mejor.

Sus digestiones también mejoraron y paralelamente vio cómo sus dolores de cabeza se tornaban un sutil recuerdo de lo que fueron, soportables y mucho más pasajeros.

Cefaleas y sinusitis

También es frecuente encontrarse casos de cefaleas en que predomina una deficiente ventilación de los senos paranasales, lo que se conoce comúnmente como sinusitis crónica.

Rosa había padecido procesos sinusales agudos repetidos de joven, pero cuando acudió a la consulta lo que realmente le molestaba era ese dolor súbito frontal que la torturaba cada fin de semana, con mayor intensidad si había cogido frío previamente.

Se asociaba a sudor profuso y de olor desagradable del cuero cabelludo, así como a una gran sensibilidad de los huesos de la nariz. Era una chica más bien tímida e insegura, pero muy testaruda. El tratamiento con Silicea le ayudó a superar una difícil etapa de su vida, a la vez que fueron remitiendo esos martilleantes dolores de cabeza.

Cuando existan factores vasculares que puedan influir en este síntoma habrá que descartar que la causa no se halle en una hipertensión arterial instaurada. Para ello es necesario el control de las cifras tensionales. En este caso la presentación suele ser un dolor o sensación de peso en la zona occipital, habitualmente matutino y en edades avanzadas.

Las crisis de migraña

Aproximadamente un 10% de los dolores de cabeza que acuden al médico son diagnosticados como migrañas. Aunque no siempre es fácil distinguirlas de otro tipo de cefalalgias, es habitual pensar en ellas cuando la presentación del dolor es en un solo lado (de aquí que reciban también el nombre de hemicráneas) y se acompañan de náuseas, vómitos y una especial intolerancia a la luz.

En algunos casos quienes sufren de migraña relatan síntomas visuales previos, como destellos lumínicos o visión borrosa y distorsionada, lo que se conoce como aura.

Las migrañas suelen presentarse más frecuentemente en mujeres, y pueden ir vinculadas a factores hereditarios, sea por transmisión genética o por hábitos adquiridos en el entorno familiar.

Aliviar estas terribles crisis no es tarea fácil. Normalmente quien las padece requiere de un absoluto aislamiento, y necesita buscar un espacio de máxima tranquilidad, sin luces ni sonidos que empeoren su dolor.

La mejor ayuda que se puede recibir en estos casos es aquella que prevenga las crisis, que indague las causas que están provocando ese grito corporal para así solventarlas y devolver al individuo el equilibrio perdido.

Esa fue la experiencia de Sandra, una joven universitaria que acudió a la consulta por sufrir dolores aturdidores de cabeza que solían empezar en la parte de la nuca e iban subiendo dirigiéndose a la parte frontal del cráneo.

Casi siempre aparecían justo antes de la época de exámenes y solían ir precedidos de síntomas de aura visual. Llamaba la atención que el dolor disminuía parcialmente después de la micción.

Durante el episodio Sandra solo quería estar sola y a oscuras, sin que nadie la molestara. La primera toma de Gelsemium, lejos de arreglar la situación, se acompañó de una nueva crisis migrañosa que ella misma describió como de las peores que había tenido.

Pero a partir de ese momento la mejora fue franca, los terribles dolores dejaron de presentarse y Sandra empezó a mejorar su rendimiento y a recuperar confianza en sí misma.

Indagación emocional

Cuando un dolor de cabeza se repite debemos preguntarnos qué lo ha podido generar, qué hemos realizado sin desearlo o qué hemos dejado de hacer por no creernos capaces de ello.

Aquello que nos altera nuestro estado emocional puede influir definitivamente en la génesis de uno de los males más antiguos de la humanidad. Saber escuchar nuestra voz interior no es tarea fácil, y sin embargo es el camino más directo y certero para recuperar el frescor y la claridad de nuestra actividad mental.

Homeopatía para las jaquecas

La homeopatía es útil en la fase aguda del dolor, aunque para prevenir su aparición es preciso explorar las circunstancias que llevan al individuo a expresar tales jaquecas.

Relacionadas con trastornos digestivos

  • Iris versicolor. Hemicránea generalmente derecha acompañada de visión borrosa y vómitos biliosos, intensos ardores digestivos y gran salivación. Aparecen súbitamente y por la mañana.
  • Venus mercenaria. Cefalea frontal o en el vértice superior del cráneo. Suele acontecer a mediodía o por la tarde, con flatulencia, estreñimiento y lengua saburral.
  • Lycopodium. Dolor supraorbitario derecho. Aparece sobre todo con el estómago vacío o hacia las 4 de la tarde, y mejora al comer o con aire fresco.
  • Nux vomica. Dolor al levantarse tras una noche de excesos gastronómicos, también asociado a molestias gástricas.

Relacionadas con trastornos circulatorios

  • Belladona. Dolor pulsátil de aparición súbita en una o ambas sienes, con gran sensación de congestión.
  • Sulfur. Dolores periódicos con embotamiento, piel caliente y cara roja. Se alivian en parte con la presión o el contacto con objetos fríos.
  • Gelsemium. Congestión cefálica que suele ir precedida de visión turbia o doble. Gran abatimiento o sensación de obnubilación. Mejora al orinar y con la cabeza levantada.

Relacionadas con trastornos respiratorios

  • Bryonia. Dolor del lado derecho de la cabeza asociado a bronquitis. La persona desea estar sola e inmóvil (cualquier leve movimiento lo empeora).
  • Kalium bichromicum. Dolor en la base de la nariz, con mucosidades muy espesas, a veces difíciles de arrancar. Se asocia a cuadros de sinusitis.
  • Actea racemosa. Dolor interno que se expande, como si quisiera salir hacia fuera. Aparece durante la menstruación.
  • Lachesis mutus. Dolor pulsátil o martilleante del lado izquierdo de la cabeza. Tiende a acontecer por la mañana; mejora o desaparece con la menstruación.