6 alimentos de otoño que refuerzan tu inmunidad

Los alimentos otoñales te proporcionan las sustancias que tu cuerpo necesita para prevenir los resfriados y mantenerte sano cuando empieza el frío.

Con la disminución de las temperaturas, nuestro organismo se vuelve más vulnerable frente a los resfriados y las infecciones. Estar bien nutridos, asegurándonos un buen aporte de vitaminas y compuestos antioxidantes, es una forma de preparar al organismo para hacerles frente.

Las frutas y verduras de temporada, como estos de otoño que te presentamos, son en general una gran elección. Al madurar en su temporada natural, poseen unamayor riqueza en antioxidantes que los hace especialmente adecuados.

¡No dejes de incluirlos en tu cesta de la compra!

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La granada, la gran luchadora contra los radicales libres

Jugosas como pocas frutas, las granadas maduran en otoño, ofreciendo un nuevo sabor y color a los platos.

Las antocianinas que dan el color intenso a los granos, unidas a sus polifenoles, le confieren un efecto protector general sobre la salud gracias a su poder antioxidante. Las generosas dosis de vitamina C multiplican su capacidad para luchar contra los radicales libres.

Resulta deliciosa de postre, en zumo, en pasteles y como ingrediente de las ensaladas.

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Nueces, cinco al día serán tu gran aliado

Un gesto tan sencillo como tomar 5 nueces al día aporta al organismo el 30% de la vitamina E que precisa al día, así como vitaminas del grupo B, fósforo y magnesio.

La vitamina E alarga la vida de las células y las protege de las agresiones de los radicales libres que aparecen como consecuencia del metabolismo normal.

La misma cantidad de nueces proporciona la mitad de los omega-3 que el cuerpo necesita al día. Estos ácidos grasos son antiinflamatorios y favorecen el desarrollo de la microbiota que colabora con el sistema inmunitario.

Los polifenoles, que también poseen propiedades antioxidantes, son grandes aliados del corazón y el sistema circulatorio, ya que ayudan a reducir el colesterol y a fluidificar la sangre. Además protegen las neuronas y, por tanto, previenen las enfermedades neurológicas degenerativas.

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Defiéndete con las gírgolas

Estas setas que crecen en torno a los chopos son apreciadas por su sabor suave, que destaca en salteados con aceite de oliva y cebolla.

Los betaglucanos y glicoproteínas que se encuentran en las gírgolas aumentan la eficacia de las células defensivas en su lucha contra virus, bacterias y células precancerígenas.

Contienen ergotina, que es un gran antioxidante, como también el selenio. Estos compuestos potencian su efecto inmunitario.

Para aprovechar todas sus cualidades recuerda que tienes que cocinarlas por encima de los 60 °C hasta que estén tiernas.

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Las azukis regeneran tu cuerpo

La medicina oriental afirma que las azukis poseen propiedades depurativas y protegen especialmente los riñones. Pero además son una fuente de aminoácidos que son usados para regenerar los tejidos.

Son una gran fuente de vitalidad porque también aportan hidratos de carbono complejos junto con vitaminas del grupo B que permiten al organismo extraer su energía. Además, contienen hierro, fósforo y calcio en abundancia.

Su sabor es dulzón y apenas producen gases como otras legumbres. Para prepararlas se dejan en remojo toda la noche y se cuecen con poca sal. Suelen tomarse en platos con arroz, con algas y hasta se hacen helados con ellas.

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Boniato, rico en betacarotenos

Los betacarotenos están presentes en el boniato en la misma proporción que en las zanahorias. Se trata de un pigmento que el organismo transforma en vitamina A.

Contiene también vitamina C y vitaminas del grupo B  en mayor proporción que las patatas y es rico en carbohidratos.

Por ello se convierte en un alimento muy antioxidante y energético, ideal para persones sometidas a grandes esfuerzos físicos y mentales.

Apovecha el otoño para prepararlo al horno y hunde la cuchara en su carne caliente

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Vuelve a la espelta

“No importa cómo se tome, como pan o con otros alimentos, porque es buena y fácil de digerir”, esto decía de este maravilloso cereal la religiosa y médica alemana del siglo XII Hildegard Von Bingen.

Este trigo antiguo es mejor tolerado por el organismo que el moderno y además es más rico en aminoácidos (14,5% de proteínas). Contiene menos gluten, aunque no es apto para los celiacos

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