Cómo usar las Flores de Bach para armonizar la salud y las emociones

Los 38 remedios florales que desarrolló el doctor Bach en los años treinta siguen más vigentes que nunca como ayuda para armonizar la salud y las emociones.

Flores-Bach-salud
Pexels

Cada vez más personas se interesan por su realización personal y por tratamientos naturales que les ayuden a encontrar un mayor equilibrio físico y mental sin resultar lesivos.

Es lo que explica que la terapia floral de Bach siga más vigente que nunca a pesar de haber sido desarrollada en los años treinta del siglo pasado.

En los últimos años su difusión no ha dejado de crecer: basta con comprobar que se han publicado más de 150 libros en castellano sobre el tema.

Esta popularidad ha sido reforzada además por el reconocimiento de esta medicina alternativa por la Organización Mundial de la Salud desde 1993 y porque actualmente en nuestro país estos remedios se venden en farmacias, aparte de herbolarios y establecimientos especializados en productos naturales.

En Suiza, Austria y Alemania las flores de Bach están aceptadas por el sistema sanitario desde hace años y en Cuba desde 1998 también se consideran una medicina más del sistema público de sanidad.

Todo ello ha dado lugar a una creciente cantidad de trabajos científicos, antes inexistentes, que han contribuido a validar su efectividad.

El Dr. Edward Bach (1886-1936), para quien la enfermedad no era "material en su origen sino el resultado de un conflicto entre el alma y la mente", afirmaba que cada una de las casi cuarenta flores que conforman su sistema posee un patrón energético o vibración análogos al patrón vibratorio de una determinada virtud o tendencia positiva de la personalidad.

El patrón energético de la flor, cuando es incorporado al organismo, actúa por resonancia y estimula esa tendencia positiva de la personalidad, induciendo el proceso de curación.

¿Cómo se transfiere la energía?

Las flores de Bach, por tanto, no influyen a través de un principio activo bioquímico, como los medicamentos alopáticos o la fitoterapia.

De modo similar a la homeopatía, aportan información energética capaz de armonizar un sistema en desequilibrio, algo así como un diapasón inteligente que hiciera resonar y afinara los cuerpos sutiles.

Veinte de los remedios del Dr. Bach se preparan por solarización (las flores recién recolectadas se exponen al sol en un bol con agua de manantial entre cuatro y seis horas) y otros dieciocho, elaborados con plantas más arbustivas o que se recolectan antes de la temporada de calor, se obtienen por ebullición.

Por ambos métodos se consigue un volumen de líquido que se conserva en otro tanto de coñac a modo de tintura madre.

Con dos gotas de esa tintura por 30 ml de coñac se prepara el stock, que es el frasco de color ámbar que se puede adquirir en farmacias y otros establecimientos.

Stephan Ball, que dejó su trabajo como especialista en desarrollo de software didáctico para dedicarse por entero a asesorar sobre la utilización de las flores de Bach, ayuda a preparar en la actualidad las tinturas base con las que se elaboran los 38 remedios originales que se distribuyen a todo el mundo.

Lo hace desde el mismo jardín en que lo hiciera en sus últimos años el Dr. Bach, en el Centro Bach de Mount Vernon (Inglaterra).

Explica que, aunque estos remedios están cada vez más extendidos e implantados por sus probados efectos benéficos, aún resultan controvertidos para la ciencia porque los análisis de laboratorio convencional no encuentran más que agua y brandy en los preparados florales. Sucede lo mismo que con la homeopatía: que no quedan trazas.

"Creemos que cierta energía de la planta se transfiere al agua, como han reflejado diferentes estudios con fotografía Kirlian", explica Stephan Ball.

En estos estudios, las fotografías captan cómo se transmite una corriente eléctrica a través del líquido y revelan que cada uno de los remedios tiene un color y un dibujo diferente, algo que no sucede con pruebas de control de agua y alcohol sin esencias.

"Creemos que esa energía de algún modo enlaza con la energía de la persona y no inhibe las emociones, sino que potencia su parte positiva, aumentando la capacidad de la persona para asumirlas", concluye Ball.

Ricardo Orozco, médico, terapeuta floral y presidente de Sedibac (Sociedad para el Estudio y Difusión de la Terapia del Doctor Bach en Cataluña), define las flores de Bach como "inteligencia emocional líquida".

