La gimnasia aérea o antigravity, también llamada yoga antigravedad, acrobacia con telas o danza aérea, experimentó un boom en Estados Unidos hace unos años y ahora en España se puede practicar cada vez en más centros de bienestar, tanto especializados como en cadenas de gimnasios que ofrecen esta disciplina con instructores expertos.

¿Qué es el antigravity o gimnasia aérea?

El yoga antigravedad es una técnica de ejercicio físico que combina elementos de distintas disciplinas, tanto deportivas como artísticas.

El creador de esta disciplina, Christopher Harrison, es un bailarín y productor de espectáculos de Broadway interesado en fusionar la danza, la acrobacia y el yoga para ejercitar la fuerza y la flexibilidad de forma lúdica, haciendo que posturas habitualmente difíciles resulten en el aire muy fáciles.

Su puesta en escena es de una gran belleza: una especie de banda elástica colgada del techo por dos puntos permite realizar todo tipo de movimientos en suspensión, desafiando la gravedad.

Tras una sesión de Antigravity se tiene la sensación de haber "volado" y se goza de una relajante ligereza corporal.

El ejercicio antigravedad es para todos los públicos

A pesar de su vistosidad, el Antigravity permite adoptar posturas muy fáciles y relajadas en sus sesiones más básicas.

Bajando la hamaca casi a nivel del suelo, hasta las personas de mayor edad pueden beneficiarse de su práctica. También es apta para aprenderla desde la infancia, y es muy beneficiosa en el desarrollo de habilidades de propiocepción, coordinación...

Además, trabajan la fuerza, la flexibilidad, la movilidad articular y el equilibrio, ya que en los ejercicios se activa la musculatura del abdomen, glúteos y parte baja de la espalda.

Beneficios de la gimnasia aérea

Sus beneficios no son menos destacables: al trabajar sin que la columna vertebral reciba ninguna presión, se fomenta la alineación y descompresión de las vértebras.

  • Mejora la afluencia de la circulación sanguínea a la cabeza, lo que incrementa la capacidad de concentración y el rendimiento intelectual.
  • Las posturas invertidas, al descomprimir la columna, permiten reequilibrar la energía, estimular el sistema circulatorio y regular el sistema nervioso.
  • Los estiramientos de la musculatura de todo el cuerpo y el trabajo de la espalda permiten mejorar la postura corporal, la resistencia cardiovascular y la fuerza muscular e incrementan la flexibilidad y la movilidad del cuerpo.
  • La sensación de libertad, al trabajar en suspensión, relaja.
  • Las sesiones resultan muy divertidas y el instructor enseña técnicas y movimientos que multiplican las posibilidades del cuerpo, por lo que se gana expresividad corporal.