Existe cierta alarma en el mundo de la ginecología porque muchas mujeres, sobre todo con sobrepeso, se someten a dietas restrictivas a fin de mejorar su fertilidad. A veces, la ansiedad puede llevar a seguir regímenes agresivos sin tener suficiente información.

No quiero prometer aquí milagros ni forzar a nadie a ayunar, sino explicar esta práctica simple y fisiológica que debe ser bien comprendida para que la mujer e incluso su pareja puedan realizarla de forma segura y agradable.

A finales de los 90 se comenzó a pensar en cómo influía en la gestación la presencia intrauterina de sustancias contaminantes liposolubles como las dioxinas, los furanos, los PCBs o las grasas trans.

Estas sustancias, que con los años se acumulan en nuestro tejido adiposo, se mimetizan con los estrógenos (son los llamados "disruptores endocrinos") y pueden estar detrás de malformaciones o incluso abortos.

Cómo están relacionados ejercicio físico, ayuno y fertilidad

Movilizar lípidos permite eliminar los tóxicos liposolubles almacenados y renovar las grasas por otras libres de tóxicos.

Ayuno y ejercicio favorecen la renovación. Al ayunar se liberan ácidos grasos a la sangre, y por tanto sustancias químicas liposolubles, que hígado y riñones ayudan a eliminar. El sudor del ejercicio y la excreción intestinal completan esta eliminación.

Los semiayunos periódicos o ayuno intermitente forman parte del programa preconcepcional desarrollado por el obstetra francés Michel Odent y se basa en realizar series de semiayunos de 2 o 3 días en momentos concretos del ciclo menstrual.

La clave está en movilizar ácidos grasos y recobrar inmediatamente después el peso inicial entre sesiones (de ahí lo de "acordeón").

Hay que distinguir el ayuno (vivir de las reservas calóricas) del hambre o inedia aguda (vivir sin reservas calóricas), algo que es fuente de problemas y peligroso para la vida.

El ayuno acordeón está pensado para mejorar, no para complicar el embarazo. Mientras se sigue siempre hay reservas y suficientes nutrientes.

En 2012 Marta León y Virginia Ruipérez publicaron en la revista Medicina Naturista un estudio que valoraba que el método acordeón o el ayuno terapéutico, junto con unas pautas alimentarias saludables, mejora la capacidad reproductiva en parejas con problemas de fertilidad y el tiempo de espera de un hijo.

Las sesiones se combinan con baños de vapor, saunas y ejercicios. La actividad física se adapta al estilo de vida de cada mujer. La mujer debe asegurarse de no estar embarazada antes, durante o justo después de las sesiones, cuando en su sangre circula una gran cantidad de tóxicos.

Pautas para un ayuno efectivo

En los primeros días del ciclo menstrual, tras la regla, está el momento óptimo para completar el ayuno antes de la fase fértil. Se desaconseja en la fase fértil y después, por si hubiera embarazo.

Durante tres días se toman, sin restricción, zumos de fruta diluidos en agua, infusiones de tomillo, anís, regaliz, menta o melisa y caldos vegetales, todo ello ecológico.

Al recuperar la alimentación, elige una dieta vegetariana con frutas y verduras frescas, legumbres y cereales. Procura que sean de agricultura ecológica.

Es importante que los alimentos grasos sean de calidad y saludables: aceite de oliva, aceitunas, aguacate, semillas, frutos secos... Tómalos mejor sin calentar o tostar.

El aguacate es rico en ácidos grasos monoinsaturados, ácido fólico y la antioxidante vitamina E.

El ayuno acordeón también protege las células

Al renovarse la grasa corporal se eliminan sustancias tóxicas acumuladas en ella. La meta no es, obviamente, conseguir una renovación completa de la grasa acumulada en el cuerpo. Se trata, entre otras cosas, de minimizar los efectos de la contaminación en la gestación si esta se produce. E

Se sabe desde hace unos años, gracias a las investigaciones de Valter Longo, que durante el ayuno las células entran en un estado de mayor protección ante tóxicos.

En 2009 un estudio mostró que el ayuno protege a las células madre de línea germinal y extiende la longevidad reproductiva en los gusanos. El mecanismo podría ser el mismo en otras especies.

Al eliminarse tóxicos mejora la calidad de los óvulos, la ovulación, la fertilización, la implantación y la supervivencia del embrión.

El ayuno también se recomienda al hombre, ya que parece que el tiempo de desintoxicación ayuda a recuperar la calidad y el recuento de espermatozoides.