En palabras del Dr. Orozco, "la información que catalizan contribuye a que seamos más conscientes. Ayudan sobre todo a desenterrar y desarrollar recursos para mejorar nuestras percepciones y acciones en la vida cotidiana. Al mismo tiempo, muchas flores operan de forma muy directa en el campo de la ansiedad y el estrés que la genera, y ofrecen un alivio rápido. Por otra parte, constituyen una excelente terapia preventiva, ya que, al ayudar a modificar determinados patrones de conducta y a subsanar muchas creencias, pensamientos y sentimientos distorsionados, pueden alejarnos de la mayor parte de las enfermedades, o como mínimo pueden mejorarlas".

¿Qué flores se utilizan?

El doctor Bach clasificó las flores en siete categorías o estados emocionales. La clave para elegir la más adecuada es reconocer qué se siente.

1. Para quien se siente solo

  • Heather (brezo): para personas que reclaman constantemente la atención de los demás y de las que es difícil desprenderse. Hablan continuamente de sí mismas y de sus problemas.
  • Impatiens (impaciencia): para quienes se muestran impacientes e irritables con las limitaciones de los demás. Propensos a la tensión nerviosa y a la hiperactividad.
  • Water Violet (violeta de agua): para aquellos que gustan de estar solos y que llevan la pena y el dolor en silencio.

2. Para la sobrepreocupación

  • Vine (vid): para personas líderes que, aunque efectivas en casos de emergencia, actúan dictatorialmente y dominan a los otros.
  • Vervain (verbena): para personalidades fuertes, entusiastas y excitables. Raramente cambian de opinión e insisten en que los demás han de convertirse a su credo.
  • Beech (haya): para personas críticas, intolerantes, irritables y buscadoras de faltas. Pueden ser cínicas, antipáticas, tensas y estrictas con los demás.
  • Chicory (achicoria): para personas que se muestran posesivas, controladoras y preocupadas en exceso por dirigir las vidas de sus seres queridos.
  • Rock Water (agua de roca): para personas estrictas que se autorreprimen y gobiernan sus vidas por convicciones rígidas y rotundas sobre "lo correcto".

3. Para la hipersensibilidad

  • Holly (acebo): para cualquier estado negativo contrario al amor: rabia, celos, envidia, amargura, ira, violencia, desprecio…
  • Centaury (centaura menor): para personas tímidas, amables, serviles y ansiosas por complacer. Se atan a personalidades más fuertes que suelen explotarlos.
  • Agrimony (agrimonia): para quienes dan una imagen alegre y carente de quejas pero esconden un gran malestar y preocupación interior. La procesión va por dentro.
  • Walnut (nogal): para los momentos de cambio. Ayuda a romper con lo viejo y establece el patrón de lo nuevo.

4. Para la incerdidumbre

  • Hornbean (hojarazo): para estados de agotamiento, con fatiga y sentimiento de no poder hacer frente a las tareas del día.
  • Gorse (aulaga): para la depresión crónica, la resignación y la pérdida de voluntad para mejorar las situaciones.
  • Gentian (genciana): para la melancolía, el escepticismo, la decepción y la negatividad que alimenta una sensación de fracaso.
  • Sclerantus (escleranto): para personas cambiantes, indecisas, con estados de ánimo alternantes.
  • Wild Oat (avena silvestre): para la incertidumbre vital y profesional.
  • Cerato (ceratostigma): para personas de voluntad débil que dudan de sus propias cualidades y juicios. Buscan la opinión ajena por desconfianza en sí mismos.

5. Para el desánimo o la desesperación

  • Larch (alerce): para personas sin confianza en sí mismas y con sentimientos de inferioridad, que esperan el fracaso y piensan que nunca lograrán sus propósitos.
  • Oak (roble): es el remedio para quienes nunca dejan de intentar lo que se proponen, para los que nunca se dan por vencidos, y cuya extrema exigencia consigo mismos hace que se sientan exhaustos.
  • Crab Apple (manzano silvestre): es el remedio limpiador. Se aplica a problemas tanto físicos como psicológicos: acné, sentimientos de no ser suficientemente puros, complejos físicos…
  • Star of Bethlehem (leche de gallina): para estados de shock y de pena. Para aquellas personas que necesitan consuelo o alivio por causa de accidentes o traumas de cualquier tipo.
  • Willow (sauce): para aquellos que sufren cualquier pequeña adversidad con amargura y resentimiento culpando a otros y sintiéndose maltratados.
  • Elm (olmo): para personas que soportan una gran responsabilidad y que llegan a un punto en el que temen no poder hacer frente a todo, sintiéndose abrumadas.
  • Pine (pino silvestre): remedio para el autorreproche y la culpa. La persona se acusa asumiendo la responsabilidad de situaciones que no son causadas por ella.
  • Sweet Chesnut (castaño dulce): Es la flor de la "noche oscura del alma". Para personas angustiadas, desesperadas y con pensamientos de aniquilación.

