3 recetas de mermeladas caseras con azúcares naturales

Es una forma de disfrutar de frutas de temporada durante todo el año. Si tienes tiempo y te gusta endulzar tus platos esta es la mejor manera de hacerlo.

Mermelada de moras sin azúcar

Si te ha sobrado algo de fruta, una buena opción para que no se eche a perder es convertirla en una deliciosa mermelada casera, compañera ideal de desayunos y meriendas. La ventaja de elaborar la mermelada en casa es que puedes sustituir el tradicional azúcar blanco por otro endulzante más natural. 

Elige tu endulzante natural

Dan sabor y son agentes necesarios para gelificar la pectina.

Tradicionalmente se usaba un 65% del peso de fruta, pero con una tercera parte es suficiente. Aunque el punto de dulzor es muy personal.

  • Azúcar integral de caña: contiene todas sus vitaminas y minerales. Es de un color tostado, de aspecto húmedo y parece que se mueve solo.
  • Concentrado de manzana: se elabora a partir del zumo de la fruta, concentrado por medio de calor. Tiene fructosa natural.
  • Estevia: la Stevia rebaudiana es 30 veces más dulce que el azúcar, recuerda al regaliz. Se pueden añadir sus hojas a la mermelada. En gotas es recomendable adquirirla en tiendas especializadas. No espesa las mermeladas, hay que recurrir a la ayuda del agar-agar.
  • Frutas desecadas: dátiles, higos, ciruelas y uvas pasas, orejones de melocotón y albaricoque aportan azúcares y altas cantidades de minerales.
  • Melaza o miel de caña: se obtiene al moler la caña de azúcar y luego cocinar ese jugo hasta que se evapore el agua.
  • Sirope de agave: el 90% de sus glúcidos son fructosa natural. Su capacidad de endulzar es alta, aun siendo calóricamente más ligero. De consistencia semilíquida y fácilmente soluble.
  • Sirope de arce: aroma muy agradable, es depurativo, endulzante y rico en minerales.
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Receta de mermelada de mangostán

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Receta de mermelada de mangostán

El mangostán es la reina de las frutas en Asia, por su sabor y por contribuir a fortalecer el organismo. Una de las cualidades curativas más importantes del mangostán es la de combatir la candidiasis, con tratamientos a nivel intestinal y vaginal.

El mangostán, que puede adquirirse en tiendas especializadas o por Internet, aporta un agradable sabor y ayuda a combatir la inflamación y las infecciones producidas por hongos, virus y bacterias.

Como endulzante se usa el azúcar de coco. Posee un bajo índice glucémico y es una sana alternativa al azúcar blanco.

Ingredientes para 450 g

  • 200 g de pulpa de mangostán
  • 4 g de pectina de manzana
  • 70 g de azúcar de coco
  • 15 ml de zumo de limón
  • 150 ml de agua

Preparación

  1. Calienta el azúcar de coco en 150 ml de agua hasta disolverlo.
  2. Añade la pulpa del mangostán. Mezcla mientras calientas a fuego lento, hasta que se ablande.
  3. Añade la pectina y el zumo de limón y mueve hasta que espese.
  4. Vierte la mermelada en un tarro hermético para su conservación.
  5. Se puede presentar encima de un pudding de chía.

Una receta de Carla Zaplana.

Mermelada de moras sin azúcar

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Receta de mermelada de moras sin azúcar

Una mermelada es una forma excelente de conservar la fruta, pero suele llevar muchísimo azúcar. Esta versión es mucho más sana, ligera y baja en calorías.

Pasear por el campo, al final del verano, y recoger unas moras de zarza es un auténtico placer para el paladar. Y también muy saludable. Las moras o zarzamoras son muy antioxidantes y ricas en potasio y vitaminas A y C.

Para disfrutar de este fruto del bosque todo el año puedes elaborar una rica y nutritiva mermelada casera de moras. Sustituye el azúcar por sirope de ágave para hacerla más saludable. También es importante que las moras estén bien maduras, cuando su dulzor es mayor.

Ingredientes

  • 1 kg de moras
  • 300 g de sirope de ágave
  • Medio limón en zumo
  • 1 cucharita rasa de pectina o de agar-agar en polvo
  • 100 ml de agua

Preparación

  1. Cuece las moras en una olla con el agua y el zumo de limón a fuego suave durante 20 minutos aproximadamente. Remueve de vez en cuando para que no se peguen al fondo, hasta que se evapore buena parte del líquido.
  2. Cuando estén muy tiernas, añade el sirope de ágave y el agar-agar y sube el fuego a fuerte para provocar un hervor más intenso.
  3. Ve retirando la espuma con una espumadera. Cuece durante unos 10 minutos más. Estará lista cuando adquiera un tono brillante y las burbujas sean grandes y hagan su característico sonido de "plop-plop".
  4. Si te gusta la mermelada suave, pasa la mezcla por el pasapurés o el colador chino para retirar las pepitas. O también puedes triturarla con la batidora.
  5. Introduce la mermelada caliente en tarros pequeños o medianos de cristal con tapas de cierre hermético, llénalos casi hasta el borde, cierra las tapas a presión y pon los botes boca abajo.
  6. Si vas a consumir la mermelada en las semanas siguientes, puedes guardar los tarros en el frigorífico una vez que estén fríos.
  7. Si quieres conseguir una larga conservación, puedes esterilizarlos al baño María.
  8. Colócalos dentro de una olla alta bien cubiertos de agua hirviendo y déjalos durante 25 minutos.
  9. Sácalos de la olla cuando ya se haya enfriado el agua.
  10. Etiqueta los botes con la fecha de envasado.

Usa tu mermelada de moras sin azúcar para preparar todo tipo de tartas o unas tostadas para el desayuno.

Una receta de Mercedes Blasco.

mermelada-grosella

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Mermelada de grosella negra y anís

Ingredientes para 2 tarros de 450g 

  • 1 kg de grosellas negras, ya lavadas
  • 3 semillas de anís estrellado
  • 1 piel de limón
  • 1 piel de manzana
  • 2 cucharadas de zumo de limón
  • 600 g de azúcar integral de caña 

Preparación (Cocción 30' + Reposo de 30'+ 12h)

  1. Deja macerar las grosellas con el azúcar y el anís como mínimo 30 minutos, aunque pueden estar toda una noche.
  2. En una cazuela de fondo ancho, hierve esta mezcla junto con las pieles y el zumo una media hora, comprobando el espesor y removiendo con suavidad.
  3. Vierte una cucharadita en un plato, decanta. Si se mantiene o baja despacio, es que está lista.
  4. Espuma y retira las semillas y las pieles. En caliente, vierte en los tarros, previamente hervidos para esterilizarlos (20 minutos) y bien escurridos. Llénalos hasta arriba, tápalos y cuece al baño maría 25 minutos para su conservación.

Consejos: Si no se envasan conviene preparar un solo tarro, guardarlo en la nevera y consumirlo en unos 10 días. La cantidad de azúcar puede aumentarse si se desea más dulce. Añadir la manzana a dados ayuda a espesar y, al final de la cocción, un chorrito de anís potencia el sabor. 

Receta de Montse Tàpia

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