6. Cuando falta interés por el presente

  • Olive (olivo): remedio para cuando estamos física y mentalmente exhaustos. Aplicable tras enfermedades prolongadas, acompañamiento de enfermos…
  • White Chesnut (castaño de Indias): para afrontar los pensamientos circulares, sin resolución, que acuden a la mente una y otra vez y agotan a la persona.
  • Wild Rose (rosa silvestre): para la resignación, la apatía y la carencia de interés, chispa o vitalidad.
  • Honeysuckle (madreselva): para personas que viven de sus recuerdos y que idealizan el pasado.
  • Chesnut Bud (brote de castaño): para quienes no aprenden con la experiencia y repiten los mismos errores. Suelen ser descuidados y faltos de atención.
  • Clematis (clemátide): para personas soñadoras, ausentes, indiferentes a todo y carentes de concentración y vitalidad.
  • Mustard (mostaza): para la depresión o tristeza profunda sin motivo aparente.

7. Para los diversos miedos

  • Mimulus (mímulo): para miedos tangibles y de origen conocido, pero con frecuencia no revelados.
  • Red Chesnut (castaño rojo): para personas que se inquietan en exceso por los males del mundo. Anticipan los problemas y se imaginan lo peor.
  • Cherry Plum (cerasífera): para la desesperación, pérdida de control, impulsos incontrolables, ataques de nervios, ideas suicidas y miedos obsesivos.
  • Rock Rose (agua de roca): para emergencia, enfermedad o accidente súbito y grandes miedos. También para cuando la vida parece carecer de esperanza.
  • Aspen (álamo temblón): para miedos sin razón aparente, aprensión súbita, miedo a una fuerza invisible, a los sueños…

¿Flores u homeopatía?

Tanto los remedios florales como los homeopáticos carecen prácticamente de moléculas derivadas de la sustancia original, razón por la que no desarrollan efectos secundarios tóxicos.

En los dos casos su potencia depende más de la repetición y la frecuencia en la administración que de la dosis ingerida.

Sin embargo, entre ambos sistemas existen algunas diferencias: los remedios homeopáticos son preparados a partir de sustancias animales, vegetales y minerales, mientras que los florales se elaboran únicamente con flores.

Los remedios homeopáticos se preparan mediante sucesivas diluciones, dinamizaciones y potenciaciones que hacen que los efectos resulten diferentes; su principio de curación se basa en provocar una reacción similar a la de la enfermedad en una persona sana.

Son preparados que suele prescribir el médico homeópata para abordar un problema concreto de salud, aunque tenga un notable componente emocional.

Las flores de Bach las receta un terapeuta o las toma el paciente como si fueran un botiquín de primeros auxilios emocionales.

¿Las flores de Bach son eficaces en niños?

En lo que sí coinciden homeopatía y flores de Bach es en su especial efectividad en animales, plantas y niños, un hecho que a través de una abundante experiencia clínica ha permitido que se les deje de etiquetar como placebos.

Se cree que en niños funcionan mejor que en adultos porque sus sentimientos están todavía muy a flor de piel.

Algunas flores de Bach resultan útiles frente a problemas infantiles comunes, como berrinches, miedos nocturnos o estados de excitación:

  • Niños tímidos y con poca confianza en sí mismos: Mimulus y Larch.
  • Niños movidos, con tendencia a la hiperactividad: Impatiens y Vervain.
  • Niños muy soñadores e imaginativos: Clematis. Para ayudarles a centrar la atención y aprender.
  • Niños dominantes: Vine. Para canalizar en positivo el carácter de los pequeños que siempre quieren dominar a los demás.
  • Berrinches: Cherry Plum.
  • Pesadillas y terrores nocturnos: Rock Rose y Aspen.
  • Cambios: Walnut. Para sobrellevar los cambios cuando les salen los dientes, al empezar el colegio, si han de dormir solos, etc.
  • Control de esfínteres: Cherry Plum. Para evitar que mojen la cama por las noches.
  • Shocks: Star of Bethlehem. Para traumas, golpes, quemaduras, accidentes, separación de los padres, muerte de algún familiar…

¿Cómo tomar las flores de Bach?

Cualquier persona puede adquirir el remedio "Rescate" –idóneo para utilizar en emergencias y que combina cinco esencias florales–, o los stocks de remedios que necesite en la farmacia o en cualquier herbolario.

Sin embargo, "cuando se trata de temas más complejos que afectan a trastornos de la personalidad o a crisis temporales debidas a circunstancias tales como estrés, problemas de adaptación, rupturas afectivas, etc. es mucho mejor acudir a un buen terapeuta floral, ya que la autoprescripción tiene sus limitaciones", comenta Ricardo Orozco.

"Muchos terapeutas nos basamos en la entrevista, donde se trabaja la escucha activa, la sintonía, la confianza y la ética profesional –añade Orozco–. La función del terapeuta no es ‘resolver’ los problemas del paciente o cliente, sino acompañar a la persona en un proceso terapéutico en el que las esencias desempeñan un papel principal".

Tan importante como las flores es el marco terapéutico donde se desarrolle el proceso, comenta Orozco.

"Esto naturalmente incluye visitas y tomas pautadas, no emitir juicios, respetar la confidencialidad de la información… Por ello es muy importante elegir profesionales que además de una formación técnica adecuada trabajen de una manera seria y ética, respetando las condiciones mencionadas" concluye.

Las esencias florales se pueden tomar directamente del frasco de concentrado o stock: se colocan dos o tres gotas bajo la lengua, dejándolas caer con un cuentagotas, o bien se diluyen en un poco de agua de la que se va bebiendo durante el día.

Otra opción es aplicarse las gotas en las muñecas, las sienes o detrás de las orejas.

Pero la forma más cómoda de administrar el propio remedio, y la que emplean los terapeutas, es un frasco de dilución en la que se combinan las diferentes esencias que se necesitan.

Remedios derivados del original

Desde que el Dr. Bach diera a conocer su sistema floral han proliferado elaboradores de remedios con flores en los cinco continentes aprovechando las virtudes de cada flora autóctona.

Así, en la actualidad se han consolidado sistemas como las flores de California, las flores Bush de Australia, las esencias de Findhorn, las del Himalaya, las de orquídeas del Amazonas o las de la Atlántida (creadas con flores canarias), entre muchas otras.

Muchos de estos remedios tienen una acción similar a la de las flores de Bach.

Hay terapeutas que prefieren utilizar solo el sistema de Bach, por su simplicidad y por la autencidad y rigor de su elaborador, mientras que otros recurren a varios preparados que se complementan. Se trata de una opción personal.

Lo esencial es que los remedios florales se van popularizando cada vez más, sobre todo el de "rescate".

Crece el interés por terapias que miren al ser humano desde una óptica integrativa (alma, emoción, mente, cuerpo) y que lo respeten y no perjudiquen.

En algunos países, las esencias florales de Bach ya empiezan a estar presentes en algunos hospitales, introducidas sobre todo por el personal sanitario (enfermeras y auxiliares) como herramientas paliativas ante los shocks y los traumas.

Como explica Ricardo Orozco, "el desarrollo de terapias como la que ideó el Dr. Bach parece hoy más que nunca un proceso irreversible y su regulación es absolutamente necesaria".

Haz tu propio remedio en casa

Para combinar diferentes esencias florales, si así lo requiere el tratamiento, lo más práctico es prepararse un frasco de dilución personalizado. Solo hay que seguir los siguientes pasos:

  • Se toma un frasco de vidrio de color ámbar de 30 ml con cuentagotas hasta casi llenarlo de agua mineral.
  • Se agrega una pequeña cantidad de brandy (1/8 a 1/4 del frasco) para conservar el preparado y luego se añaden de dos a cuatro gotas del frasco de concentrado de cada una de las esencias florales seleccionadas para la combinación (de cinco a siete como máximo).
  • Se extraen cuatro gotas con el cuentagotas y se dejan caer bajo la lengua.
  • Se repite la toma cuatro veces al día, hasta que se considere que ya no se necesitan.
  • Para los niños se puede sustituir el brandy, si se desea, por glicerina vegetal, el alcohol a esas dosis ínfimas resulta inocuo.

¿Deseas dejar de recibir las noticias más destacadas de cuerpomente?